El Amor no conoce la Muerte(G!P)

CVII

Pov Calle

-Se cierra la sesión-.

Esas eran las palabras que tanto esperábamos oír. Ya no había más peligro. Podíamos continuar con nuestras vidas, sin temor a que saliera mal.

Tenía que contarle a Poché sobre como sucedieron las cosas para que ella esté segura de que podría dejar de temer.

Es increíble el nivel de miedo y sufrimiento que Laura nos proporcionó. No sé si alguien pudiera entender eso. Nos sentíamos  presas acechadas por el depredador. Como un conejo y un zorro. Un gato y un ratón. Laura estaba acostumbrada a ser el gato.

Laura. Era una de las mejores personas que había conocido. Una en un millón, pero no sabíamos que tenía ese defecto tan grande. Ni siquiera sus padres lo podían creer. Ellos se habían acercado junto con el abogado Everett a pedirnos disculpas, en especial a mi y a Alejandro que pidieron hacerlo nuevamente cuando el despertara. Pero ¿Cómo puedes pedir disculpas por algo que no sabías que podría suceder y menos cuando se trata de tu hija? No sabía que pensar sobre ellos, no sabía. Solo sentía lástima. Es lo único que puedo decir al respecto.

-Tenias razón. Confiar en ti fue una muy buena idea. Alejandro estaría orgulloso-dijo su abogado que aún continuaba conmigo fuera de la sala.

-Solo sigo instintos je Alex me lo enseñó-.

-Bueno pues creo que eso sería todo de mi parte. Espero que puedas descansar ahora si-empujó mi hombro con su brazo amigablemente.

-Ahora que tendré una familia, el descanso tomará un rato en llegar. Pero un peso menos en la espalda es un paso grande-reinos los dos y justo cuando terminó sonó su celular. Me hizo una señal de que debía contestar, que lo esperara un momento y así lo hice. Se movió unos pasos delante de mí y atendió la llamada.

-¿Diga?-...-Si, soy yo-...-Oh comprendo. De hecho es una excelente noticia-...-Si ella está conmigo en este momento. Le daré el mensaje-...-Si, muchas gracias. Adiós-termino rápido la llamada y de nuevo se acercó a mi.

-¿Que sucede?-pregunté.

-Me dieron un mensaje para ti, dice que "abramos esa pastelería"-no entendí la verdad, iba a preguntar quién se lo había dicho pero algo más llegó a interrumpir.

-Vamos a un lugar que te tenemos una sorpresa-era Poché.

-Amor ¿Qué haces aquí?-le di un pico en su boquita que tenía ligeramente maquillada. Se veía muy hermosa.

-Solo sígueme-tomó mi mano y casi que me tira al suelo por el jalón que sentí.

-Nos vemos después-le dije en voz alta al abogado mientras nos alejabamos y este se despidió con un movimiento de mano.

Entramos al auto y ella no quiso decirme a dónde iríamos o simplemente por qué estaba haciendo esto. Por mucho que quisiera contarme, prometió no decir ninguna palabra de lo que estaba sucediendo. No contesta las preguntas que le hago, así que me rendí.

Fue un viaje de una media hora hasta que llegamos al Coconut Grove. Este lugar me encantaba porque da la sensación de ser una pequeña aldea bohemia, es una zona con un ambiente muy relajado pero con experiencias asombrosas. Había música por los bares y restaurantes. Tiendas de ropa o de atracciones pequeñas muy coloridas. De verdad todo un paraíso.
Nos estacionamos y caminamos un rato hasta llegar a una tienda entre las otras. Poché me pidió que no intentará ver a nuestro alrededor y que solo podía fijarme en ella hasta que me lo indicara. Era una sorpresa y me mataban las ganas de voltear a contemplar hasta el más pequeño rincón. Nos adentramos y ya fue que me dejó hacerlo.