El Amor no conoce la Muerte(G!P)

LIII

Pov Calle

9:39 AM

Estoy muy asustada por lo que sucedió ayer. Es que es muy fuerte lo que me dijo Alex cuando despertó. Estaba muy desesperado por ir a la policía. Me dijo muy poco pero con eso entendí muy bien el por qué. Intenté calmarlo pero nada más no lo logré.

Al llegar al departamento rápido corrí a encerrarme en nuestro cuarto. No deje entrar a nadie. Ni a Poché, que intentó abrirla pero con el seguro puesto no sucedería, solo quería avisarme que Mario se quedaría a dormir. Por si sucedía algo o quería acompañarlos un rato, ahí iban a estar. No salí.

-Calle ¿ya te sientes mejor?-escuche detrás de la puerta a Mario. No podía decirle que no porque insistiría más en preguntar pero tampoco puedo decir que si, realmente no estaba nada bien. Así que no contesté.

-¿No quiere salir todavía?-con Poché es muy difícil ahora no poder decirle lo que sucedió. Cómo con Mario, no quiero angustiarla más de lo que ya está. Pero algo es seguro, que si no sabe nada, solo aumentará su preocupación.

Me levanté de la cama y abrí la puerta. Se me hizo tierno ver cómo estaban acurrucados con almohadas a su alrededor. Espera ¿están ahí desde ayer?-¿Se durmieron en el suelo?-salio una pequeña risa por parte de ambos.

-No nos fue tan mal, es más me sentí en una pijamada-contesto Mario estirándose como un perrito. Mario siempre con sus ocurrencias.-Solo que no había pijamas, ni botanas o películas con palomitas-Se levantaron y solo reímos.

-Entonces ¿Quién quiere desayunar?-Poché comentó aún adormilada. Los tres alzamos la mano y justo sonó mi estómago. No comí nada desde ayer. Cómo puedo dejar a mi estómago sin alimento alguno.

-Vamos, vístance que iremos a un lugar que se me hizo muy bueno cuándo lo vi, además pasamos por mi casa para cambiarme de ropa-nos dijo caminando hacia la sala dejándonos solas.

Poché me agarró la mano y me encamino de nuevo a la habitación. Nos dedicamos a buscar que ponernos pero ninguna decía nada. Era un silencio inquietante. Quería decirle algo pero no creo que fuera lo que quería escuchar de mi.

-Oye solo quería decirte que...yo...-suspire con frustración, no sabía que decir.

-Ey no pasa nada, no quiero incomodarte preguntando sobre lo de ayer. Solo, no esperabamos la situación y fueron muchas emociones. Cuando quieras hablar sabes que estoy contigo siempre-me tenía agarrada de los hombros y solo me miraba con cariño.

-Lo se, sabes que igual estaré para ti siempre y con lo de ayer tenemos que hablar ahora, es importante y quiero que lo sepan. Perdón por no decirte antes, sabes cómo me pongo con situaciones así de intensas-agache mi cabeza y ella solo me abrazó. No tenía que decirme nada sabía que ella lo entendería. Ella toma muy en cuenta mis emociones y creo que también debo tomar en cuenta las suyas.

Ahora.¿Que tan importante es hablar de esto? MUY importante.
¿Que lo odie? Claro.
¿Que se asusté? Si.
¿Que se lo esperara? Ni yo me lo esperaba, así que ella menos.
De lo que estoy segura que hará es involucrarse donde no y no quiero eso. Por ello debo hablar antes de que se entere por otra persona.

Ellos aparecieron antes de que ambas llegáramos a esta vida. Por "mi muerte" en aquella fiesta de la disquera. Dejaron tranquila la situación. Ahora están de vuelta. No sabemos nada de quienes son, pero podemos agregar una investigación más a la que está haciendo Mario. Aunque no lo deseo, necesito su ayuda. Se que involucrarse más de lo que me gustaría va a ser peligroso. Pero que más podemos hacer o que puedo hacer yo. Si no hago nada harán lo mismo que le pasó a Alex o peor con Pau, Vale, Johann, Mario, Laura o con Poché.

Me pongo a pensar que esta vez lo de nuestro accidente puede posponer se. Primero tenemos que cargar con los problemas de la vida que ahora se presentan y es algo que la artista y la fotógrafa debieron mencionar al menos. Ahora mismo me siento furiosa. Pase de estar asustada a furiosa. Teníamos todo bien. Pensando que llegamos aquí por los problemas de la vida anterior. ¡¿Ahora hay que lidiar con los de la nueva?!. Claro no siempre es de color de rosa.

-¿Ya están?-grito Mario desde la sala.

-Si ya vamos-agarré a Poché de la mano que igual estaba lista para salir y nos fuimos de ahí.