251

40 8 0
                                    

Esperé durante una hora y media en la sala de espera del psicólogo, diría que casi dos horas en realidad.
Lo cierto es que me quedé dormido tras los primeros cinco minutos de entrar JiMin en la sala al final del pasillo.

En un principio no soñé con nada pero, pasado un tiempo, comencé a ver la imagen de un adulto, uno que hizo que se me erizase el bello del cuerpo.

-YoonGi, tengo que hablar seriamente contigo, hijo.

No tendría más de doce años...pero entonces ya me encogía con solo escuchar su voz.

-El chico con el que has venido desde el colegio. - su tono comenzó a pasar a ser uno mucho más molesto y grave, lo que hizo que mi antiguo yo comenzara a temblar- ¿Él es otro de esos enfermos?

-¡No! - el pelinegro más bajo negó, moviendo su cabeza hasta el mareo. - Él no está enfermo, no tiene fiebre ni... - mis palabras quedaron a medias, lo hicieron al recibir un fuerte golpe en el estómago, una que me hizo caer al suelo, soltando lo que parecía ser algo de sangre por la boca al instante.

-Le he visto darte un asqueroso beso en la mejilla y, ¿ acaso crees que es normal ir con un crio cogido de la mano de esa forma, eh? - recibí otro golpe, esta vez en mi mejilla- ¿Acaso ves eso normal? ¿Qué clase de padre deja que su hijo sea un marica desde tan joven?

-Pa.papá...

-¡Cállate! - un nuevo golpe cayó, pero esta vez no pude recuperarme, tan solo quedaba algo de consciencia en mi maltratado cuerpo -¿El idiota de tu hermano te ha contagiado? ¿Acaso eres tú un enfermo también, YoonGi?

-YoonGi...

-Hijo...¿estás bien?

-Yoonnie, despierta.

-¡Mira papá, es Yoonnie Hyung!

Mis ojos se abrieron con fuerza, así como mi respiración agitada me agobiaba incluso a mí.

-Ey...estoy aquí, ¿estás bien?

Asentí lentamente mientras me aferraba a la camisa del rubio, el mismo que dejaba suaves caricias sobre mi espalda y nuca.

Solo un mal recuerdo...solo eso.

-Buanas tardes...supongo que te acordarás de mí, Yoongissi- Lee PyungShon, mi psicóloga. Asentí lentamente, sacando mi cabeza del escondite que era el pecho de mi menor. - ¿Te parece bien que entremos en la sala y charlemos un rato?

-Un segundo... - sorprendí a Jimin aunque, de todas formas, ya no podía volver atrás. Le abracé fuertemente sin previo aviso... De hecho, tardó bastante en reaccionar -Un minuto...

La mujer a mi lado rio dulcemente y asintió, entrando a su oficina mientras yo restregaba mi mejilla en el hombro cubierto de Park.

-¿Mi Gatito quiere mimos?

Estaba avergonzado, pero no le iba a negar algo obvio.

-Solo un minuto...solo eso, por favor.

JiMin rió suavemente y comenzó a dejar caricias tras mi oreja con una de sus manos y en mi estómago con la otra, sus labios dejaban suaves besos sobre los mios y en mis mejillas, lo que dejó mi rostro aún más rojo, si era posible.

Tras un largo rato dejando suaves besos sobre mis mejillas me separé de él e hizo un pequeño puchero.

Me daba vergüenza pedirlo...así que simplemente lo hice.

Sujeté sus mejillas con cuidado y me acerqué hasta sus labios. Allí dejé un profundo contacto para después huir hasta la sala donde me esperaban.

Ni yo me esperaba que pudiese hacer eso...

-¿Te encuentras mejor? - preguntó la mujer al cerrar yo la puerta, a lo que asentí lentamente antes de sentarme- ¡Genial! ¿Cómo te ha ido la semana?

Entonces le conté un poco por encima lo que había hecho en el tiempo que no le había visto, todo menos un pequeño detalle.

-Antes de entrar aquí...en la sala de espera, ¿tuviste una pesadilla?

Suspiré pesadamente antes de mirar a mis piernas, las cuales daban pequeños saltos una y otra vez por los inevitables nervios.

-No era una pesadilla, yo... - dude sobre si contralto o no pero, considerando la razón por la que estaba ahí, debía decirle la verdad- Por la amnesia olvidé prácticamente toda mi vida y aún no termino de recordarlo todo...por alguna razón recuerdo las cosas a través de sueños o expontáneamente, cuando me falta el aire... - ella asintió, declarando que me entendía a pesar de ser un lío con las palabras.-Tuve una vida dura...mi padre nos maltrataba a mí y a mi madre, a ella por ser mujer y a mi por ser homosexual. -sus ojos se abrieron levemente, aunque no debería sorprenderme- Conocí a JiMin cuando éramos unos críos, sus padres también son homosexuales, él es adoptado así que...

Jugué un largo rato con mis dedos, cosa que ella pareció notar.

-Mi hermano se fue de casa cuando todabía estaba en la preparatoria, huyó de casa sin mí. Además, mi madre murió cuando era más joven...por lo que tuve que convivir con él hasta que pude escaparme con JiMin.

-¿Has vuelto a ver a tu padre? - suponía que iba a volver a hacer esa pregunta...era bastante obvio-¿Te ha vuelto a hacer daño?

Con un suspiro asentí y señalé mis muñecas y estómago, después de eso mi cuello y mejillas.

-A veces se presenta frente a mi casa...una vez me golpeó en la mejilla, después intentó ahogarme...des.después, un día sufrí un ataque de pánico...me sedaron y... -tragué de forma dura y bajé la mirada, tratando de ser fuerte - Él hizo como si me hubiese autolesionado...también trató de agredirme no hace mucho.

-YoonGissi...¿Has planteado la posibilidad de denunciarlo?

Asentí lentamente y mordí mi dedo pulgar, comenzando a romper la piel de alrededor.

-Voy a hacerlo...decunciaré a mi padre y trataré de resolver lo del secuestro. - suspiré y aparté el dedo de mi boca, mirando por primera vez a Lee -Estoy en ello, y también estoy en tratamiento para quitar las cicatrices que me han quedado...

-Vaya...es un gran avance. - Volví a asentir, esta vez sonriendo levemente- Y dime YoonGi... ¿Entonces, por qué decidiste venir?

Mierda.

-Pues...esto es muy vergonzoso, pero tengo un propósito...-ella hizo un pequeño sonido con su garganta y se sentó correctamente en el sillón, dándome toda su atención- Necesito superar uno de mis traumas...y necesito tenerlo superado para antes de Navidad.

-'Capítulo 251. Propósitos.'

Memorias de un idiota 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora