302

34 11 0
                                    

Mi estómago dolía, y no solo eso, mi boca también, toda mi garganta e incluso mi piel lo hacía.

Desperté acostado en una camilla con el peso de mi pareja sobre mis piernas.
Me sentía algo ido, era como si todo mi cuerpo estuviese en mi contra, y eso lo atribuí a la extraña sustancia que ayer había tomado sin querer.

Poco a poco me senté en mi lugar, despertando a Jimin en el proceso, quien abrió sus ojos nada más sentir movimiento en la camilla.

-¿Yoonnie...?

Con una mano refregué mi ojo izquierdo en el intento de apartar el mareo de mi cabeza, pero fue mi menor quien terminó de apartar aquella extraña sensación de cansancio.

-Lo siento...lo siento mucho, bebé. - sus pequeñas manos pasaron a estar en mis mejillas, dando suaves y delicadas caricias. - No sé porqué dejé algo como eso ahí...no pensé que fueses a beber de nuevo, lo siento...

-No...no importa. No es tu culpa, es mía por empezar a beber otra vez...

Traté de bajar la mirada, pero solo mis ojos se movieron, todo por Park, quien seguía sujetando mis mejillas con cuidado. Con un fuerte suspiro puse mis manos sobre las suyas, rozando mis propias mejillas al ser mucho más grandes mis dígitos.

-¿Por qué empezaste a beber...? ¿Es por la amenaza del video?

Asentí suavemente mientras cerraba mis ojos por las nuevas caricias que estaba recibiendo.  Mi menor sólo suspiró y llevó una de sus manos a mi estómago, lugar que acarició mientras dejaba pequeños besos de gnomo junto a mi nariz.

-Tuvieron que hacerte un lavado de estómago...al parecer el alcohol se mezcló con el alucinógeno e hizo que tuviese mucho más efecto en ti...

Supuse que era por eso por lo que tuve alucinaciones tan fuertes, igual que aquella sensación de estar fuera de mi propio cuerpo. También supuse que era por eso por lo que mi estómago, garganta, boca y cabeza dolían tanto.

Estaba demasiado cansado como para pensar en esas cosas, de hecho, lo estaba para todo. Sentía que me acabaría durmiendo en cualquier momento.

-Tuvieron que anestesiarte...me dijeron que era posible que estuvieses adormilado por unas veinticuatro o treinta horas, más o menos.

Volví a asentir suavemente, de hecho, lo hice justo antes de sentir nuevamente su tacto en mi estómago, cosa que me dejó mucho más ido que antes.

-¿Cuántas horas han pasado?

Mi menor se acercó un poco más a mi sin apartar su mano de mi estómago, mano que pasó a estar bajo el pijama de hospital, haciendo las caricias mucho más satisfactorias.

-Ayer íbamos a ducharnos a las seis y cuarto, más o menos, y ahora son las...-se tomó un momento para mirar al reloj digital de la pared, obviamente sin dejar de repartir aquel suave toque, tras lo que suspiró y volvió a mirarme a los ojos ditectamente- son las siete de la mañana, pero hasta las nueve no pueden darte el alta, Gatito.

Suspiré pesamente antes de recostarme de nuevo en la camilla, cogiendo la mano de mi menor para llevarla hasta mi vientre bajo.

No lo negaré...si realmente fuese un gato habría soltado un fuerte ronroneo al tener aquellos dedos acariciando mi vientre. De hecho, cerré mis ojos con fuerza y entreabrí mis labios, totalmente relajado cuando logré conseguir mi objetivo. O almenos me permití relajarme hasta que mi menor volvió a hablar, rompiendo el cómodo silencio que se había formado.

-Yoonnie...he hablado con nuestro abogado sobre la amenaza.

Vaya, eso no me lo esperaba.

-Me ha dicho que de momento no deberíamos hacer nada...tan solo que cerremos las ventanas y cortinas por si acaso y que pongamos cámaras, por nuestra propia seguridad.

-¿Y el video?

-Tú y yo reconocemos nuestras voces al hacer estas cosas...pero, como sólo había iluminación de las farolas de la calle, apenas se nos ve bien, Yoonnie. - su mano libre acarició mi cabello con cuidado, obligándome a cerrar de nuevo los ojos. - Sí suben ese video nadie nos reconocerá. Además, estábamos utilizando las mantas, así que no se ve absolutamente nada.

-Pero...

-Tú solo relájate, todo estará bien si confías en mi...

Yo...yo enserio quería confiar en él. Lo hacía.
Pero seguía teniendo aquella sensación de que algo no iba bien...no, de hecho, incluso después de intoxicarme y recibir aquella amenaza, todo parecía ir demasiado bien.

Es decir, no había ido demasiado bien, pero podría haber sido mucho peor.
Podría haber muerto por la intoxicación, pero no lo hice.
En el video que nos habían enviado junto a la amenaza no se veían nuestros rostros, solo los brazos y parte de la espalda de Jimin, quien estaba sobre mi en aquel momento. La manta tapaba desde la espalda baja hasta los pies de mi menor, así que lo único que daba a entender lo que estaba pasando eran los jadeos y suspiros temblorosos que ambos dejábamos escapar. Aunque...ahí Jimin tenía la razón, no creo que nadie pudiera reconocernos sólo por eso.

-Está bien, pero...no me dejes solo...por favor.

Una pequeña sonrisa fue lo último que vi antes de dejar yo un suave beso sobre mis labios, esos que me absorbieron por completo.

-No te dejaré solo a menos que tú me lo pidas...ya no más.

¿Qué haría yo sin él?

Seguramente volvería a mis vicios, acabaría callendo en una depresión nuevamente...

Quizás, solo quizás, era mejor que las cosas malas me pasarán a mi y no a él.

Si yo era el que tenía que sufrir...entonces,todo estaría bien.

¿Cierto?

-'Capítulo 302. Resaca...y algo más.'

Memorias de un idiota 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora