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Estaba nervioso, eso no podía negarlo...JiMin sujetaba mi mano entre sus pequeños dedos mientras estábamos en la sala de espera, esperando a que nos dieran paso a nuestras sesiones de hoy, las cuales serían al mismo tiempo para poder hacer esto juntos. Incluso si no estábamos en la misma sala.

-Mi pobre Gatito...estás temblando. - ¿tanto se notaba? - Ten, ponte mi chaqueta.

El menor empezó a quitarse la prenda, pero tan rápido como pude le detuve y negué con mi cabeza, sonriéndole poco después.

-No es por eso...las salas de espera me dan pánico. - sus labios se separaron con sorpresa- Yo también lo acabo de descubrir... - ambos reímos, uno mucho más nervioso que el otro.

-Estoy orgulloso de ti...

Iba a responder a aquello, pero una voz femenina preguntó por nosotros y no hubo tiempo para eso. Se despidió de mí con un corto beso en mi frente, nariz y dió uno un poco más largo sobre mis labios.

-Relájate...-asentí lentamente y comencé a caminar en dirección contraria hasta la sala donde un psicólogo me atendería en esta primera sesión y en las siguientes que llegarían más tarde.
Respiré profundamente cuando mi mano giró el pomo y entré en aquella no tan pequeña sala, dando un rápido vistazo a mi alrededor.

Todos los muebles y decorado eran bastante simples, pero estaba colocado a la perfección, de forma perfectamente simétrica...era bastante relajante que no hubiese nada fuera de lugar.

-Min YoonGi, ¿verdad? - asentí mientras cerraba la puerta - Yo soy Lee, Lee PyungShon. Adelante, puedes sentarte.

Hice caso a sus palabras y me senté sobre el pequeño sillón de color negro mate. Mis piernas temblaban, dando pequeños saltos; eso ya dió bastantes pistas a la señora frente a mi sobre mi situación.

-Bien...¿Cómo estás, YoonGi? - miré a mis piernas, las cuales seguían dando suaves y rápidos saltos y coloqué mis manos sobre mis rodillas, deteniendo el movimiento.

Respondí con un simple "bien", sin mirarle directamente, eso no pareció agradarle demasiado, apuntó algo obvio para mí en una libreta y me miró fijamente, lo que casi me hizo sudar de puro nerviosismo.

Sabía lo que intentaba...pero no tenía por qué tratarme como al resto, a fin de todo, yo no era como los demás.

-Deje que le ahorre esto...Min YoonGi, veintiocho años, mi cumpleaños es el 9 de marzo. Tengo TDAH, indicios de TOC ligados con la contabilidad y el tiempo, fobia social, depresión, ansiedad, TCA, ansiedad post-traumatica, baja autoestima, amnesia localizada, traumas por diferentes causas respecto a...las drogas, -comencé a contar con mis dedos, eso sería una larga lista- conflictos interfamiliares, bulling, abusos, muertes de familiares cercanos a mí, la presencia de una de esas muertes, abandono, violaciones y...creo que ahí tiene todo lo que necesita escribir en esa ficha que tienes en la mano.

Por primera vez miré a la mujer frente a mí, sus ojos estaban abiertos de sobremanera, al parecer no se esperaba eso.

-En relaciones cercanas puedes poner que mi madre falleció, la localización de mi padre es desconocida, tengo un hermano mayor que yo y mi pareja debería estar en una sesión ahora mismo con alguno de tus compañeros...

Ella estuvo a punto de ahogarse con sus propias palabras, parecía no saber qué decir, al parecer nunca le había pasado eso.
De forma rápida dejó su libreta a un lado y suspiró, haciéndose una coleta con su largo cabello.

-Tengo el doctorado de psicología...solo vengo aquí porque no puedo auto tratarme. - la señora Lee asintió suavemente, comenzando a comprender lo que estaba pasando.

-Genial...entonces, comencemos.

Pasó cerca de una hora y media; por fin habíamos terminado la primera sesión...la verdad, esa mujer no me caía mal, era bastante agradable y tenía un lindo aroma...no tanto como el de mi querido JiMin, pero no era desagradable.

-¡YoonGi Hyung! - fui recibido por los brazos del que no podía dejar de pensar, el cual besó mis mejillas una y otra vez hasta hacerme reír. - ¿Cómo te fue?

-Bien...-sonreí levemente y cogí su mano entre las mías, las cuales comenzamos a balancear conforme andábamos por el pasillo de vuelta a casa. - ¿Cómo te fue a ti?

-La verdad...la verdad es que yo vine ayer, Yoonnie. - espera, ¿acaso había escuchado mal? Él lo repitió y mis ojos casi se salieron de las órbitas -Estuve hablando con PyungShon nonna y me dijo que era mejor que fuese la misma persona la que nos tratará a los dos, así podrían sacar provecho de cada sesión para comprender mejor al otro.

-¿Cuándo viniste...? - mi ceño se frunció un poco, pero después de eso caí en la cuenta de algo: en el día de ayer, cuando me dormí por cerca de dos horas, él se había ido a comprar, de hecho, recuerdo haber hecho un pequeño berrinche porque tardó cerca de dos horas en hacer la compra solo para nosotros dos- ¿Fue ayer? ¿Por eso tardaste tanto?

Mi menor asintió, caminando cada vez más lento por tener que esperar a que el ascensor llegara a nuestro piso.

-Sabía que te enfadarías conmigo si te decía que no íbamos a venir a la vez...pero ahora lo he arreglado todo, cuando salga yo entrarás tú, o del revés, como prefieras.

Asentí lentamente y sonreí al pensar en ello.

Debe preocuparse mucho por mí.

-Oye...ayer me prometiste un café.-ambos entramos en el ascensor antes de seguir hablando, esta vez con una sonrisa tímida.- Me engañaste...así que esta vez son dos cafés y un peluche.

-¡Ey, eso no es justo!

-Pero, JiMinnie...Kumamon necesita un hermanito, se siente solo en casa sin mí.

Hice un pequeño puchero que fue besado al instante.

-Está bien...pero solo porque eres demasiado tierno como para negarte algo.

Sí era su bebé mimado...entonces debería tratarme como tal, ¿no?

Dios...adoro eso, nunca lo admitiré, pero lo hago, realmente lo amo.

-'Capítulo 244. Kumamon Hyung.'

Memorias de un idiota 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora