XCIV

435 45 1
                                    

Pov Calle

Estoy en un vuelo directo a Bolivia. El penúltimo país de la gira. Digamos que ya han pasado dos meses y una semana de viajes. Aparte de que estamos con algunos proyectos fuera de lo que es la gira. Muchas marcas mundialmente conocidas como Nike, Adidas y hasta Huawei han querido que fuera cara de nuevos lanzamientos en sus países. También he tenido entrevistas en foros de televisión, algunos eventos de premios y algunas colaboraciones con YouTubers famosos.

En cada país nos quedamos casi una semana. Los primeros días eran de publicidad, los de enmedio eran para ensayos y ya el último día era el concierto. Así con cada lugar. En una de esas me invitaron a una colaboración con una cantante y actriz famosa de Argentina. Era nada más que Tini Stoessel. Me emocionaba porque a ella la admiro mucho. Amo sus canciones y es una persona muy linda. Cuando nos reunimos en una junta hablamos como si fuéramos las más grandes amigas. Ella me deseaba lo mejor en mi repentino retiro y que en algún momento me visitaría para probar mis creaciones y en dado caso hacer encargos para cualquier evento que ella hiciera. Le agradecí por si consideración y yo comparto mi admiración hl a su trabajo. Realmente estaba encantada.

El concierto y la relación de amistad que tuvimos después de la colaboración dio mucha fama. Eso llevo a hacer una nueva colaboración, con Camilo Echeverri en Colombia. Estoy que me muero de la emoción. Pero realmente quería terminar esto para poder cumplir mi sueño de crear una de las mejores pastelerías del mundo. Aunque lo de cantar ya era claro que no lo dejaría tan atrás como yo pensaba. Talvez podría darle cierto espacio en mi vida.

-Estimados pasajeros. Favor de abrochar su cinturón de seguridad, dentro de una hora comenzaremos el descenso al aeropuerto de Bolivia, gracias por su atención y esperemos que su estadía fuera de su agrado-completo el piloto después de dar la indicación.

Vi por la ventana la ciudad de La Paz. Era casi de noche y podía observar las luces resplandecer con forme el sol se ocultaba en una de las colinas dando un bello paisaje.

-Hola Bolivia-dije mientras recargaba mi cabeza entre la cabecera del asiento y la esquina de la ventana.

-¿Cómo está tu cuñada?-escuché a Laura mientras se acomodaba en el asiento junto a mi.

-Bien gracias-sin prestarle mucha atención le respondí. Esperando a que no dijera algo más fuera de lugar, como era de costumbre. Pero en vez de eso se quedó callada, solo hizo un sonido en el cual daba entender que comprendió la idea.

Es algo incómodo tenerla cerca. Matu me contaba que la posibilidad de que Laura no tenía nada que ver era cercana aunque fuera mencionada. Por otro lado me daba la idea de que ella no es nada confiable. Aún no sabemos que tiene en relación con Alex pero a veces demuestra ciertas acciones que despiertan la curiosidad y la imaginación.

Por ejemplo se la pasa contestando llamadas de un tal servicio que su padre le asignó. Lo raro es que cuando lo hace no deja que nadie esté cerca y de ser el caso ella misma se iba del lugar.

-Solo quiero saber-hablaba Laura-¿Pensaste en lo que te dije?-aqui vamos otra vez. No nos mirábamos. De cierta manera, ya nos habituamos a tratarnos chocantes. En aquel día que Alex fue internado y a ella no le importó. 

-Ya te dije que no habrá más que esto Laura. Prometiste que solo me representarías hasta que Alex se recuperara o hasta que termine la gira-molesta le volví a recordar mis palabras que no cambiaron de parecer posterior a aceptar la colaboración con Camilo Echeverri.

-Por favor. Yo podría llevarte a la cima con tu...proyecto-su actitud es obvio de reproche o fastidio. Con palabras más amables me dijo que la pastelería era una idea estúpida. Sin futuro o al menos no, como ser una estrella en los escenarios.

-Yo estoy muy contenta con mi visión. No necesito que tú me ayudes más. Con esto de la gira es más que suficiente-apliqué a la buena y agradecida, para que dejara de hablar.

-Bueno. Por ahora, recuerda que nunca acepto un No por respuesta-se levantó para sentarse en el lugar donde se encontraba antes de ir junto a mi.

Me fastidia demasiado tener que estar lidiando con ella. Ya no es como la conocí. No entiendo que fue lo que la hizo ser así.

Mi laptop recibió una videollamada. Es Poché. Al menos algo bueno tendría que pasarme en el comienzo de mi llegada a Bolivia.

-Hola tu-dije con una sonrisa mientras me acomodaba un audífono en mi  oreja.

-Hola guapa-respondió mientras metía a su boca un pedazo de pizza. Siempre que la veo o la llamo está comiendo pizza. Junto a Valentina.

-Otra vez pizza. Poché que te dije sobre comer moderada y en especial algo más sano-la regañé mientras ella seguía disfrutando su trozo.

-Amor solo es una pizza ¿Verdad Vale?-movió la cámara para dejarme ver a Valentina y eso realmente la delató por algo más que se encontraba en el sofá.

-ASI ES! Hola Calle. Tráeme un recuerdo de Colombia cuando vayas-saludó y se limpió el chocolate que tenía embarrado en su labio inferior. Estas dos me iban a volver loca algún día.

-María José y Valentina Garzón-ellas sabían que en cuanto dijera su nombre completo, es qué están en problemas-Puedo ver dos cajas en el suelo y otras tres en el sofá-alcé una ceja y Vale le hizo señal de que moviera rápido la cámara para quedar Poché solo a mi vista.

-No es eso Calle son unos materiales que necesita Mario para...para una sorpresa a Matu-es una de las excusas más bobas ya que Mario odia hacer manualidades.

-Oh ya veo y como las necesita vacías ustedes dos le ayudan con su contenido, no?-dije burlona y ya podía apreciar el puchero de Poché demostrándome que no me la había creído y que ya habían sido totalmente descubiertas.

-Es que tenía el antojo. Esas pizzas están deliciosas-jugaba con sus manitas mientras hablaba como una bebé. La amo mucho.

-Lo se pequeña, pero debes de comer otras cosas. No quiero que te cause algún dolor de pancita o algo parecido-acariciaba la pantalla con mi dedo índice, pensando en que podía tocarla, que ya faltaba poco para estar junto a ella y abrazarla por horas.

-Prometo que ésta será la última vez. Te amo mucho, lo sabes- otro bocado haciéndome reír. Nunca la haría a cambiar su forma de ser.

-Eso espero. ¿Hoy que hicieron?-pregunté.

-Pues vale fue a un chequeó hoy y se está recuperando. Aún debe ser cuidadosa-contó alegre y Vale hizo un pequeño grito de celebración.

-Me alegra mucho ¿y tú hiciste algo más? Además de aguantar a la pulga-bromeaba y Vale se indignó.

-Oye sabes que me amas Daniela Calle-aclaró Vale y reímos las tres.

-Si de hecho hoy fue un día increíble. Johann vino hace rato a visitarnos y nos llevó al cine a ver una película de Disney-describía Poché.

-Que genial mi amor, ¿te gustó? ¿Cuál era?-.

Nos la pasamos hablando unos cuarenta minutos y ya estábamos aterrizando en el aeropuerto. Así que me despedí de Poché y Valentina. Les dije que les hablaría mañana y que comieran bien o al menos no tanta pizza.

El Amor no conoce la Muerte(G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora