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Tomar vino.

Crear ritmos.

Dar caricias a la bola de pelo.

Ignorar a JiMin.

Volver a beber vino.

Escribir una letra.

Dar los retoques a la canción y volver a beber antes de enviarla.

Repetí aquel proceso durante más de veinticuatro horas seguidas. Cerca de día y medio había pasado y ahora habían trece canciones enviadas, dos a medio terminar y yo estaba completamente borracho frente a la demasiado brillante pantalla de mi ordenador.

Tuve que dejar de trabajar por las arcadas que me dieron al intentar meter un sorbo de aquella roja sustancia nuevamente en mi garganta. No pensé que quizás ya era demasiado.

-No puedo seguir así... - sobé mi cabeza con desespero al darme otro pinchazo en las sienes.

Sinceramente me gustaba el sabor de aquel vino, pero no lo había bebido por eso.
Por alguna razón mis labios comenzaron a picar por algo más dañino, mataría por tener un cigarro entre mis dedos, pero ahora que sabía que mis sueños eran reales y que durante bastante tiempo estuve consumiendo aquella porquería...estaba decidido que no volvería a ese vicio.

Suspiré pesadamente antes de recostarme sobre mi cama, lugar donde me quedé pensando en varias cosas, más concretamente sobre lo sucedido en estos últimos días.
Había sido una completa locura, pero aquí estaba, de nuevo...

Acostado, borracho y triste.

Una mala convinación, ¿no?

Seguí analizando todo lo ocurrido y en algún momento algo hizo click en mi cabeza. Comprendí algo que hasta hace unos segundos no hacía.

En tres días sería el cumpleaños de Park, de mi JiMin, mi vecino, de...de la persona que me había hecho daño con sus palabras, quizás sin querer... Del que estoy completamente enamorado...

-No...no te dejes llevar por algo así. -fruncí mi ceño ante el debate mental que tenía contra mi mismo, aquel en el que no sabía si debía ignorar que mi menor cumpliría un año más o quizá...-YoonGi, no, estás ebrio.

-¡Pero es su cumpleaños! ¿Sabes lo feliz que le haría?

-Pero me hizo daño...

-Eso no importa, lo importante es que será un día importante para él y quiero estar a su lado.

-Pero...¿Qué podría hacerle?

Bueno, debería mover algunos cables rápidamente si quería hacer algo para él. Quizás podría llamar a los chicos y hacer una cena o una comida.

-Podría hacer una barbacoa en el patio...

No quise, pero al parecer el alcohol jugaba a favor de JiMin.

Puede que mañana siguiera con mi trabajo, solo que no sería con una botella de vino, que más quisiera.

Vino no...pero quizá sí soju, ron o una buena lata de cerveza.

-Ah, YoonGi, en qué cosas piensas...

Así, con más alcohol que sangre en el cuerpo y con una pequeña bola de pelo sobre mi pecho, acabé rindiéndome ante Morfeo, quien no me despertó hasta la madrugada del día siguiente con un fuerte rallo.

Pero...eso fue en un día distinto.

-'Capítulo 205. Sobrio y feliz.'

Memorias de un idiota 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora