Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

198

-¿Podrías contarme con qué soñaste ayer?

Nuevamente esa pregunta...

Por mucho que lo intentara, no conseguí liberarme de la angustia continua. El no querer recordar me era inútil, incluso después de despertar aquello que tanto temía seguía allí presente.

Los menores se fueron a sus clases de baile tras las súplicas de SeokJin, quien se encontraba haciendo algo de comer con NamJoon para cambiar el tenso ambiente que se había estado formando en mi hogar.

De alguna manera terminé a solas con JiMin, quien me estaba comenzando a presionar de sobremanera para que le contase lo que tanto me había hecho sufrir.

-¿Me lo contarás?

Suspiré hondamente mientras daba un pequeño sorbo al tercer té que me prepararon hoy para destensar mi cuerpo y mente.

Estaba dispuesto a contárselo, a fin de todo...solo fue una pesadilla, ¿no? Una....una pesadilla muy real.

-Yo...-respiré hasta llenar mis pulmones por completo y después solté todo el aire acumulado, tratando de relajarme por completo - Suelo soñar con un chico, pero esta vez fue como si yo estuviese en su cuerpo. -el menor me miró, no pareciendo sorprendido, como tampoco pareció querer decir algo seguí con mi narración, suspirando nuevamente - Cada vez que me falta el aire...él aparece en mis sueños y todo es demasiado realista... ¿Sabes? - una dolorosa risa salió de mis labios mientras bajaba la mirada.

Reí por no llorar.

-Lo que soñé ayer...aquella pesadilla, ha sido la peor de toda mi vida.

De alguna forma el rostro de mi menor cambió por completo, siendo ahora una expresión más atenta y preocupada que antes. Su mirada estaba fija en mí, incluso llegó a coger mis manos entre las suyas, dejando leves caricias en forma de apoyo.

-¿Sobre qué iba la pesadilla? - preguntó temeroso, lo que me preocupó al instante.

Quizás le daba demasiada importancia... ¿No?

-En el sueño...me encerraban en una especie de sala, habían dos hombres y...y ellos me...-no pude seguir hablando por algo parecido a un sollozo ahogado que se escapó de mí garganta sin permiso - Allí me...me hacían cosas horribles.

Por desgracia no fui yo quien dejó caer algunas lágrimas de pura tristeza, era mi ángel caído el que me abrazaba con desespero en busca de consuelo.

Obviamente me preocupé por él, tanto que incluso puse el dorso de mi mano en su frente para verificar que no tenía décimas de fiebre.

-JiMinnie...quizás lo estás tomando demasiado enserio...tan solo era un sueño.

No hubo respuesta de su parte, ya solo silencio y algunos sollozos.

-JiMin...s.solo era un sueño, ¿cierto?

El menor, mordiendo su labio inferior para retener los sollozos alzó la mirada, tratando de sonreír para relajarme.

Sus pequeñas manos se posaron en mi rostro, acogiendo mis mejillas con sumo cuidado, como...si pudiese romperme en cualquier momento.

-YoonGi Hyung...

Mis ojos se llenaron de lágrimas al ver cómo su pequeña sonrisa desaparecía por completo tras decir mi nombre.

Entonces todo había cobrado sentido...el chico de mis sueños...¿Realmente era yo? Y...si era yo, entonces el niño rubio...

El aire comenzó a faltarme al punto de sentir que me axfisiaba. Fue tan fuerte esa sensación y el dolor en mi mente que me zafé de todo contacto con Park y salí corriendo.

Corrí lo más rápido que mis cansadas y flojas piernas me permitieron, no hice caso de NamJoon y SeokJin, quienes me miraron con preocupación cuando salí por la puerta principal.

Seguí corriendo sin dirección fija hasta que mis piernas me fallaron y caí al suelo, entonces me aferré a mi mismo.

-No...por favor, no.

No lo comprendía, no podía ser cierto...si nosotros éramos aquellas personas, si eso eran recuerdos de la que fue mi vida, entonces...los maltratos, la muerte de mi madre, todos esos momentos, mis intentos de suicidio...

Todo había sido real.

Grité con fuerza antes de mandarlo todo a la mierda.

Todo había sido una farsa, un jodido teatro.

Todos me habían mentido...incluido él...

-Por favor...-mis ojos se llenaron de lágrimas nuevamente y mi cuerpo se debilitó por completo - Tie.tiene que ser una puta broma...

Pero...muy en el fondo, sabía que no lo era.

-'Capítulo 198. Recuerdos como pesadillas.'