Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

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Todo está oscuro...y seguramente también estaría en silencio de no ser por mi pesada respiración y algunos sonidos más que no puedo reconocer por mucho que lo intente.

Es como si estuviese en plena parálisis del sueño.

No puedo moverme.

Respiro sin darme cuenta.

No puedo abrir mis ojos...ni siquiera puedo moverlos.

Tengo miedo otra vez.

Conforme pasa el tiempo trato de despertarme con todas mis fuerzas, de moverme un solo milímetro, de gritar hasta desgarrar mis cuerdas vocales...pero no soy capaz, lo único que puedo hacer es esperar a que alguien me diga un... "Ey, YoonGi-ah, despierta, es San Valentín" con el corazón en la boca y el cuerpo completamente muerto.

El tiempo sigue pasando y...simplemente no lo entiendo, nunca me había pasado algo así.

Ayer estaba junto a JiMin, los chicos, los Kim y su hija, mi hermano y con el padre de mi pequeño "viendo" una película en el sofá con un buen tarro de palomitas en la mesa para cada uno. Digo "viendo" porque yo lo que realmente hice fue dejarme mimar por mi pequeño hasta caer en el mundo de Morfeo sin poder evitarlo.

De pronto, como si alguien hubiese escuchado mis súplicas, escuché una puerta ser abierta y pasos de dos personas andando al compás.

Por un momento pasó la idea por mi cabeza de haber sido secuestrado de nuevo por alguno de los seguidores de mi padre, o al menos eso fue lo que me angustió al notar mi brazo ser movido con cuidado hasta chocar con una suave superficie que creí reconocer como una manta. Pero, tan rápido como escuché aquella voz, descarté la horrible idea de mi cabeza.

-¿Está bien?

Un pequeño sonido en forma de afirmación me hizo saber que no me hablaba a mí, de hecho...diría que no estaba preocupado por que siguiese durmiendo después de tantas horas. ¿Y si...?

Los pasos volvieron a sonar solos hasta la puerta, la cual se cerró, dejando perder el sonido de las suelas chocar contra el suelo.

Yo...lo cierto es que había entrado en un trance demasiado fuerte al notar las manos de mi menor sujetar las mías con cuidado. Fue mucho peor no poder sentir nada más que eso; tan solo mi cuerpo ser suavemente movido y un poco de presión entorno a mis extremidades.

Mi cuerpo se movía sin mi permiso, él simplemente ejercía presión haciendo cosas como: doblar y desdoblar mis rodillas, mover mis tobillos, muñecas, codos y hombros. Era como si estuviese en rehabilitación...

Lo cierto...es que no entendí lo que estaba ocurriendo hasta que dijo las palabras indicadas tras hablarle al aire por un largo rato.

-Feliz San Valentín, mi vida.  Ya veo que aún no quieres despertarte...

¿Acaso estás loco? ¡Eso es lo único que quiero hacer ahora!

-Te seguiré esperando, pero no tardes mucho, ¿de acuerdo?

Sabía que no podía escucharme, que mi cuerpo no se movía por mucho que quisiera, pero seguí intentándolo.
Traté de gritar con todas mis fuerzas que la alarma sonará de una vez. Maldije al cielo y a la Tierra.

Y te maldigo a tí, Park JiMin, porque no entiendo qué cojones es lo que está pasando y tú me hablas como si nada...

-Hoy es el primer día que no traigo nada para leerte...ni siquiera tú lo viste venir, así que te contaré lo que pasó en vez de leer tu diario, ¿de acuerdo?

Mi diario...

Aquella fue la frase.

Recordé, y recordé que hace tiempo le di permiso para que, si alguna vez me pasaba algo, él puediese leer mi primer y al parecer último diario.

-Veamos...en el día de los enamorados del dos mil veinte me despertaste cuando todos se habían ido por la mañana y me preparaste un desayuno magnífico...lo cierto es que no llegamos a tomarlo entero, pero aún así te lo agradezco, Gatito.

» Pasamos horas hablando mientras yo te abrazaba en la cocina; de camino al baño, donde lavamos nuestros dientes y donde empezaste a besarme como sólo tú sabes...

Un pequeño carraspeo con su garganta y la narración improvisada continuó junto a las caricias en mis dedos.

-Pasamos toda la mañana haciendo el amor y después te llevé hasta mi sorpresa, sí...esa por la que hubieron días en los que desaparecí con mi padre sin decirte nada. Tú lo entendiste al momento y me agradeciste todo mi esfuerzo...

» ¿Qué pasó después? Humn....tuvimos una comida romántica solos en tu restaurante favorito y luego llegaron los demás, estuvimos hablando, bebiendo y haciendo regalos hasta el anochecer. Y... ¡Oh, cierto! Los chicos hicieron un juego, uno en el que Nam y Jin Hyung tenían que levantar una de sus zapatillas diciendo en respuesta "él" o "yo" a lo que les preguntábamos.

Una suave risa...no, su suave risa me hizo querer sonreír. Lo intento, pero por mucho que me esfuerzo no lo consigo.

-Después lo hicimos tú y yo, hicieron preguntas normales, como a quién le gustaba más comer por la noche o cuál de los dos tardaba más en elegir la ropa....cuando se fueron Nam y Jin Hyung con Jia subieron las preguntas de tono y tú te sonrojaste mucho...lo hiciste hasta que, de repente, Kook preguntó "¿Quién tiene más ganas de tener hijos?"

» Yo levanté mi zapatilla, pero cuando vi las caras de todos no pude evitar mirarte a tí y tu zapatilla alzada...

El agarre en mi mano se hizo más fuerte, tanto como se apretó mi corazón al escuchar el llanto de mi pequeño.

-¿Por.por qué tubo que pasar esto...?

Un fuerte sollozo acallado por las sábanas sobre mi pecho alarmaron a alguien más que a mí, más tarde supe que se trataba de HoSeok, quien consoló a mi pequeño ángel caído con palabras y gestos.

-¿Por qué le sigues hablando? No puede escucharte...

-CLARO QUE PUEDE.

Yo...sí que puedo oíros.

-Jimin-ah, ha pasado mucho tiempo...todos estamos viviendo nuestras vidas ahora, ¿por qué tú no?

-Por.porque...

JiMin...

-Porque no puedo vivir sin él, Hobi, no puedo...

No llores...por favor, Minnie, no lo hagas...

-Tranquilo...incluso si no se despierta seguirá aquí por bastante tiempo. Además, no estás solo en esto, lo sabes.

-Lo.lo sé, pero...nada es lo mismo sin él...

Pero...estoy aquí.

-Le echo mucho de menos, Hobi.

Un suspiro y mi cuerpo liberado de la presión, eso fue todo lo que se escuchó antes de los pasos que me llevaron hasta el completo silencio de nuevo.

Mi respiración automática, el tiempo pasando lentamente.
No puedo moverme, no puedo abrir mis ojos...ya ni siquiera puedo llorar en silencio....

Definitivamente, soy idiota.