Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

241

La tormenta de nieve ya había pasado de largo, tan sólo quedaba retirar los restos de las calles de Seúl, la cual era ahora de hermosos y brillantes tonos blanquecinos.

En vez de ponernos a limpiar el desastre en nuestras propias casas, fuimos a dar un paseo junto a Holly y Suga, quienes jugaban entre la nieve, saltando y hundiéndose en las zonas más profundas.
De alguna forma pasamos frente al lugar donde vivían TaeHyung, HoSeok y JungKook, quienes limpiaban con ayuda de algunos vecinos la entrada del edificio.

-YoonGi Hyung, últimamente sales más que en toda tu vida. - Tae rió a carcajadas mientras se burlaba de mí - Creo que nunca te había visto tantas horas en la calle sin un café en la mano.

Rodé mis ojos con resignación y suspiré, mirando esta vez a HoSeok, quien retiraba los charcos de nieve medio derretida de las zonas ya limpias.

-Hobi, ¿necesitas ayuda?

De alguna forma tardamos una hora y media en volver a nuestro camino, camino en el que nuestros dedos meñiques se unieron discretamente.

-¿Este es el lugar que dijiste? - asentí lentamente al comprobar en mi teléfono la dirección, sí que era allí.

En aquel gran edificio frente a nosotros hacían todo tipo de tratamientos de belleza, desde las más difíciles de las cirugías faciales y corporales hasta quitar lunares o aclarar la piel.

-¿Estás listo? - preguntó de nuevo JiMin, esta vez apretando su agarre en mi meñique.

-Eso creo...

A pasos lentos entramos al amplio lugar de once plantas junto a nuestras mascotas, pronto fuimos recibidos por una pequeña mujer de mediana edad, quien nos sonrió y trató de muy buena forma a los cuatro, explicándonos el proceso en el que deberíamos hacer para hablar con los especialistas y demás. Además, dejamos a nuestros pequeños con una persona que los cuidarían hasta que termináramos por hoy.
Tras bastante tiempo con papeleos sobre alergias, tendencias médicas, historiales médicos y demás, conseguimos llegar hasta el despacho de la especialista en eliminar cicatrices, manchas de la piel, tatuajes y esas cosas tan molestas de la piel.

-Según tengo entendido, ambos queréis eliminar cicatrices, ¿cierto? - ambos asentimos a la vez, sonriendo débilmente poco después de darnos cuenta de nuestra compenetración- Como comprenderán, tengo que ver las marcas para poder escoger el tratamiento más adecuado...

El primero en hacerlo fue JiMin, él levantó las mangas de su larga sudadera y puso su brazo derecho sobre la mesa y después el otro, dejándolos los dos a la vista.

-De acuerdo...tus cicatrices no han sido demasiado profundas. -el guante de latex rozó la superficie de su piel, dejando en claro que no habían hundimientos por ello- Con unas dos o tres semanas de tratamientos láser podremos quitarlas y las borraremos por completo, ¿de acuerdo? - JiMin asintió con una pequeña sonrisa, agradeciendo el hecho de que no fuese más grave de lo que pensaba.

Entonces me asusté, lo hice cuando aquella mujer me miró fijamente, esperando a que levantara mi manga o algo parecido, lo que no sabía era cada uno de los rincones de mi cuerpo estaban cubiertas por cicatrices.

-Él...tiene bastantes más que yo...- la mujer miró al menor, prestándole toda la atención del mundo- Por todo el cuerpo...no sólo en los brazos.

Ella asintió y susurró algo que no llegué a comprender, cosa que me desesperó pero, cuando escuché a Park decir "es mi pareja", todo pareció destensarse mínimamente.

-YoonGissi...necesito que te quites las ropa para poder verlas y tratarlas... ¿te importa? - mierda. Esto era más difícil de lo pensé.

Asentí y me levanté lentamente de la silla donde nos habían pedido que tomáramos asiento.

Suspiré pesadamente al ayudarme JiMin a quitar parte de mi ropa, al menos hasta que quedé en ropa interior, abrazado a su cuello y con mi rostro escondido en el mismo mientras aquellos guantes de latex comprobaban cada una de las marcas de mi cuerpo.

Tardó tanto tiempo en examinarlas que comencé a agobiarme, aún si JiMin me abrazaba con fuerza.

-YoonGissi, tengo buenas y malas noticias -mierda, mierda, mierda - La buena es que podremos eliminar todas estas cicatrices en tu piel sin cirugía. -sonreí a medias. Dios, eso era genial-Lo malo es que tardaremos entre dos y tres meses en terminar el tratamiento...

-¿Dos...?- se me formó un fuerte nudo en la garganta, no podría ser cierto...¿Acaso me habían hecho más heridas de las que creía?

Perdí la cuenta cerca de las cuarenta y cinco, pero no recordaba que fuesen tantas...o tal vez sí.

-Sí, bueno, por lo que he visto tienes muchas y en zonas muy concentradas...obviamente todo sería más rápido con una cirugía, pero con microagujas en algunas zonas, implantes para rellenar las partes hundidas y unas cuantas sesiones de láser en las más superficiales podrían eliminar por completo tus cicatrices entre siete y diez semanas.

¿Micro qué...? Joder, no entendía nada de lo que había dicho, quizás era por el miedo que sentía, por la sorpresa de tardar tanto tiempo o...joder, eso no podía ser cierto, ¿verdad?

-JiMin...-fui interrumpido por la mujer frente a nosotros, quien siguió comprobando algunas cicatrices más antes de dejarme volver a taparme con mi ropa.

-¿Puedo preguntar cómo te las hiciste?

Miré fijamente a mi menor, el que me miraba con sus ojos de forma triste y con una pequeña sonrisa que no logrababa tranquilizarme.

Negué levemente, moviendo mi cabeza a ambos lados y suspiré, esta vez abrazando el cuello de Park con cuidado en el desesperado intento de esconderme del mundo...aunque fuese solo por unos minutos.

-¿Entonces...? ¿Habéis tomado una decisión?

Tres meses de tratamiento o cicatrices en mi cuerpo para toda la vida...

-YoonGissi, podemos hacer cirugía si te preocupan las...

No le dejé terminar, por mucho que tardase lo iba a hacer, tenía que quitarme este peso de encima y...esta era la mejor forma de hacerlo.

-Lo haré. - JiMin sonrió levemente y acarició mi mejilla, dándome a entender que estaba conmigo en esto- Lo haremos juntos...

Aquella tarde concertamos una cita para la siguiente semana donde ambos tendríamos nuestra primera sesión de muchas más, por no decir que luego visitamos un edificio diferente para pedir cita con una de las mejores psicólogas de Sur Corea.

Sin duda...fue un gran día para mí pobre corazón.

-'Capítulo 241. Láser y microagujas.'