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Estábamos en un bar con la iluminación baja, la música resonaba con fuerza en mis oídos por el fuerte volumen.

Estaba pasado de copas, o al menos eso pensé al ver los más de diez vasos que yo solo me había bebido.

-YoonGi, ¿por qué no bailas con ellos? - suspiré pesadamente y negué con mi cabeza.

No estaba de humor para eso.

-¡Oh, vamos! Te traje aquí para que te olvidase del idiota de Jimin.

-No le llames así, Hobi.

El otro rodó los ojos antes de bufar, pareciendo aburrido.

-He pasado horas buscando un sitio como este, ¡yo ni siquiera soy gay! - miré a mi alrededor e hice una mueca de desagrado, sinceramente no me hacían gracia los lugares como este, tantas luces y personas rozandose entre si...ni siquiera podrías respirar aire de primera mano. Menos aún si estabas en la pista de baile.- Vamos, Hyung...me ha dicho un pajarito que hay una sala especial...

Su voz cambió a una más pícara, pero lo cierto es que no tenía humor de nada.
De todas formas solo había estado con Jimin, así que sería raro para mí estar con otra persona que no fuese él.

¿A quien engañaba? Le echaba de menos...si pudiese pedir un deseo, pediría que jamás nos hubiésemos peleado, así nunca me habría pedido darnos un tiempo...

- ¡Oh, venga! - Hoseok me obligó a levantarme de mi lugar en la barra, arrastrándome después hasta la pista de baile, donde cerca de unos cuarenta hombres bailaban y bebían pegados unos a otros.- ¡Baila conmigo, Suga Hyung!

Suspiré pesadamente y lo pensé durante unos segundos.
Quizás sería buena idea que me relajarse yo también.

No sé cómo sucedió, tan solo sé que alguien me ofreció otra copa y acabé bailando justo en el centro de aquel lugar, rodeado de hombres que miraban, gritaban y tocaban cada parte de mi, y sin tener una pizca de vergüenza, yo seguía con mis movimientos, incluso acabé interesando de más a varios de los presentes.

- Hola, príncipe, ¿te apetece ir a un lugar más privado con nosotros?

Joder...si tan solo pudiese negarme, diría que no quería nada con él ni con nadie más, que sólo trataba de despejar mi mente, pero incluso cuando estaba siendo guiado a una pequeña sala me sentía mareado. Las paredes a mi alredor se movían a cada paso que daba, incluso me pareció ver como los cuadros del lugar se distorsionaban, era como si aquella bebida no fuese normal...como si no solo estuviese ebrio.

-¿Quiénes son ellos...? - mi voz sonó extraña, era exactamente igual que cuando por accidente tomé una de las pastillas de mamá.

Espera...Mierda.

Cinco hombres en una sala, algunos bebidos, otros drogados y otros no tanto...dos de ellos se subieron sobre la cama mientras que el otro me guiaba hasta la misma, lugar donde todo comenzó a hacerse un infierno.

-No...esperad, ¿qué hacéis? - tenía miedo, no quería estar allí...quería a mi Jimin, no quería que ellos me hicieran nada.- No quiero...he.he cambiado de idea, parad.

-Muy tarde para volver atrás, príncipe.

-Jimin...¡Ji.Jimin!

Mis ojos se abrieron con fuerza, de igual forma mi respiración estaba agitada.

Estaba sólo ahora, y eso solo me dió más miedo, el hecho de que él no estaba conmigo, eso por alguna razón me aterraba.
Rápidamente cogí mi teléfono debajo de la almohada y llamé a mi menor, quien tardó casi cuatro tonos en contestar.

-¿Gatito? - su voz sonó agitada, seguramente estaría en sus clases de baile- Bebé, ¿pasa algo? - asentí con mi cabeza por el nudo en mi garganta pero, claro...él no estaba para verlo.

-Y.yo...-tragué en seco en el intento de relajarme y me acomodé entre las sábanas, dándome un poco más de calor- ¿Cuándo volverás...?

Jimin suspiró y separó el teléfono de su oído, o al menos eso pareció al escucharse diferentes voces lejanas en la línea. Después de eso volvió a poner el teléfono en su sitio, pero parecía estar ocupado, era como si estuviese moviéndose demasiado rápido.

-Llegó en diez minutos como mucho, pero cuéntame que pasa mientras tanto, ¿de acuerdo?

¿Acaso iba a abandonar la academia hoy por mi? Incluso si no sabía que pasaba...¿iba a hacer eso por mi?

Y peor aún...¿por qué me agradaba tanto esa idea?

-Yo...recordé algo de nuevo- me volví a acomodar entre las sábanas, esta vez para poder estar acostado y no sentado. Me acosté de forma fetal y abracé mis piernas, sintiéndome un poco más relajado al escuchar su voz.- Nos peleamos por algo...y tú me pediste un tiempo separados, ¿cierto?

-Sí, pero eso fue hace muchos años, yo sólo tenía dieciocho.-cerré suavemente mis ojos y me concentré en su voz, la misma que siguió hablándome incluso cuando algo parecido a un coche empezó a funcionar- Tuvimos una discusión por el dinero que te querías gastar para enterrar a tu madre, ahora parece una tontería, pero antes apenas teníamos para poder irnos de casa.

Sonreí suavemente y conecté el manos libres para poder terminar de acomodarme.

- Fui con Hoseok a un bar gay... - ambos reímos por la idea de ir a un lugar así, pero después de eso nuestra risa se fueron disolviendo- Bebí mucho...pero te extrañaba, Minnie.

-Yo también te echaba de menos, mi vida.

Sonreí suavemente y cerré mis ojos con paz.

-¿Sabes...? Creo que me drogaron- Jimin me preguntó sobre qué hablaba, pero a partir de aquel momento en la sala oscura mi memoria empezaba a fallar- No lo sé...creo que querían que hiciese algo, esto..."sucio" - mis mejillas se tiñeron de un doloroso color rojo, uno que se hizo más grande al escuchar como un coche aparcaba en la puerta. - ¿Ese eres tú, Minnie?

-Un segundo- la llamada se cortó de golpe al tiempo que la clave fue introducida en la puerta, entonces di por hecho que no me equivocaba.

Los rápidos pasos de mi menor resonaron por los pasillos hasta que lo vi entrar en el dormitorio, momento en el que abrí mis ojos, solo para volver a cerrarlos cuando, con pasos lentos, se acercó hasta mi y besó suavemente mis labios.

- ¿Te hicieron algo...? - negué suavemente y acaricié sus mejillas entre mis dedos- ¿Estás bien? - esta vez asentí, haciéndo que nuestras narices se acariciasen entre sí.

-No debiste irte de clase...no quiero que tengas que irte más tiempo mañana por mi culpa.

¿La verdad...? Me encantaba poder estar más tiempo con mi Jimin, pero me ponía triste no poder estar con él a cada segundo, aún más si sabía que tardaría horas en llegar.

-Supuestamente en unas semanas entraremos en cuarentena, seguramente sea para unos días después de año nuevo...-abrí mis ojos de sobremanera y abrí mi boca, totalmente impactado por la noticia- Al parecer el virus en China se ha descontrolado, ya están empezando a haber casos en Ilsan, así que no tardarán en cerrarlo todo.

¿Acaso iba en broma? Después de tanto tiempo sin ser capaz de salir de mi hogar... ¿ahora tendría que quedarme por obligación?

-Mira el lado positivo, me tendrás para tí todo el día.

Bueno...si lo miraba así no estaba tan mal, ¿no?

-'Capítulo 264. Bar gay.'

Memorias de un idiota 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora