Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

느리게

Las cosas habían mejorado, o al menos gran parte de ellas lo hicieron.

Por las mañanas iba a su nuevo instituto, por las tardes trabajaba a medio tiempo y, cuando su turno terminaba, iba a casa de los Park, cenaba, se duchaba y acababa dormido más rápido de lo que podía imaginar.

Los días en los que iba a casa acababa completamente ajeno a su padre o lo que quisiera que pasase a su alrededor. Solo sabía que podía reir sin motivo, tener alucinaciones o incluso quedarse en un estado de trance por horas completas.

Esos momentos eran los que le hacían tener ganas de seguir vivo, porque su mente estaba tan colapsada que veía lo que más anhelaba.

Esa tarde no fue diferente.

Tenía el día libre e iba a aprovechar para colocarse una vez más, pero por la mañana había estado fumando más que de costumbre, puede que hubiese tomado alguna que otra cerveza durante la comida y acabó pasándose con las cantidades.

Una vez todo el polvo ingresó en su nariz, se recostó sobre su cama, esperando a que tuviese efecto.

Sus pupilas comenzaron a dilatarse poco después, la realidad que veían sus ojos se distorsionó, o al menos lo hizo hasta que empezó a encontrarse mal.

Los latidos de su corazón eran extremadamente lentos, su respiración era demasiado pesada y sus ojos parecían querer cerrarse en su contra. Estaba bien, lo estuvo hasta que sintió que se caería aún cuando estaba acostado.

La había cagado. Se había pasado.

Aún algo confundido, sintió sus oídos pitar y su vista nublarse.

Su teléfono parecía estar a cientos de metros de distancia, pero realmente solo le separaban de él dos pasos.
Intentó levantarse para avisar a alguien de que no se encontraba bien, pero cuando consiguió ponerse en pie y desbloquearlo, la única persona que había en su mente para momentos de riesgo recibió una llamada.

Los tonos comenzaron a rebotar dentro de su cabeza, pero cuando escuchó una respuesta ya se encontraba en el suelo, sintiendo su cuerpo detenerse lentamente mientras la voz que hacía eco en su cabeza le preguntaba si se encontraba bien.

Si no fuese porque se preocupó y decidió ir a comprobar qué ocurría, seguramente habría muerto.

Su padre no estaba en casa, así que nadie abrió la puerta cuando llamaron constantemente. Por suerte JiMin sabía cuál era su ventana y se asomaron para comprobar que se encontraba dentro.

No pensaron que se lo iban encontrar de esa manera.

Rompieron el cristal y entraron a por él, intentando hacerle reaccionar cuando solo conseguían que sus ojos se moviesen lentamente. Si no fuese por su heterocromía, seguramente no se habrían dado cuenta de que sus pupilas estaban demasiado dilatadas como para ser normal.

- Mierda... YoonGi ¿Qué has tomado?

Escuchando solo sus voces lejanas y sin poder reaccionar, susurró un casi inaudible "lo siento" antes de cerrar suavemente los ojos, no aguantando el gran peso que le pedia un poco de descanso.

- NO HAY TIEMPO DE LLAMAR A UNA AMBULANCIA, JODER.

Como pudieron le sacaron de allí entre padre e hijo, metiéndole JiMin en el coche y poniéndose uno de sus padres al volante, conduciendo a toda velocidad mientras tocaba la bocina para no tener un accidente.

- Hyung... ¿Por qué respiras tan lento?

No recibió ninguna respuesta, ya nisiqueira sus ojos se movían.
Él sabía cómo se vivía desde fuera porque fue así como su madre se suicidó y, por desgracia, ahora lo estaba viviendo en primera persona.

No quería que JiMin sufriera como él lo hizo, pero no pudo evitar dormirse aún cuando le gritaban que no lo hiciese.

Cayó inconsciente, sus ojos entreabiertos y su cuerpo tirado sobre los asientos traseros.

- JiMin... Siéntate con papi.

Preocupado, negó y cogió su mano con fuerza, comenzando a derramar lágrimas al no ver ningún tipo de reacción por su parte.

- JiMin, no tienes edad para ver esto, siéntate delante. – al verle negar, no pudo aguantarlo, pero es que era de verdadera importancia que lo hiciera – ¡Siéntate, joder!

- NO QUIERO SENTARME.

No quería gritarle. Mucho menos dañar sus sentimientos, pero al no ver el pecho de YoonGi volver a subir no pudo controlarse.

- TIENE UNA MALDITA INTOXICACIÓN, ESTÁ TENIENDO UNA SOBREDOSIS Y PUEDE MORIR, JODER. SIÉNTATE CON TU PADRE.

Al decir aquello, JiMin le miró con los ojos llenos de lágrimas y obedeció, pero estuvo mirando sobre el asiento cómo su padre golpeaba con cuidado su rostro y ponía el oído en su boca, remangándose cuando se dio cuenta de que no respiraba.

La maniobra duró ocho largos minutos, pero fue suficiente para llegar al hospital y dejar que unos enfermeros se hiciesen cargo.

- ¿No saben qué ha podido consumir o en qué cantidad...?

Negando entre lágrimas, el mayor de los tres negó, mordiendo sus labios hasta partirlos.

- Yo, no sabía que consumía... No. No podría haberme imaginado que él...

Tragando en seco JiMin se acercó a sus padres y les abrazó, disculpándose porque no había dicho la verdad desde el principio.

- Me dijo que estaba tomando algo... Pe. Pero eran solo cigarrillos, me dijo que eso le ayudaba a calmarse cuando se sentía mal pero, no pensé que estuviese drogándose. Lo siento mucho, debí deciros algo, pero pensé que no sería tan malo si decía que se sentía mejor y. y...

- No pasa nada, cariño. – besando suavemente su frente, le abrazó con fuerza, dejando que se desahogara en su pecho.

- No sabias que estaba haciendo esto... No es tu culpa, mocoso. – acariciando su cabello, intentó animarle, pero todos estaban sorprendidos por lo que habían descubierto hace menos de una hora.

Se culparon a ellos mismos porque nadie se dio cuenta de que cuando se quedaba mirando a un punto fijo no era porque su mente quedase en blanco, sino porque estaba colapsada.

Cuando reía sin motivo no se trataba de que estuviese muy feliz o viendo algún vídeo solo.

Cuando se quedaba por horas completas mirando el techo no estaba sumergido en sus pensamientos.

Cuando iba bailando y riendo por los pasillos, como si llevase puesta una banda sonora en los auriculares que ellos no podían escuchar...

Estaba intentando huir del dolor, de su realidad.

Pero eso estuvo a punto de arrebatarle la vida.

1/?
  10 aniversario
¡Felicidades ARMY!

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ᴳʳᵃᶜⁱᵃˢ ᵖᵒʳ ˡᵉᵉʳ ʸ ᵛᵒᵗᵃʳ

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