Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

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Silencio, bolsa, más silencio, las gotas cayendo, de nuevo la bolsa y...al fin, después de una larga noche la puerta fue abierta a deshora, lo que me hizo saber que no se trataba del licenciado en medicina de nuevo.

-¡Tito YoonGi! - pequeños pasos se escucharon hasta llegar a mi lado, momento en el que se escuchó un bufido - Sigue sin despertarse...

-No, cariño, aún no se ha despertado, pero estoy seguro de que pronto lo hará.

Dios santo...¿aquella voz era realmente la de mi pequeña sobrina? La recordaba mucho más infantil...más tierna y desequilibrada.

Cuando se unió a nuestras vidas sólo tenía doce años...

-Te voy a ser sincero, ¿de acuerdo? - la voz femenina asintió, de acuerdo con su progenitor- Tu padre y yo no creemos que vaya a recuperarse...y de hacerlo, es posible que haya olvidado todo, como le pasó cuando tubo el primer accidente.

-¿Crees que me olvidará si despierta? No creo...me dijo que tenía memoria odemica o...algo parecido, y que no podía olvidar nada ni aunque quisiera.

-Cariño...es memoria eidética, pero sí, tienes razón. - otro suspiro...vaya, al parecer hoy solo escucharía eso- A tu tío le molestaría verse con esos pelitos en la barbilla, voy a ayudar a JiMinnie con esto hoy, ¿de acuerdo?

Lo que pensé que había sido una despedida acabó por dejarme sólo junto a NamJoon, quien suspiró y se acercó a mí lentamente.

-JiMin hoy no vendrá, Yoon. Dice que se está volviendo loco el muy estúpido.

Con lo que imaginé que era un mando a distancia, la cama en la que me encontraba comenzó a moverse hacia delante, dejándome en una posición parecida a estar sentado, solo que sin la fuerza ni inclinación como para estarlo de verdad.

-Es el primer día en meses que no viene...¿no le extrañas?

Más de lo que imaginas, NamJoon, mucho más...

-No sé porqué te pregunto algo así...seguro que ni siquiera me escuchas.

Mi cuerpo fue movido un poco y en cuestión de minutos me encontraba casi completamente desnudo, recostado sobre la cama y con una esponja mojada limpiando mi cuerpo.

Pasamos bastante tiempo en silencio, incluso si yo no podía hablar, tampoco quería intentarlo en ese momento...no merecía la pena.

-Vale...vamos a vestirte otra vez, ¿si? No quiero que cojas una hipotermia o un resfriado y te vayas después de tanta guerra.

Sí...sería irónico morir por algo así, ¿cierto?

Aunque, conociéndome, ya nada me sorprendería.

-Creo que se podría estudiar el esqueleto humano contigo, Yoon. ¿Acaso no te alimentan bien en esta mierda de hospital?

Con un largo suspiro terminó de arroparme de cintura para abajo, tras lo que pasó lo que supuse que sería una maquinilla de afeitar por mi barbilla y sobre mi labio superior.

Lo cierto...lo cierto es que poder tener a tanto tiempo a alguien atendiéndome se sentía bien, no tanto como estar realmente vivo...pero era algo, supongo.

De pronto, mientras que Kim acariciaba el camino del puente de mi nariz, la puerta fue abierta de golpe, por lo que supuse que alguien nuevo había venido a verme.

-¡Hyung! ¡Prometiste que hoy no vendrías a verle!

Las agitadas respiraciones de los que ahora sé que son JungKook y JiMin se hicieron presentes en el lugar, la de mi pequeño más cercana que la del menor.

-¡No puedo abandonarle así!

-¡JiMin, comprende que él no está aquí! - un fuerte balanceo y mi cabeza moviéndose involuntariamente hacia el lado contrario fue lo que aceleró mi pulsación de sobremanera... ¿Enserio ese era mi Kook? ¿El mismo que me dijo que yo era su modelo a seguir...?

-No hagas eso...le estás haciendo daño. -un nuevo balanceo hizo que una de las agujas clavadas en mi brazo se metiera más profundamente, obviamente provocado un daño que no era capaz de transmitir- PARA, JODER.

Como si aquel grito hubiese sido dirigido a mí, sentí un recorrido amorfo en mi mejilla más caliente de lo normal, siendo una sensación muy superficial pero conocida.

-JungKook...basta, YoonGi no tiene la culpa.

-¡Él tiene toda la culpa!

Su voz se rompió en la última palabra, pero solo yo parecí darme cuenta de ello.

-Es la segunda vez que vienes aquí en un jodido año...ni siquiera preguntaste qué fue la que pasó realmente, ¿y ahora resulta que él tiene la culpa?

-ÉL TIENE LA CULPA DE DEJARME SOLO SIEMPRE.

Kookie...pequeño, no estás solo.

-Kook...no, espera, ¡vuelve!

Silencio, bolsa, más silencio, las gotas cayendo, de nuevo la bolsa y el descanso. No eterno ni reconfortante...pero sí que era un descanso para mí.