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Me encontraba acostado en el sofá de la casa de mi menor, escribiendo una de las letras que pensaba incluir en mi álbum aún en proceso. O al menos eso hice hasta que Suga, el gato de blanco pelaje y heterocromía que vivía en aquel lugar, comenzó a restregar su cabeza contra mi pelo, lo que me hizo sonreír levemente.

Después de eso comenzó a ronronear y a masajear mi cabello, entonces agradecí que tuviese las uñas cortadas.

-Hola... - cogí al pequeño entre mi manos y lo puse sobre mi pecho, en un principio quería marcharse, pero cuando empecé a acariciar el espacio tras sus orejas los ronroneos aumentaron.- Creo que ya entiendo por qué Minnie me llama así.

Suspiré pesadamente antes de notar como el felino se recostaba sobre mi, lo que me llenó de ternura. Por no hablar del momento en el que se escondió en mi cuello y comenzó a lamer suavemente mi oreja, siendo más las cosquillas que otra cosa.

Hoy tendría mi sesión con PyungShon por teléfono, todo porque Jimin hoy no podría llevarme y yo no tenía coche, o al menos no aún.

La llamada empezó a las cuatro, como siempre lo hace, pero esta vez me pareció mucho más cómoda de lo normal, quizás fue por tener a aquella bola de pelo en mi cuello dormitando, o quizás sería por las mantas que cubrían mis piernas y torso.

Sonreí suavemente y fijé mis sentidos en la voz de Lee, quien me había preguntado algo anteriormente.

-¿Crees que estarás bien si no puedes salir por un tiempo? - asentí suavemente, haciéndome cosquillas involuntariamente con el pelo del animal- ¡Genial! YoonGissi...el otro día, hablando con tu hermano, pensamos que sería buena idea que quedases ajeno a todo el trámite, los papeleos y demás de la denuncia a tu padre.

Bueno...era obvio que iban a dejarme fuera de toda esta mierda, de hecho, lo agradecía. Sentía que si no lo hacía podría volver a caer en depresión y...sinceramente no estaba en el mejor momento para una recaída.

-La verdad, nonna, no quiero saber nada de ese hombre, sólo quiero saber que vamos a estar bien, que no va a volver a hacer daño a nadie...con eso me vale.

No estaba conmigo, pero de estarlo seguramente estaría sonriendo, en parte por haberle llamado "nonna" y por otra por todo lo que estaba avanzando últimamente.

-Eso es genial, YoonGissi - el felino en mi cuello finalmente dejó de mover su cola, indicándome que se había quedado dormido sobre mi- Por cierto, ¿qué tal vas con tu reto de este mes?, ¿crees que serás capaz de superarlo para antes de Navidad?

Cogí aire y luego lo solté poco a poco. Iba a contar algo que no podía comentarle a mi pareja, de hecho...era algo que quería hacer por los dos, así que me alegré de que no estuviese presente.

-De hecho...no lo sé, desde que lo intenté ese día no lo he vuelto a intentar, y estando con él es cuando he llegado más lejos, así que...

- ¿Le pedirás ayuda a Jiminssi?

Suspiré pesadamente antes de responder, porque realmente ni siquiera yo sabía si podría pedirle ayuda o no. Estaba confuso...seguramente me diría que si, pero primero me tengo que amar a mi mismo y todas estas chorradas que siempre me dice.

-No tengo la menor idea. Es que...aquella vez ni siquiera pensé que se fuese a despertar. - bajé la mirada hasta mis pies, los cuales se encogían uno tras otro; derecha, izquierda una y otra vez. - ¿Sabes...? Probaré de nuevo, pero no le pediré ayuda...si llegase a pillarme no le detendré, pero si puedo hacerlo solo...mejor aún, ¿no?

-Sí, es mejor si consigues llegar tu solo hasta el final, seguramente cuando dejes de recordar malos momentos en esas situaciones tendrás más libertad.

Asentí suavemente y miré la cola del mínino aún sobre mi, el que se acomodó mejor junto a un tierno sonido.

-¿Me llamarás si hay novedades?

-Si, nonna- bostecé y estiré parte de mi cuerpo, tratando de no despertar al animal que aún descansaba sobre mí. - Creo que voy a trabajar hasta que llegué Jimin-ah.

-Está bien, ¡hablamos luego!

La llamada cortó como lo hice yo con un papel minutos después, cuando trataba de continuar con mi trabajo.

Mis ojos se cerraban en ocasiones, supuse que sería por el cansancio, pero aún así seguí con mi trabajo hasta que quedé inconsciente sin quererlo.

-¡He llegado a casa...! ¿Gatito? - el felino respondió, sin embargo yo solo pude entreabrir mi boca y seguir durmiendo, esta vez con la pequeña bola de pelo restregándose contra mi cuello, pidiendo mimos.-Mi vida...¿No es muy temprano para dormir?

Yo seguía en mi mundo, lo hice hasta que fui cargado hasta la habitación, lugar donde Jimin me dejó con cuidado sobre las sábanas para después abandonarme e ir a la ducha.

Todo lo que recuerdo es su fuerte olor a fresas y coco inundar mis fosas nasales, sus brazos rodearme con fuerza, manteniéndome alejado del frío que este mes nos proporciona y la lectura de un nuevo poema, uno correspondiente al día de hoy.

-'Tuve mucho que decir,
tengo mucho por hacer.

Tenemos muchas cosas por ser...

Pero al parecer alguien ha atado mis manos y ha cosido mi boca.

Ahora solo me queda ser por y para ti, en silencio.'

-'Capitulo 265. Bolita.'

Memorias de un idiota 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora