첫 키스

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Apenas eran las seis de la mañana, pero el despertador hizo que saliese de su pesado sueño en cosa de segundos.
Buscó a ciegas el botón para apagarlo, pero hasta que no elevó la mirada con los ojos entreabiertos no pudo hacerlo.

Bostezando, se estiró sobre la cama, suspirando poco después.

- Hoy va a ser un buen día...

Repitiéndose aquello con una forzada sonrisa en el rostro,££ se sentó en la cama, estiró su espalda y se levantó para poder cambiarse y empezar con sus obligaciones.

Buscó algo cómodo porque el verano estaba siendo más frío y lluvioso que de costumbre, pero aún así él llevaba camisetas de manga larga. El espejo estaba tapado con una sábana, así que hasta que no llegó al baño no pudo ver su rostro cansado pero cada vez algo más colorido y lleno.

Su mandíbula había comenzado a marcarse más, pero sus mejillas le daban asco, estaban llenas de grasa, una grasa que le acomplejaba y no le dejaba realizar ciertas cosas de su día a día, cosas tan simples como darse una ducha sin miedo de mirar abajo y encontrarse con algo que le daba angustia.

No le gustaba su cuerpo.

Su madre le decía que era bonito y que le gustaba que hubiera cogido peso, los Park le dijeron que parecía otra persona, que era completamente diferente a cuando les conoció hace ya casi un año. JiMin le abrazaba y se recostaba sobre él, alegando que era su peluche mientras sonría con sus dientes aún algo torcidos y apoyan sus mejillas sobre su estómago.

JiMin... Solo con pensar en él aparecía una sonrisa en su rostro.

No era mucho mayor que él, pero en ese momento a YoonGi le parecía demasiado, demasiado como para quererle tanto como lo hacía.

"Está mal" "Solo sientes cariño por él como un hermano"

Eso era lo que se repetía, pero la verdad es que no era así. Soñaba con el día en el que JiMin creciera y pudiesen estar juntos en la forma en la que él lo quería, pero eso estaba tan mal que... Solo hacía que las ganas fuesen mayores.

De hecho, sentía ganas de estallar en días como aquél, cuando iba a por él después de dejarlo todo preparado en casa. A las ocho salía e iba hasta su hogar, donde saludaba a los Park y recogía a JiMin para acompañarle hasta el colegio.

Ese día él iba bostezando por el cansancio, pero sus ojos se mantenían abiertos por la ligera lluvia que caía y por las caricias de YoonGi en su mano.

Pensaba ni siquiera se daba cuenta de que sus manos se estaban rozando, pero si lo hizo cuando JiMin enredó sus dedos, notando lo fría que estaba su piel.

- ¿Tienes frío? –negando y mordiendo el interior de sus mejillas, acumuló el valor para mirarle a los ojos – Llevo una chaqueta de sobra, si tienes frío dímelo y te la daré ¿Vale?

Con su característica sonrisa, se acercó un poco más al otro, haciendo que un nudo se formase en su garganta.

Caminaron durante un rato de esa manera, pero pronto la lluvia se hizo mayor, lo hizo tanto que el paraguas de JiMin se rompió y tuvieron que compartir. Ambos corriendo bajo la lluvia, empapados pero riendo hasta que encontraron un refugio bajo un edificio cercano al instituto al que ambos iban.

Riendo, Min mordió sus labios para evitar que una sonrisa saliera y puso una de sus manos en su cabello, haciendo una mueca al notarlo empapado.

- Vas a resfriarte... – solo entonces, cuando sus dedos rozaron con cuidado los mechones de su flequillo, se dio cuenta de que las mejillas del menor estaban encendidas.
S
En aquél entonces YoonGi era bastante más alto que él, por lo tuvo que bajar la mirada para encontrarse con sus labios entreabiertos, sus ojos brillantes y sus mejillas rosas .

- Hyung...

Estaba mal... ¡Claro que lo estaba!

Pero si todos decían que estaba tan mal, entonces...

¿Por qué se sentía tan bien estar tan cerca de él?

Debería odiar sentir su aliento caliente chocar contra su rostro helado, la forma en la que se puso de puntillas y el tacto en su mejilla se hizo mayor.

Debería sentirse asqueroso por haber permitido que aquello sucediera.

No debió cerrar los ojos ni haberle seguido el torpe juego.

Pero... Se sintió tan bien, tan correcto y prohibido... Tan perfectamente imperfecto.

Tragando en seco, abrió suavemente sus ojos, viendo cómo JiMin hacía lo mismo, volviendo a apoyar los pies en el suelo y alejándose de su tacto sin saber cómo reaccionar.

Ambos con el rostro como una fogata y una pequeña sonrisa, simplemente siguieron con su camino, esta vez mirando a otro lado por vergüenza y uniendo sus manos con más seguridad que antes.

- Nos vemos luego, Hyungie.

Sonriendo, se despidió con su mano elevada, viendo cómo se iba con sus amigos antes de huir al baño del instituto, donde se encerró y, tras unos segundos, comenzó a querer gritar de felicidad.

Simplemente no podía creerse lo que había pasado.

Se sentía tan feliz y tan lleno que no pensó en su familia ni en el qué dirían.

Si él le había besado, entonces... ¿Le gustaba?

Con el rostro rojo, se dejó caer por la puerta, cubriendo su rostro ante de comenzar a reir.

Sin duda estaba mal, pero no podía detenerse ahora que sabía que no era el único que se sentía como un idiota enamorado.

ᴳʳᵃᶜⁱᵃˢ ᵖᵒʳ ˡᵉᵉʳ ʸ ᵛᵒᵗᵃʳ

~백K

Memorias de un idiota 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora