Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

291

-Te debo una explicación, hermano.

¿Qué decir? Era algo ridículamente doloroso para mí tener que estar solo con mi hermano, todo porque, cada vez que nos juntábamos a solas algo malo tenía que suceder.

GeumJae suspiró y acomodó en el sofá frente a mi camilla, cosa que me hizo ver las malas nuevas.

-Cuando éramos pequeños siempre amaste a nuestros abuelos...de hecho creo que lo hacías tanto que a nuestra escoria de padre le daba envidia. Fue por eso por lo que te dijo que no podrías verlos más.

-Él dijo que se habían ido del país...

El mayor a mi negó suavemente, cogiendo con cuidado mi mano poco después.

-Yo también pensaba eso...pero hace dos años y medio me enteré de que la abuela tenía leucemia, cuando lo supe ya ni siquiera se acordaba de quien era, de qué hacía allí... - bajó la mirada hasta nuestras manos unidas, a las cuales di un pequeño apretón en forma de fuerza- No se acordaba de mí...de hecho, en su último día de vida so.solo se acordaba de ti, YoonGi-ah, y no paraba de preguntar por ti, ella...te echaba mucho de menos.

Mordí mi labio inferior y asentí suavemente, tratando de procesar todo aquello.

Por primera vez, mi padre no mentía.

-¿Por qué no me lo dijiste?

-En ese momento aún seguías sin hablarme. Intenté contactar contigo, pero no me abrías la puerta de tu casa, no contestabas mi mensajes y bloqueaste mis llamadas...

Rei de forma irónica y solté su mano, no queriendo aceptar eso.

¿Cómo pude ser tan estúpido?

-¿Y Jimin? ¿Por qué no se lo dijiste a él?

GeumJae se puso en pie y andó de un lugar a otro en la habitación, como si estuviese desesperado.

-Jimin no es de la familia, YoonGi, él no los conocía y no podía contarle algo así.

-Jimin es mi familia...

-Pero no de la familia de mamá.

Mordí mi labio con fuerza, sabía que no debería, pero lo hice, lo mordí con impotencia hasta hacerlo sangrar sin darme cuenta, bajando la mirada para poder lamentar en silencio todo aquello.

En parte...tenia razón, Park es parte de mi familia, pero los padres de mi madre no tenían nada que ver con él... ¿no?

Él seguramente pensó que estaban vivos aún, ni siquiera sabría que seguían viviendo en Daegu y no fuera del país, que es lo que hace ya años yo le dije.

-¿Y el abuelo...?

-Murió de una depresión poco después...no podía vivir sin la abuela.

Asentí con mi cabeza mientras bajaba la mirada, jugado con mis dedos para controlar las lágrimas que amenazaban con salir.

-Vale...¿Podrías...podrías decirle a Jimin que venga? - volví a morder mi labio, esta vez no pudiendo evitar soltar una pequeña gota salada. - Le necesito...-traté de abrazarme a mi mismo, de hecho lo conseguí, pero cuando mi labio empezó a temblar no solo yo me abrazaba.

Mi hermano me abrazó con cuidado y acarició mi cabello con el mismo, dejando que me apoyara en su hombro para poder llorar con calma.

-Sé que no es lo mismo...pero yo también quiero cuidarte, hermanito.

Una gruesa lágrima se deslizó por mi mejilla, la misma que apoyé contra su pecho mientras le abrazaba con fuerza.

Quería llorar con más fuerza, pero el pequeño corte en mi cuello no me dejaba más opciones que llorar en silencio, casi de forma calmada.

Pasamos así bastante tiempo, con él acariciando y jugando con mi cabello mientras yo me desahogaba por la muerte de mis queridos abuelos. Aquellos a los que siempre echaré de menos.
Una vez pude relajarme me di cuenta de lo empapada que estaba ahora su camisa, y eso de alguna forma me pareció demasiado vergonzoso, así que sólo me separé de él y le pedí perdón, a lo que Jae sonrió, restándole importancia.

-¿Estás mejor?

Asentí levemente y suspiré, apoyándome en su hombro para poder descansar.

-¿Podemos volver a casa...? Quiero ver a mis bolas de pelo, Jae Hyung.

-¿Me has llamado Hyung?

Rodé los ojos y suspiré, sin poder darle importancia a algo así.

-¿Podemos volver o no?

Pasadas unas dos horas más llegamos a casa, momento en el que comencé a volver a sonreír.

Mi menor estaba allí junto a Tae, quien le abrazaba mientras ambos dormían en el sofá con un pequeño papelito sobre la mesa, escrito con la letra de Kim.

"Tratamos de esperarte, pero Jiminnie Hyung se durmió y yo creo que no aguantaré mucho más.

Te queremos, YoonGi Hyung."

Sonreí suavemente y dejé de nuevo la nota sobre la mesa. Tras ello cogí una manta y tapé a mis menores para que no tuviesen frío.

Iba a marcharme, de verdad que lo iba a hacer, pero al verles de aquella manera no pude evitar acostarme a su lado y taparme con las sábanas. Cogí con cuidado el brazo de mi pequeño y la posé en mi espalda, acurrucándome después en su costado.

Poco a poco comencé a cerrar mis ojos, notando como el sueño comenzaba a ganarme.

No sería el mejor día de mi vida...pero al menos podía descansar de todo, aunque fuese por unas cuantas horas.

-'Capítulo 291. Heridas. '