240

33 9 0
                                    

Hacia frío...no, joder, estaba congelado. Y fue esa la razón por la que me desperté a no más de las cuatro de la mañana, tan solo porque mi cuerpo no podía soportarlo.

JiMin no parecía notarlo, pero yo siempre había sido más sensible al frío.

Amo el invierno, los cafés y cappuccinos calientes, los tés, la genial sensación de las mantas abrazándote, el hecho de poder cubrirme con cientos de capas sin que nadie me moleste por eso...simplemente era genial pero, antes de poder disfrutarlo, debía calentarme para no morir de una hipotermia.

Como pude me levanté de mi lugar en la cama y corrí hasta mi armario en busca de alguna sudadera gigante y caliente con la que abrigarme.

-Tenía razón... - di un salto en mi sitio al escuchar eso, porque, ogh, este chico es tan inoportuno... - Estás congelado, ¿verdad? - su tono adormilado y rasposo hizo que un extraño cosquilleo apareciese en mi columna vertebral al instante, cosa que tomé como un escalofrío a pesar de saber que no era por la temperatura.

-Sí...bueno, es temprano aún asíque iba a...

Tan inoportuno...

Mis mejillas se calentaron al ver como mi menor se desprendía de parte de su ropa y extendía sus brazos, invitándome a hacer lo mismo e ir a acurrucarme con él.

-Eso...eso no era lo que yo...-JiMin sonrió y rio al ver mis orejas colorearse de un rojo intenso-No te rías...sabes que me da vergüenza que veas... -lo pensé un poco, pero terminé señalándome a mi mismo, como si fuese obvio para los dos- esto.

Suspiré pesadamente, bajando la mirada hasta mis largos pies, los cuales se levantaron del suelo al poco tiempo, asustándome en un principio.

-Min YoonGi, eres precioso. - mis pies volvieron a tocar el suelo cuando finalmente levanté la mirada aún avergonzado hacia JiMin, quien me acarició con cuidado desde la nuca hasta las mejillas- Te costó muchos años aceptarte tal y como eres...y sé que ahora has empezado de nuevo, pero, vamos a hacerlo bien, ¿si?

¿Por qué estaba conmigo entonces?

¿Acaso no se cansaba de mí?

-Cariño...- una pequeña sonrisa apareció en sus labios al notar mi inseguridad- Sé que las cicatrices pueden ser muy feas a veces, pero a ti te hacen ver hermoso.

Volví a bajar la mirada levemente, esta vez mirando mis muñecas y manos llenas de aquellas pequeñas viejas heridas que ahora se mantenían en colores blanquecinos.

Eran realmente molestas...no solo a la vista, cada una de ellas me recordaban lo que me pasó, todas las malas cosas que me sucedieron a lo largo de mi vida...

No las quería ahí porque no hacían parte de mí.

Lo había pensado durante bastante tiempo...pero creí que ya estaba preparado para dar otro pequeño - gran - paso en mi vida.

Lo daríamos juntos, finalmente me libraría de ese peso.
Estaba decidido.

-JiMin. -levanté poco a poco mi mirada, buscando la suya casi de forma desesperada-Quiero operarme...hacer sesiones con láser, no.no sé...quiero que se vayan de ahí, no las quiero...no son parte de mí. - sus avellanados ojos me sonrieron igual que lo hizo él mientras me abrazaba por la cintura.

-¿Estás seguro? - preguntó, dejando pequeños besos en mis mejillas, haciéndome sonreír a mi también.

-Estoy muy seguro...yo no soy esto y...

-Quieres ser tú mismo... - terminó la frase por mí, haciéndome un poco más feliz que antes, de ser posible. - Entonces lo haremos los dos. - se alejó brevemente y subió un poco su mano para dejarla a mi altura. No mentiré, me entristeció ver las finas líneas sobre su piel, me dolía saber que él era el que se había hecho algo así.- Yo borraré esto. - bajó su brazo y quitó la sudadera que me cubría, dejándome completamente paralizado- Y tú borraras estas y todas las demás, ¿de acuerdo?

Asentí lentamente y sonreí débilmente, sintiendo la felicidad salir en forma de pequeñas lágrimas por mis ojos.

-JiMin... - él sonrió, besando mis mejillas y nariz-Tengo frío aún... Vamos a la cama. - él rió, pero yo seguí algo triste por ver aquellas heridas en sus muñecas, estaba demasiado feliz por poder deshacerme de las mías...

Tenía tantos sentimientos encontrados que solo pude suspirar y esperar a que todo saliese bien.

Iría al psicólogo en unos días, ahora otros sabía mi realidad y juntos íbamos a intentar que pagaran por ello.

Juntos.

Lo haríamos todo juntos.

Y creo...creo que eso solo podía darme otro sentimiento más que guardar en mi pequeño corazón ahora abierto de par en par.

¿Sabéis? A veces extraño no sentir nada.

-'Capítulo 240. Inoportuno.'

Memorias de un idiota 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora