-Yoonnie...sé que te gustan las brochetas de cordero, pero si no tienes bien el estómago no deberías comer tantas.
Mi estómago volvió a gruñir con fuerza al tiempo que una nueva arcada me hizo inclinarme sobre mi viejo mejor amigo en el baño.
-Ya está...suéltalo- sollozocé levemente cuando al fin pude separarme de la taza, momento en el que Jimin dejó de acariciar mi espalda para poder abrazarme por completo, escondiéndome en su cuello para lograr relajarme.
Ambos éramos conscientes de que eso podía hacer maravillas en mi.
-Lo siento...no.no quería que me vieses así de.de nuevo. - un pequeño sollozo ahogado salió de mi garganta al decir aquello, pero mi menor fue más rápido y secó cada una de las lágrimas que cubrían mis mejillas.
-No importa...¿te parece bien que prepare una sopa para ti y que después veamos una película?
Asentí suavemente, totalmente encantado con su propuesta.
-Pero...no quiero ser una molestia para ti, Minnie. - cómo pude pasé mis manos por mis mejillas, tratando de ahuyentar las lágrimas que se seguían precipitando.-Si.si vamos a vivir juntos y no puedes ir a baile, ni salir con los chicos por mi culpa...y.yo...
El rubio chistó y puso su dedo índice sobre mis finos labios, acariciándolos después con cuidado.
-No eres una molestia...incluso si no pudieses hacer nada por ti sólo, yo te cuidaría. - sus pequeños dedos acogieron mis mejillas y besaron mis labios, tan solo un roce, pero fue uno muy cálido para mi. - Cuando seamos dos yayos y nos cueste incluso andar, yo me quedaré contigo hasta el último de mis días... ¿de acuerdo?
-Jiminnie...
No lo pude evitar...con sólo pensar en ello me inundaba de ternura. Pensar en Jimin con muchos más años encima, con canas en su cabello y sus grandes ojos sonrientes llenos de pequeñas arrugas...eso simplemente me estrujó el corazón.
Quería eso sólo para mí.
-Voy a hacerte la sopa...dúchate mientras tanto, ¿vale?-mis mejillas comenzaron a calentarse, lo que llamó la atención de mi menor enseguida- ¿Qué pasa, Gatito?
Un pequeño puchero apareció en mis labios cuando mis orejas se unieron a la ardiente llama en mi pecho, lo cierto es que me daba mucha vergüenza aceptar que quería hacer algo como aquello otra vez...esta vez a consciencia de mis actos al cien por cien.
Y quizás por eso me daba más vergüenza aún decirlo yo mismo.
-¿Pu.puedes ducharte conmigo...?
Bajé mi mirada hasta mis manos, las cuales jugaban entre sí, expresando mi nerviosismo.
-Sólo tenías que pedirlo- un pequeño beso calló sobre mi frente, lo que me hizo levantar la mirada tras bastante- Lávate los dientes mientras pongo el agua tibia, sabes a brocheta regurgitada.
Dios...¿¡Park Jimin, por qué me tienes que avergonzar de esa manera!?
Sí decía eso me daba aún más asco tener aquel estúpido virus, o enfermedad, o lo que cojones fuese.Sin decir nada más me acerqué hasta el lavabo, lugar donde lavé mis dientes y rostro, me afeité y suspiré pesadamente, peinando mi pelo hacia atrás con los dedos de mis manos.
El vapor del agua no tan caliente había comenzado a inundar el baño, pero eso solo me hacía sentir más cómodo.-Cuando quieras, Yoonnie.
La verdad es que no pasó demasiado, en un inicio traté de ignorar el hecho de que nos estábamos duchando, pero cuando comencé a dar masajes en su cabello con jabón no pude evitar sonreír suavemente, él hizo lo mismo con el mío, pero de alguna forma acabamos con una pequeña sesión de besos tras una pelea de espuma.
Al salir de aquel lugar nos secamos y vestimos, él hizo mi comida y yo sequé su cabello aún algo húmedo.
Dios...jamás pensé poder tratar a alguien así.
-Abre la boca- sin preguntar hice caso a las palabras de mi menor, y... puede que me volviese a sonrojar al comenzar él a darme aquella sopa.-¿Te encuentras mejor? - asentí suavemente y volví a abrir mis labios para recibir más comida.- Oye... ¿puedes prometerme algo?
Me extrañé, sí, es cierto, pero pidiese lo que pidiese iba a aceptarlo, así que asentí sin más con mi cabeza y volví a abrir mis labios.
-Prométeme que no volver a llorar por sentir que eres una molestia.
Vaya...esa no la esperaba.
-Eso y que no me mentiras cuando te encuentres mal, tanto física como psicológicamente... - sus dedos acariciaron mis mejillas, haciendo que cerrase los ojos por el contacto- Me duele mucho verte así...pero si te tienes que desahogar, no quiero que lo hagas solo, ¿sí?
Asentí suavemente y abrí mis ojos, volviendo a ver directamente a mi menor, quien me sonreía con cariño.
-Te lo prometo, Minnie- ambos sonreímos antes de dar un pequeño roce con nuestros labios, cosa que hizo mi sonrisa más amplia aún- Pero, primero, prométeme algo a mi.
Esas raíces en su cabeza ya eran muy notables...pero no sabía si me gustaba más con su pelo de color claro o oscuro, quizás podría averiguarlo por mi propia cuenta, ¿no?
-Quiero verte con tu cabello natural...solo para saber cuál me gusta más.
Jimin sonrió y asintió tiernamente, convirtiendo sus ojos en dos mediaslunas.
-Te lo prometo, Gatito.
¿Qué decir? Cuando volví a mi tratamiento para las cicatrices solo me hizo más feliz, Jimin y sus comentarios y halagos cariñosos me hicieron reír, sonrojarme e incluso maldecir en voz baja. Por otra parte...las cicatrices estaban comenzando a marcharse, por fin todo volvía a estar bien, o al menos lo estaría por un tiempo... ¿cierto?
-'Capítulo 269. Molestias. '
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Memorias de un idiota 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»
Fanfiction-JiMinnie... Espera un poco más por mi, por favor... Algunos mounstros tienen sus razones de ser, pero todos los idiotas nacen sin saberlo. Segunda parte de MEMORIAS DE UN IDIOTA «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ» «ᴺⁱ ᶜᵒᵖⁱᵃˢ ⁿⁱ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿᵉˢ ˢⁱⁿ ᵐⁱ ᵖᵉʳᵐⁱˢᵒ»