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A este paso acabaría sin dedos que morder.

Estaba ansioso, de hecho, no sólo eso...también estaba muy agobiado, tanto que era visible a través de cada poro de mi piel.

Jimin se encontraba dejando besos sobre mi cuello, pero yo estaba demasiado absorto de la realidad como para prestarle importancia a algo así.

Mi hermano se fue en el día anterior y fue sustituido por el padre de mi menor, el mismo que había ido a pasear a nuestras mascotas, diciendo de forma indirecta que podíamos estar juntos de nuevo.

Suspiré pesadamente, pero no fue de la forma en la que mi pequeño quiso. Seguramente fue eso lo que le desesperó por completo e hizo que comenzase a hacerme miles de preguntas en un tono bajo.

-Gatito....¿Pasa algo?

Negué levemente con mi cabeza y bajé la mirada hasta nuestras manos unidas, esas que se encontraban sobre mi estómago dando suaves caricias de vez en cuando.

-Llevas desde ayer así...es como si no estuvieses aquí.

Como si no...

¿Y si era él el que acababa mal por no estar junto a mi?

¿Qué haría yo si algo le pasase...? Seguramente no podría soportar algo como eso.

-Yoonnie...amor, no me has contado algo, ¿no?

-Voy a retirar la denuncia, Jimin.

Y lo solté, lo hice sin más, tirando de forma rápida de la cinta que sujetaba mis emociones.

El rostro de mi ángel caído se fue desilusionando hasta formar un horrible puchero, uno con el que se acercó a mi, abrazándome por los hombros.

-¿Es por la amenaza? Ya está todo resuelto...nadie saldrá mal con esto, la policía dice que pronto encontrarán a la persona que nos mandó el mensaje.

Bajé la mirada y mordí mi labio inferior, tratando de no derrumbarme al hablar sin quererlo.

Sabía que no podía mantenerlo en secreto para siempre, sin embargo, no pensé que fuese a durar tan poco mi encubrimiento.

-No jodas... - no pude resistirme, simplemente noté el picor de nariz y tuve que morder con fuerza mis mejillas, casi haciéndolas sangrar, cualquier cosa era mejor que romper a llorar- Gatito...no hagas caso a esas personas, no tienen nada que puedan utilizar para dañarte, estas a salvo...

-N.no...

Es definitivo...no soy bueno para esconder cosas.

Al tartamudear y dejar escapar mi quebradiza voz, Park me miró con mucha más intensidad, viendo al fin las lágrimas acumuladas en mis ojos.

-Te quieren hacer daño....a ti, a Geum...a Hobi...a.a Tae, a... - un fuerte sollozo escapó de mis labios, siendo doloroso incluso para mí.- No quiero que os hagan daño por mi culpa.- tras muchos tartamudeos conseguí terminar la frase, aunque fue tan grande la cascada de mis ojos que Jimin tuvo que tratar de retenerla durante unos diez o quince minutos, en los que expulsé todo lo que ayer no pude.-No quiero que te hagan daño...no me lo perdonaría nunca, Jiminnie, nunca...

-Cariño...todabía no ha pasado nada, no...

-Pe.pero pasará, lo sabes...y es mi culpa, y.yo, yo no... - con la frustración en el pecho y las lágrimas resbalando por las mejillas a gran velocidad, me recosté sobre mi menor, escondiéndome en su pecho para que no me viese de esta manera- No debí nacer...no con esa familia, de.debieron abortarme o.o no...no sé.

-Ey...mírame - no quería, pero tuve que forzarme a retener el llanto para poder mirar directamente a mi pequeño ángel caído- No digas esas cosas...si eso hubiese pasado, no tendrías nada de lo que tienes ahora. - sorbiendo mi nariz suavemente, sentí como sus manos se posaban sobre mis mejillas, dejando caricias para apartar las lágrimas- No tendrías a Holly, no habrías conseguido cumplir tus sueños, no tendrías a los chicos, ni a tu hermano...

-No te tendría a ti.

-Nadie me va a hacer daño, ni a Tae, ni a Kook, ni a Jin, Hobi y Nam Hyung...ninguna de las personas que quieres van a irse, ¿de acuerdo?

Bueno...puede que tuviese razón.

Sí no hubiese nacido nada de esto habría pasado, tanto en lo bueno como en lo malo.

Y...bueno, Jimin, él era mi razón de todo.

-Ven aquí...-dicho aquello y secadas mis lágrimas, mi menor me guió hasta su regazo, lugar en el que me acurruqué y fui besado con cariño y extremo cuidado.

Como en un inicio, Jimin se encontraba besando mi cuello, hombros y mandíbula, pero era de forma muy diferente.

-Hijos, he comprado kimchi de camino a casa, espero que tengáis hambre.

El señor Park...bueno, podía no ser mi padre biológico, pero a fin de todo, Jimin tampoco era el suyo. Sin embargo, ambos éramos, somos y seremos sus hijos.

-Cachorro, ¿me ayudas a poner la mesa?

Ojalá mi padre fuese realmente él...quizás así no tendría que pasar por todo esto.

-'Capítulo 305. Heridas absurdas. '

Memorias de un idiota 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora