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-¿Lo intentaste?

Preguntó PyungShon, aún sentada en aquel típico sillón de cuero digno de un lugar como este.

Yo asentí mientras mis mejillas comenzaban a arder, pero después de eso el ambiente comenzó a destensarse.

-Pero no pude terminar...como siempre  - lo último lo suspiré, pero por su expresión sabia que me había escuchado a la perfección.

Sobé mi rostro de forma frustrada y bufé, enfadándome nuevamente conmigo mismo.

-¿Y cómo te sentiste? ¿Qué es lo que hizo que te detuvieras...?

Mierda, odiaba estos momentos...

JiMin, solo lo hago por ti, mocoso. Solo por ti.

-Cada vez que intento hacer ese tipo de cosas solo me vienen a la cabeza recuerdos del secuestro...de esas asquerosas personas diciéndome cosas...tocándome, insultándome... - cerré mis ojos con fuerza y suspiré antes de continuar- Estaba y estoy cansado de eso...es muy frustrante no poder hacer ciertas cosas porque me vienen recuerdos de esos días. Incluso cuando creo haberlo superado algo nuevo aparece y me dan ganas de vomitar y alejarme de mi mismo...

-Vaya...-ella apuntó algo en su libreta y yo suspiré de nuevo, esta vez abriendo los ojos lentamente- ¿Cuándo comenzaste con nuestra pequeña prueba no tuviste esos recuerdos?

-En realidad...

Pasaron cerca de dos horas más hasta que salí de aquella sala, con las manos en los bolsillos y la mirada baja.

-Cariño, ¿ha ido bien?

Asentí levemente y saqué una de mis manos del bolsillo, llevando con ella una hoja doblada en varias partes. JiMin la cogió y desdobló con sumo cuidado y, cuando al fin pudo leer su contenido, abrió los ojos con sorpresa.

-Me ha recetado otra medicación... - levanté mis brazos para hacer una falsa señal de felicidad, pero simplemente no podía, ni siquiera podía ser sarcástico con una noticia como esa.- Es un relajante muscular, pero como tengo antecedentes me tienes que controlar las dosis...-bajé la mirada nuevamente, dejando caer mis brazos de golpe- Lo siento...

-Mi Gatito...no te preocupes, ¿si? -sus brazos me acogieron con cuidado al tiempo que yo le miraba por primera vez a los ojos, enseñando directamente mis aguados orbes. - No llores, pequeño. - una de sus manos acogió mi mejilla derecha, a la que dió caricias y secó la única lágrima que había dejado caer.

Nuestra frentes se unieron en un gesto cariñoso, siendo siempre él quien tomaba la iniciativa de todos nuestros movimientos.

-¿JiMinssi? - la voz de nuestra psicóloga sonó a mis espaldas, pero él no me dejó darme la vuelta. De hecho, reforzó nuestro agarre y me escondió en su cuello, obligándome a distanciarme un poco de esa triste realidad. - Supongo que YoonGissi ya te dijo que tenías que controlarle las dosis del nuevo tratamiento, ¿cierto? - noté cómo la cabeza del rubio se movía, dando  entender que sí era así.- Sólo tiene que tomarlas cuando esté en momentos de tensión, con multitud o en un lugar donde pueda acumular estrés.

Mi menor volvió a asentir, solo que cada vez su voz sonaba más distorsionada, quizá era porque su suave aroma me estaba tranquilizando de sobremanera.

-También puede tomar esto para no tener pesadillas y tener un buen proceso del sueño. -una de las manos del menor acogieron algo, como si le diese algo más que no me había comentado a mí - Y sobretodo...aunque no puedas comprenderle, tienes que estar junto a él cuando tenga sentimientos contradictorios. Necesita a alguien en quien apoyarse en todo momento hasta que pueda superar todos sus traumas...es un proceso que puede tardar meses, incluso años, pero él está decidido en hacerlo en cosa de semanas así que...

Ella suspiró y yo...bueno, yo me había ido al mundo de los sueños cuando la mayor terminó de decir el último tratamiento.

Quizá por eso le contó todo aquello a JiMin.

-Intenta que pase el máximo tiempo posible con amigos, su hermano y contigo...necesitará sus momentos a solas, pero uno de sus problemas es el miedo al abandono. -JiMin comenzó a dejar suaves caricias por mi espalda, cogiéndome en peso poco después- Si siente que algo de él puede hacer que os alejeis, se va a sentir muy culpable. Esopuede llevar a una recaída de depresión o incluso a un ataque de ansiedad. Por eso tenéis que recordarle de forma indirecta que eso no pasará, ¿de acuerdo?

-Claro...haré lo que sea para que esté bien de nuevo.

-Sois valientes, JiMinssi. - suspiré entre sueños en el cuello del menor y me encogí sobre mi mismo, tratando de darme algo más de calor entre el frío del último mes del año- Creo que alguien necesita que le lleves a casa...

De alguna forma perdí por completo la consciencia, cuando desperté ya era de día y Kook estaba a mi lado, durmiendo pacíficamente mientras mi pareja hacía pequeñas trenzas en mi pelo.

-JiMinnie... - él me miró y yo...yo solo pude sonreír, dejar un beso sobre sus labios y recostarme sobre su pecho, escuchando el relajante sonido de sus latidos.

Gracias a él podría volver a ser yo, a no tener miedo...sería feliz de nuevo. Estaba costando más de lo que pensaba...pero estaba seguro de que merecería la pena.

Y por desgracia, yo nunca me he equivocado.

-'Capítulo 254. Nuevos tratamientos.'

Memorias de un idiota 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora