LXXXIII

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Pov Calle

-Ahora no, cuando lleguemos al departamento-salimos por la puerta de la casa de Pau y Vale, pasamos por el pequeño jardín frontal hasta llegar al coche.

Estábamos Poché y yo después de irnos de la casa, en silencio. Yo quería explicarle o decir algo para que no estuviera así conmigo. Pero ya me lo había dicho antes. Cuando lleguemos al departamento hablaremos.

Mientras conducía le puse mi mano en su pierna para que notara mi interés por no querer decirme algo en ese instante o hablar un poco mientras íbamos en el coche. Pero no quiero presionarla tampoco. Lo único que agradezco es que aceptara y no quitara mi mano de ella.

Estoy confundida porque prometimos que nos cuidariamos hasta de nosotras mismas y eso incluyen los secretos. Pero es más difícil de lo que creí. Pienso que nunca vamos a decirnos todo por más que quisiera, porque creemos que es lo correcto. De seguro hay cosas que Poché no me dice por mi propio bien o realmente no son importantes entonces creo que así deben ser las cosas. Aunque lo mío si era importante tampoco me tardé en decirle, solo había pasado un día y además no era momento a mi parecer, es decir fueron emociones y situaciones muy especiales para querer añadirle lo que Matu y Paula descubrieron.

Ya estábamos en el departamento y yo me quedé en la sala mientras Poché tomaba un baño.
Me quite la chaqueta que llevaba y también el pantalón. Me relajo mucho cuando estoy casi descubierta. Para estar más cómoda.

Quiero pensar que Poché está molesta por qué no le dije en el momento.

Poché sabe que mis acciones las tengo muy presentes. Sabía que nunca le prohibiría enterarse de una situación. Pero fue algo complicado no decirle en el instante que ocurrió, que la acepté como mi manager. Pensaba más en Alex. Preferí decirle a Johann sobre lo que acababa de hacer. Esa vez en la que después de encontrarme con Laura y aceptar su idea, fui a la playa. Esperando a que diera la hora para pasar a la escuela por Poché y Mario e ir con mis padres. Solo se me ocurrió mandar un mensaje de lo que había hecho y apagar el celular. Sin explicaciones ni reclamos en el momento. Ya estaba hecho así que no podía hacer más. Encendí el televisor para buscar algo que ver en una plataforma de películas y series, talvez podía pensar en algo que decir mientras ella termina.

Unos 10 minutos pasaron y escuché como se abría la puerta de nuestro cuarto. Seguía pasando de película en película pero nada. Me puse un poco nerviosa por lo que fuera a salir de esta conversación. Pero confío en que sabremos resolverlo. Escucharé sus puntos y yo le daré los míos. Mas segura de mi misma volteo a mirarla y valla sorpresa. Se me fue la confianza y la respiración. Tiene una de mis camisas gigantes que le quedar perfectamente bien. Era imposible prestar atención mientras se encontraba así y al parecer a ella también le costaba trabajo pues no dejaba de verme más haya de lo que esperaba. Se sentó en mi. A punto de besarnos porque estábamos a milímetros de juntar nuestros labios. Pasó sus manos por la parte delantera de cuello a la tracera, acariciándolo y lo que más me encanta, pasó una de sus manos por mi cabello para mantener la posición donde ella quiera que esté mi cabeza.

No lo resistí y la besé, mientras manteníamos el beso, surgió la necesidad de jugar con su lengua, pero me lo impidió. Me estaba matando pero lo disfrutaba mucho. Duramos así unos minutos más. Hasta que se separó de mi.

-¿Me prometes que vas a estar bien?-no lo pensé ni un segundo pero asentí con la verdad-Confío en ti-.

Sigo sin entender como pasamos de no querer hablar a estar lo más juntas posibles. Lo digo en forma literal, da igual por ahora.

Continué con los besos y empecé por su cuello está vez. Mientras sobaba sus piernas y ella continuaba con su mano sujetando mi cabeza por el cabello. Ahora empujándome hacia ella para que no parara la cercanía tan exitante que teníamos.

Estaba succionando delicadamente pero no impedía dejarle una marca roja poco "muy" notable. Poché suspiraba y jadeaba disfrutando de todo lo que le hacía mientras su mano bajaba directo a callecito, frotando relajado su mano y este reaccionando aún más. Pase mi mano por debajo de esa enorme camisa y toqué su tonificado abdomen. Su piel se erizó y salió ahora un gemido. Si lo ponemos en escala del 1 al 10 vamos de la siguiente manera: Mientras solo la veía cuando apenas llegó de nuestro cuarto estaba en un 2. Cuando se sentó en mi y comenzaba a rozar nuestros labios ya estaba en un 5 y 6 cuando me impidió el paso de mi lengua a si boca. Ahora que estamos haciendo las provocaciones más extensas ya estoy en un 8. Quiero llegar al 10.

Seguía pasando mi mano por su cuerpo hasta llegar a su pezón derecho, que tome fácilmente dándome cuenta que no había nada que me impidiera hacerlo. Estaba completamente desnuda de la parte de arriba si le quitamos la camisa y eso me encanta aún más. Solté unos gemidos por tan magnífica idea y además por la mano de Poché que seguía moviéndose en mi miembro. Escuche una risita de Poché justo después sentí un jalón para quedar paradas y ya tenía a Poché quitándome el boxer dejando libre a mi amigo y dando a notar mi gran erección. Me volvió a sentar con un empujón, yo caí de nuevo en mi lugar y Poché a horcajadas de mi. Estábamos en un movimiento de caderas juntando un poco más nuestras intimidades pero ella con la ropa puesta todavía. Quería quitarle ya esa braga que impedía la interacción entre mi miembro y su intimidad. Así que inicié primero con la camisa.

Poché...Wow... Es tan hermosa desnuda. Me tenía embobada con sus pezones frente a mi.

-Tocalos-me dijo una agitada Poché y eso que vamos comenzando. Pensé.

No dude y los toqué con amabas manos, los apretaba un poco para que Poché siguiera disfrutando, con eso su mano se movía un poco más rápido sobre callecito. Me tenía disfrutando de caricias y las dos sacábamos gemidos pero los míos eran más audibles ya que pues obvio está la sensación en mi entrepierna.

-Poché ya no aguanto por favor-me abracé a ella besando su hombro y su pecho.

-Vamos al cuarto y has lo que quieras conmigo-se había acercado ai oído y su respiración salió con esas palabras. Levantándome rápido, jalando a Poché o mejor dicho ella a mi, hacia el cuarto donde tocariamos el cielo.

El Amor no conoce la Muerte(G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora