XLV

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Pov Paula

Ya habían pasado unos meses y Calle y Poché seguían frecuentando sus salidas pero tenía que saber sobre Johann, si es realmente Sebas en verdad, así que aprovechando de que están aquí en la casa les preguntaré si pueden ayudarme.

-Hola chicas, como les va?- estábamos en la sala como siempre, ellas aprovechándose y comiendo pan enfrente de los pobres, yo apenas llegando viendo que había en la tele y Vale hablando con sepa dios pero se le veía feliz en su celular.

-Vale estar muy feliz. Tú cómo estar?- me devolvió la pregunta como hablaban los cavernícolas en las películas, pero pude notar un poco de nervios en su expresión y le dije que bien, entre cerré mis ojos, ¿que tenía esconder en su celular en cuanto entré a la sala?. En fin  tenía que hablar sobre Sebas, bueno Johann.

-Chicas podemos hablar sobre...ya saben...Sebas?-la última palabra la dije en voz baja pero si pudieron escucharme ya que Vale dejo el celular a un lado y las tortolitas dejaron de comerse. Me prestaron atención y comencé a hablar.

-Se que pasar tiempo juntas es esencial porque lo prometimos, pero puedo pedirles que me ayuden a saber sobre Johann o Sebas? Ay! Estoy confundida que no se cómo llamarlo- las mire un poco penosa y triste. Calle y Poché se pararon de dónde estaban y se sentaron una junto a mis lados y me abrazaron.

-Perdón Pau, se que no es excusa pero con este asunto de la disquera, me está alejando de ustedes, prometo que lo arreglaré-me abrazo quedando yo en su pecho, sabía que no tenía la culpa de tener ese problema y es algo que entendía muy bien-pero que te parece ahora? aunque no lo creas tenemos algo para ti-dijo con una sonrisa y yo solo la mire con un a ceja alzada reflejando mi notoria sorpresa y confusión.

-Calle me pidió antes que entrara a la disquera que la ayudara a buscar algo, bueno a alguien-Vale mencionó y ella volteo a vernos con una sonrisa orgullosa, ¿De que está hablando?-créeme que lo de Johann no se nos ha olvidado, de hecho nos adelantamos un poco queríamos que fuera una sorpresa-mire confundida a esa gemela de la ahora "un mechón", ya no era la peliazúl después de todo.

Tocaron la puerta y Poché fue a atender salió casi corriendo, me sentía nerviosa por lo que sería ya que todas a mi alrededor empezaron a emocionarse, eso solo hizo que la piel se erizára. Llegó Poché y se paró en frente de nosotras.

-Mi querida familia, vengo con un gran honor de presentarles aunque ya todas aquí lo conocen, saben quién es y el que se ha ganado el cariño de todo esté hermoso público, pero más a la hermosa jovencita que tengo frente a mi-me señaló con una sonrisa y me voltearon a ver, siendo solo dos personas que ya no tenía pena de que me vieran hacer cualquier cosa, yo me ruboricé- con mucha felicidad de tenerlo aquí  ahora les presento, aa...Johann Vera-escuché su nombre y me paralice, hablaba en serio? O solo están jugando con su presentación tan boba- Alias TU Sebas-.

Se..sebas? comencé a sollozar y en eso El se presentó con una inclinación como cuando te presentas con la realeza. Estaba tan feliz.

-Gracias público, gracias Poché por tan conmovedora presentación-le decía saludándo la con un apretón de manos, tan bobo como siempre- pero la que se merece el reconocimiento, es a la mujer más hermosa del mundo- "¡ESA ES POCHÉ!" grito Calle haciéndonos reír y vale se indignó también en broma, la mire fulminante por arruinar este momento, pero Sebas me tomó del mentón para que lo viera de nuevo- a la que demostré literalmente que daría mi vida por ella- le di un golpe en su brazo por esa referencia pero seguía con mis lágrimas y el trataba de contener las suyas- y la que a pesar de todo nunca dejé de decirle "Siempre" y nunca lo dejaré de hacer por el resto de mis días. Gracias por esperarme, me alegra saber que tienes a otras dos transmigraciónes o lo que sean contigo-Calle y Poché claro, ellas se miraron y se dieron un beso-sin su ayuda nunca te habrías dado la idea que se trataba de mi, en mi funeral te vi y tenía planeado decírtelo pero, después pensé que si te lo decía así nada más, me dirías loco y probablemente una orden de restricción por acoso saldría de esto-reímos.

-No seas bobo, aunque no lo se, tal vez lo pensé-continúo con su juegos y por ende yo le seguí con eso. Todos en esta sala de estar empezamos a reír, por nuestra conversación un poco loca. Se produjo un silencio no incómodo, es más, uno en el que todos disfrutábamos del momento, las chicas solo nos miraban con ternura y felicidad, ya ninguno de los dos decíamos nada, solo nos dedicamos a vernos a los ojos con todo el cariño que solía haber en nuestra vida y ahora en la que está vez disfrutaremos al máximo.

El Amor no conoce la Muerte(G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora