Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

227

Burlas, eso era todo lo que se podía escuchar en la pequeña sala.
Y como no, todas estaban dirigidas a mi persona.

Para mi mala suerte, la noche pasada me quedé durmiendo sobre la cama de mi menor mientras veíamos una película cualquiera para pasar el rato mientras la mascarilla hacia su efecto en nuestras pieles. Y para mala suerte - de Park - no se le ocurrió mejor idea que hacerme una sesión de fotos mientras yo estaba en el mundo de los sueños.

Juro que quería matarlo...

-¡Es que, míralo, Tae, parece que en cualquier momento se le va a caer la baba! -fuertes risas se escucharon en las cuatro paredes, pero ninguna de ellas era la mía.

-Aw~Hyung es tan lindo mientras duerme... - HoSeok empezó a reír tiernamente, aplaudiendo con sus manos al mismo tiempo.

Dato curioso, si le atas las manos a un coreano no podrá reír... ¿Cómo lo sé? , fácil, tan solo tuve que hacer un pequeño experimento.

-¡La gata sacó las zarpas! - gritó TaeHyung mientras reía, aunque en el fondo sabía que tenía algo de miedo.

-Quiero que todos borréis esa mierda de fotos ahora, frente a mí, y tú. - señalé al único rubio en la sala, el que me miró sin expresiones en su rostro- Ya sabes cual es tu castigo.

Todos abrieron la boca, algunos burlándose de JiMin y otros lamentando su castigo por hacer aquellas fotos.

-Alguien se quedó sin besos por una temporada... - miré de forma amenazadora a Kook, quien dejó de reír para bajar la mirada hasta sus pies.

-Borrarlas, ahora. - endurecí mi tono en la última palabra, todo para que quedase bien claro lo que debían hacer y así fue, todos borraron las fotos de sus galerías, nubes, aplicaciones y redes sociales.

Las pruebas habían desparecido.

-Y ahora... - cogí mi propio teléfono ante la mirada curiosa de los otros siete. Me dirigí hasta el grupo que habíamos creado para estar los siete juntos y me vengué de la mejor de las maneras. - Ahora es cando huyo...

De forma rápida subí las escaleras hasta el piso superior, no tardaron más de dos segundos en gritar y reírse a carcajada suelta.

-¡YoonGi! ¡Esto es injusto!

Los gritos de JiMin me hicieron reír, no solo a mí, su rostro seguro que estaría rojo de vergüenza, también lo imaginaba con un puchero en sus hermosos labios, seguramente haciendo un pequeño berrinche.

Adorable.

Rápidos pasos se escucharon, después de eso fueron los pies descalzos del rubio subir las escaleras hacia mi dirección. Traté de esconderme pero, cuando menos lo esperé, fui atrapado y cogido como un vulgar saco de patatas sobre el hombro del otro.

-¿Cuándo hiciste esas fotos, eh?

Rei, rei como hacía tiempo que no hacía. Lo hice hasta el punto de soltar un par de lágrimas mientras trataba de huir de su agarre.

- Es que te veías muy lindo durmiendo~ - rei nuevamente, esta vez notando como bajábamos las escaleras con cuidado - Tenías los labios como un patito y no pude resistirme, perdón.

-No te perdono. - cuando conseguí volver a tocar el suelo con mis pies, miré de mala forma al menor, al mismo que tenía una ceja levantada - Cuando me liberes de mi castigo te perdonaré pero, hasta entonces. - NamJoon se levantó del único sillón disponible y sonrió con complicidad, sentándose después en el suelo junto a su pareja.-Si no puedo besarte te va a tocar aguantarme de otra forma.

Mierda.

-¡Ahora!- mis mejillas enrojecieron hasta ser doloroso cuando los sonidos de las cámaras comenzaron a sonar frente a mí.

En todos los ángulos posibles había una cámara apuntando hacia mi vergüenza.

JiMin me había sentado sobre su regazo como si fuese un bebé al que cuidar y yo tuve tanta vergüenza por ello que tuve que esconderme en su cuello.

Bueno...quizás sería mejor liberarle de su "castigo", ¿cierto?

Dejé un pequeño beso sobre su cuello y después me acurruqué contra el mismo, buscando algo de calor.

-Ya no estás castigado así...-las fotografías pararon, pero no puedo negar que aquello era todo un cuadro- Pero la semana que viene te va a tocar hacer la compra a tí, mocoso.

-Humn...creo que me compensa.

Y tanto que lo hacía, ni siquiera yo me creía capaz de poder evitar sus labios.

Ese sería un castigo para los dos.

-'Capítulo 227.Abstinencia. '