IAN.
Mucha gente piensa que la felicidad es una etapa de la vida, que puede durar mucho, como puede no durar nada. Así como puede irse y volver tiempo más tarde.
Yo en cambio, estaba empezando a aprender que la felicidad no trata de épocas ni etapas.
La felicidad son momentos.
Momentos que quieres que no acaben nunca, que desearías que duren para siempre y que no desearías borrar jamás de tu cabeza.
Felicidad es como yo describo el momento en el que Sammy me dijo que sí, que quería salir conmigo oficialmente. Como mi corazón se aceleró al escucharla darme una respuesta.
Felicidad fue lo que sentí al ver su carita cuando vio a Sky.
Felicidad era cada instante que pasaba con ella.
—Es lo más adorable que he visto en mi vida... —susurró ella.
Estaba sentada en el suelo de su habitación, con los brazos apoyados sobre su cama y su cabeza encima de ellos, a la vez que miraba como Sky dormía sobre la cama. Yo estaba sentado a su lado en el suelo.
Sky tenía dos meses y medio y había nacido en el refugio de animales, donde su madre había dado a luz a él y a sus hermanos. Por suerte, a ella y a dos de sus hermanos los adoptaron hacía unas semanas y en el refugio solo quedaban él y un par de hermanos suyos más, a los cuales, estaba seguro de que adoptarían más pronto que tarde.
—Estás muy pensativo. —se rió y extendió su mano para tomar la mía.
—Estoy... pensando en qué pensarían mis padres si les llevase a casa a uno de los hermanitos de Sky que quedan en el refugio de animales...
Hacía tiempo que quería adoptar a un cachorrito, pero tenía que hablar sobre eso con mi padre primero. Ahora tendría que hablar con él y también con mi madre.
Y aunque ambos eran grandes amantes de los animales y no sería difícil convencerlos, aún así temía como podría reaccionar Koda frente a la presencia de un nuevo perro en casa.
En cuanto a Sammy, también llevaba un tiempo dándole vueltas a como podría encontrar la forma de alegrarle un poco más la vida. Y en un momento, se me vino a la cabeza una conversación a principios de verano en su casa, la mañana que volvimos después de haber pasado la noche todos juntos en el lago.
"—Esperad, se me olvidaba lo más importante. —Nelly se levantó de donde estaba para ir a buscar la tostadora. —Os presento a Rebecca.
—¿Rebecca? —preguntó Erin. —¿Le habéis puesto nombre?
—Es una tontería de la infancia. —le contestó Sam.
—Pues menuda tontería más tierna. —dijo Ax, acariciando las orejitas que Sam y Nelly le pusieron a la tostadora.
—Gracias, es lo más parecido que hemos tenido a una mascota... —Nelly dijo entre pucheros y suspiros.
—Sí. Siempre hemos querido un perrito, pero nuestros padres nunca han estado del todo de acuerdo con tener mascotas en casa. —aclaró Sam rodando los ojos."
Aún así, estaba el problema de que dirían sus padres si de repente le regalaba un perrito a Sammy, así que tuve que hablar sobre eso con Nelly, para ver cuantas posibilidades habría de convencerlos.
Me comentó que su padre no era el problema, más bien su madre nunca había estado segura de tener animales en casa, pero que aún así a ella le gustaban. El problema para ella, era que no se terminaba de fiar de que sus hijas fueran a estar al cien por cien pendientes de cuidar a la criatura.
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HOPEFULLY [COMPLETA Y EDITADA] ✓
RomanceSamantha Watson siempre tuvo muy claro lo que quería. Estudiar psicología en la Universidad de Atlanta, tener a sus amigos de siempre y mantener su vida tranquila. ¿Pero, que pasará, cuando toda esa tranquilidad desaparezca? Antes de comenzar su pr...