Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

260

-Debes intentarlo...

Según la psicóloga, si en mi anterior intento de superar mi trauma había conseguido comenzar con el pensamiento de su voz en mi cabeza...si le tenía al lado quizás podría terminar, no solo comenzar.

Suspiré pesadamente y miré el delicado rostro de mi menor frente a mi, el que respiraba con tranquilidad aún entre sueños. Al parecer el soju y el frío le hacían entrar en un sueño muy profundo, eso lo confirmaba el ser las nueve de la mañana y no moverse de su lugar aún..

Él me abrazaba con uno de sus brazos mientras que el otro estaba en mi vientre, de igual manera yo me encontraba con mi pierna izquierda rodeando su cadera, dejando leves caricias en su pecho mientras le veía dormir pacíficamente.

¿Debería intentarlo?

Pasé mucho tiempo pensándolo, pero finalmente me decidí.

No pensé que se fuese a despertar...

Suspiré temblorosamente antes de empezar a acariciarme sobre la tela, traté de solo concentrarme en aquel toque y en el rostro dormido de Park, pero cuando pasaron los minutos necesité algo más, así que di el siguiente paso y comencé con aquel estúpido intento de poder ser más parecido a los demás.

Mis manos temblaban, pero con el relajante olor de Jimin y su angelical rostro frente a mi logré relajarme, tanto que incluso pude cerrar mis propios ojos, haciendo los movimientos cada vez de forma más confiada.

Pequeños suspiros entrecortados salían de mis labios en el intento de acallar todo lo que estaba sintiendo, claro que...los traumas no se superan tan rápidamente, ¿no?

-Tu padre tenía razón...eres enfermizamente adictivo, YoonGi.

Traté de seguir, traté de ignorar aquella voz y lo que decía, no quería escucharlo...no podía hacerlo.

-Papá...¿por qué me haces esto?

-N.no...

-¿POR QUÉ?

Mi mano se paró en seco al tiempo en el que cerré con fuerza mis ojos.

Había vuelto a pasar...

Jamás lo conseguiría, ¿cierto?. No podría superar aquello, todo lo que podría hacer sería fastidiar a la gente de mi alrededor y a mi mismo una y otra vez.
Una lágrima resbaló por mi mejilla, pero por alguna razón fue secada inmediatamente.

Mierda...

-¿Por qué no sigues...? - abrí mis ojos lentamente, solo para poder mirar directamente a mi menor, el que tenía su mirada clavada en mi, con una de sus manos en mi mejilla y con la otra aún en mi vientre.-No es difícil...solo...

No mentiré, me sorprendí, me sorprendí de sobremanera cuando noté que su mano en mi vientre bajaba hasta encontrarse sobre la mía, más aún cuando mis mejillas se volvieron rojas por el movimiento que comenzó en aquel lugar.

Mis ojos se cerraron por la vergüenza en mi cuerpo, no solo por mis mejillas, sino también por los extraños sonidos que salían de mi de forma involuntaria.

Llegó un momento en el cual dejó de guiar mi mano, ya que esta se movía sola, y llevó la suya un poco más abajo, más concretamente hasta un lugar que me hizo temblar.

-Ji.Jiminnie... -solté un pequeño grito al sentir sus fríos dedos rozar nuevamente mi piel.

Me sentía extraño...era como si algo dentro de mi reboloteara con fuerza, era como si tratará de escapar de mi. No sé sentía mal, de hecho, era increíble, pero aquellas voces en mi cabeza volvieron cuando logré superar la vergüenza.

-¡Deja de decir su nombre!

Mi respiración se entrecortó de repente, pero yo ya no sabía la razón de ello.

No me obligué a seguir con aquello, y creo que fue más por la idea de poder apoyarme en Park para no llegar a caer.

No estaba solo en eso.

Y al parecer no podría haber hecho nada mejor. Jimin era el que se encontraba provocando tantas cosas en mi y, mientras tanto, yo solo cerraba mis ojos con fuerza y trataba de concentrarme en lo que estaba sucediendo en ese momento.

-No quiero seguir aquí..quiero a mi Minnie...

-¿Yoonnie...? - los movimientos volvieron a detenerse de a poco al notar mi cuerpo tensarse de repente.  Eso debió preocuparle, incluso puede que pensara que había hecho algo mal, pero no era así- ¿Quieres que pare, amor? Ya no estás...

-¡No vuelvas a mencionar a ese enfermo, por su culpa estás aquí! ¿Acaso no lo entiendes, hijo?

-Lo siento...

No... Hoy tampoco sería el día.

La pequeña mano de Jimin salió de entre mi ropa solo para acercarme hasta esconderme en su cuello, lugar donde me desahogué por un largo rato con silenciosos sollozos.

-¿Era por esto por lo que la semana pasada estabas tan triste...? ¿Era esto lo que habías intentado? - asentí lentamente aún sobre el cuello de mi menor, quien acariciaba el recorrido de mi espalda y hablaba en susurros para no asustarme ni alterarme. - ¿Acaso no puedes...

Le dejé a medias, simplemente tapé su boca con mi mano izquierda y le miré de forma fugaz, notando mis mejillas arder.

-No lo digas...-suspiré pesadamente y me abracé al abdomen de mi menor, quien volvió a dejar caricias por todo mi cuerpo- No, no puedo hacerlo, o al menos no soy capaz de terminar...Es tan frustrante...

Diecinueve días ahora sonaba a muy poco tiempo, ¿cierto?

-Tranquilo, mi gatito...todo estará bien.

Levante suavemente la mirada, saliendo de mi escondite solo para poder admirar cada palabra que salía de sus labios.

-Yo te amaré de todas las formas posibles, pero primero amate a ti mismo, ¿de acuerdo?. - asentí nuevamente, esta vez sin poder dejar de mirar directamente a aquel ángel caído del mismísimo cielo. - Superaremos todo esto juntos, te lo prometo.

-Jimin...

Fui interrumpido por el rubio, sin embargo su voz me hizo no querer tener que utilizar más palabras, después de aquellas, ya ninguna sería digna de ser escuchada por él.

-'Todo el mundo dice que debo amarme,
pero no sé cómo hacerlo.

No puedo vivir sin mi mismo.
Quizás si miro al cielo...
Quizás no me necesito a mi mismo.
Quizás no me quiero a mi mismo.

Todos dicen que debo amarme, pero nadie lo hace realmente.

No sé por qué,
pero quizás haya llegado demasiado lejos.

No puedo vivir sin mi mismo, y no sé por qué...
¿Realmente debería amarme?'

Suspiré de forma relajada y acogí las mejillas de mi pareja entre mis largos dedos. Él sonrió antes de cerrar sus ojos a mi compás, justo antes de hacer que nuestros labios colisionaran entre sí.

-No digas su nombre...

-Jimin...

-' Capítulo 260. Segundos intentos.'