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Segundo y último día de grabación...Jimin hoy tendría una clase virtual de baile, y más tarde iría a comprar y pasear a nuestras mascotas, por lo que no tendría demasiado tiempo para venir al set de grabación.

No importa, tenía sus razones para no venir...estaba bien.

-Hyebyssi, ya estoy listo.

La menor me miró con una suave sonrisa y asintió antes de comenzar a caminar hasta el nuevo set.
Hoy me habían puesto una larga peluca rubia, un hermoso kimono negro y complementos que le hacían justicia. Me veía bastante bien, incluso con aquella enorme cicatriz en mi rostro, me veía genial.

Hacia algo de frío pero, gracias a Dios, el staff me dió una manta con la que cubrirme entre grabaciones, grabaciones en las que tuve que actuar como si estuviese ebrio y...bueno, puede que bebiese un poco.

Qué conste que sólo lo hice para meterme más en el personaje.

Pasaron horas eternas de grabación, cambié mi vestuario al del otro YoonGi - es decir, al chico de calle que se revela contra sus superiores- y comenzamos a grabar de nuevo.

Cuándo me dieron mi segundo descanso me puse algo cómodo y salí a tomar un poco el aire. Me sorprendí al encontrarme con un gran camión con fotos mías, bebidas dedicadas y grandes carteles deseandome suerte; y si era posible, me sorprendí más aún al encontrarme con Hoseok dentro, mirándome con una sonrisa.

-Hoseok-ah...¿Cómo se te ocurre? - iba a quejarme, de verdad que lo iba a hacer, pero de repente fui abrazado por la espalda y casi morí de un infarto.

La risa de SeokJin se hizo presente en el lugar de golpe, dándome a entender que también estaba allí.

Me di media vuelta sobre mis talones, descubriendo que era nada más y nada menos Jungkookie quien me abrazaba con una hermosa sonrisa.

-Ahhh, ¿quién os ha dejado pasar, uh? Tendré que despedir a unos cuantos...

¿A quién engañaba? Estaba feliz de poder tenerles allí.

-Yo sé que nos amas, Suga Hyung.

-Ya, ya, ya...por supuesto. - dije aquello en un tono burlón, haciendo las risas mucho más potentes.

Sonreí de forma casi tímida cuando mi mejor amigo bajó de la furgoneta para poder abrazarme, cosa que obviamente correspondí, susurrando un pequeño "Gracias, Hobi" que sólo él pudo escuchar.

-Wow, Hyung...¡te ves genial!

Rodé los ojos y bufé, apartándome de sus brazos por completo, actuando molesto ante su cariño.

-Nha, me veía mejor ayer.

-Pero, Suga Hyung...

-¡Nha, nha! ¡Estaba mucho mejor ayer!

-¡Hyung!

Como sea...acabamos entre risas, batidos y enormes cafés que me ayudaron a terminar la grabación. Incluso Kook y Jin Hyung me ayudaron a grabar una de las escenas. Fue realmente gracioso trabajar con ellos, eso tengo que admitirlo.

Cuando la luz del sol empezó a marcharse, mis amigos tuvieron que marcharse de igual forma, pero yo seguí con mi trabajo, grabando hasta las siete-  casi ocho- de la noche nuevamente.

Llegué a casa demasiado cansado, necesitaba el cariño de mi querido Jimin, pero me sorprendí tanto al ver las luces tenues en el salón...que no me quedó otra que sonreír con cansancio.

La mesa estaba arreglada de forma perfecta, los adornos de Navidad ya no estaban en el lugar, tan sólo quedaban las luces que ahora rodeaban la estancia de forma preciosa y...¿Cómo no?

Él estaba allí, a un lado de la mesa, mirándome con una sonrisa enorme y con los ojos llenos de aquel indescifrable brillo.

-¿Qué tal ha ido hoy, Gatito? - sonreí suavemente y comencé a andar hasta mi menor, lo suficiente como para poder rodear su cuello con mis brazos de la misma forma que hacía él con mi cintura.-Espero que tengas hambre, te he hecho la cena.

Sin poder evitarlo uní nuestra frentes y cerré mis ojos, notando como el estrés se marchaba sin esfuerzo alguno.

En un principio solo dejé un par de besos pequeños, es cierto, pero después pasamos horas hablando mientras tomábamos la cena que Jimin había preparado, todo aquello acompañado por varias copas de vino, lo que quizás hizo que el tiempo pasase de forma mucho más rápida.

Estuvimos tan juntos que ni siquiera sé si sería capaz de describirlo con palabras.

Hicimos el amor, lo hicimos lento y muy profundo, tanto que me llegó al puto corazón. Me sentí realmente amado y liberado después de aquella noche, incluso cuando pensé que ya nada podía ir a mejor, él pareció tomárselo como un reto que debía superar.

-Yoonnie... - su voz sonó cansada y agitada, pero incluso de esa manera era relajante para mis oídos.

Su brazo me apegaba a él mientras su mano dejaba suaves caricias en mi espalda baja, alargando aún más la sensación de estar en el cielo junto a los aviones. Su otra mano acariciaba con cuidado mi mejilla y labios ahora inflamados y empapados.

Yo me sentía demasiado cansado, pero aún así pasé un largo rato tratando de no dormirme sólo por su mirada fija en la mía. Regulé mi respiración antes de poder dejar un suave beso sobre sus labios, uno totalmente diferente a los que antes nos habíamos dado.

-Gatito...-levanté suavemente la mirada antes de sentir sus dedos en mi rostro acariciar mis comisuras con sumo cuidado, cosa que me erizó la piel- Te amo, YoonGi.

Sonreí suavemente antes de acercarme más a mi menor, escondiendo mi rostro en su cuello y pegando al máximo nuestros cuerpos, enredando incluso nuestras piernas.

No sabía si tenía fuerzas como para corresponderle, pero creí que no eran necesarias las palabras. Le dedicaría toda mi vida a que se sintiera querido, por lo que no vi necesario decir un "también te amo" que ya era obvio.

Jiminnie...si estás leyendo esto, quiero que sepas que estoy completamente perdido en ti, estoy enamorado de ti y creo que eso es algo que jamás podré cambiar.

-Buenas noches, Gatito.

-'Capítulo 299. MV². '

Memorias de un idiota 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora