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Cuatro días para saber si realmente sería capaz.

Cuatro días para saber si realmente había superado mi trauma...

-¿No comerás? - negué suavemente con mi cabeza y bajé la mirada hasta los palillos en mis manos, estando aún en mi mundo- Sé que hacer ramen instantáneo no ha sido la mejor idea de todas, pero sé que te gusta, ¿por qué no comes?

Suspiré pesadamente y removí los palillos entre los largos fideos, tratando de parecer más tranquilo de lo que realmente estaba.

-Me gustan...pero no me apetece comer ahora- sin hacer mucho caso a Jimin me levanté de mi lugar y dejé el plato en la cocina, lugar donde suspiré de nuevo y sobé mi cara.-Maldita presión...

Sin querer tardar demasiado guardé la comida en un tupper para poder tomarlo más tarde y limpié el plato en que antes estaba. Restregué parte uno de mis ojos con el torso de mi mano y comencé a andar hacia el salón de nuevo.
O, bueno, lo habría hecho de no ser porque choqué contra Park, quien me miraba desde la puerta con una ceja levantada.

-¡Jimin-ah! - sobé mi frente, la misma que dolía por el golpe que me había dado con mi menor- ¿Se puede saber que haces ahí parado?

Por alguna razón mi tono de voz sonó molesto, demasiado, diría yo. Pero el suyo...voy a admitir algo, su voz dió miedo, y no solo eso, su rostro, su expresión, la forma en la que caminaba hacia mi...absolutamente todo lo que hizo hasta hasta conseguir acorralarme me intimidó.

El dolor de mi frente había desaparecido por completo, pero a cada paso que Jimin daba yo lo daba hacia el lado contrario, ambos hicimos aquello hasta que choqué con la encimera, esa en la que no encontré salida.

-¿Qué es lo que te ocurre? Llevas todo el día ignorándome...me prometiste que no me mentiras cuando se tratara de tu malestar-su dedo índice chocó contra mi pecho, lo que me hizo bajar la mirada automáticamente, como si derepente tuviese la necesidad de ser sumiso- Y tú, no estás bien- aquel dedo abandonó mi pecho, pero no sé si fue mejor cuando elevó mi mentón, haciendo antes un recorrido por todo mi cuello.

De todo aquel recorrido resaltaría mi nuez, la misma que se movió al tragar yo en seco, lo que me hizo sentir...extraño.

-¿Se puede saber qué te pasa...?

-Estoy bien...pe.pero - me daba vergüenza, pero aún así miré directamente a Park, incluso si mis ojos estaban a punto de derramar una pequeña gota de agua salada.-Me das miedo ahora...

En ese momento sus rasgos parecieron suavizarse, su mirada dibagó por todo mi rostro, seguramente buscado signos de que mentía.

Pero no lo hacía.

-Perdón...ah, Dios, lo siento, mi vida - el dedo índice en mi mentón cambió a mi mejilla con todos los demás. Ya no me sentía tan arrinconado e indefenso, pero de todas formas me sentía extraño.

Me había dado miedo, pero también me hizo sentir extraño, como si no fuese la primera vez que lago así sucedía.

Mi pecho se había oprimido en el sentido negativo. Sentía mis mejillas arder, incluso se me había formado un nudo en la garganta al intentar hablar.

Era extraño, sí, pero había algo que me hacía querer llorar.

-Ey...¿Estás bien? - asentí suavemente y traté de apartar la mirada, pero me era realmente difícil, lo era aún más teniendo aquel olor tan cerca. - ¿Entonces qué es lo que ocurre...? Estás muy raro hoy, Yoonnie.

Volví a tragar en seco la poca salíva de mi boca y traté de sonreír levemente, dándome algo de confianza a mí mismo.

-No es nada, es que...- no era el momento... ¿no?. Este no era él día, el lugar ni el momento adecuado para saber si había superado mi trauma, mucho menos teniendo a Holly a andando por allí. -bTengo que ir a baño... A.Ahora vuelvo.

Huyendo de nuevo... Genial, muy innovador, YoonGi.

Soy tan patético...

Para mi sorpresa no pude dar más de dos pasos, cuando menos me lo esperé mi menor dejó un suave beso sobre mi mejilla, lo que hizo que me parará en seco.

-Lo sé, YoonGi. - Sus manos se resbalaron por mi vientre a hasta llegar a mi cintura, lugar donde me pegó a él, también nuestras frentes y ,por poco, nuestros labios.

-¿Qué es lo que sabes exactamente...? - Jimin sonrió suavemente y bajó sus manos hasta mis muslos, lugar donde me cogió e impulsó hasta sentarme sobre la encimera, sin distanciarnos en ningún momento.

-Sé que no tienes hambre porque esta tarde te he visto comiéndote mis galletas.- reí suavemente y besé sus suaves labios superficialmente, algo inocente y tímido, pero sincero.

-Me pillaste. - reí de nuevo y acaricié su mejilla cuando él acarició mi cintura aún si el cambio de alturas era notable de esa manera. Lo cierto es que lo que trataba de ocultar estaba muy lejos de eso, pero en parte tenía razón.

¿Sabéis...? No debería tener tanta confianza en mí mismo, pensé que no se había dado cuenta, pero resultó que solo bromeaba, ¿cómo lo supe? Fácil... Cuando menos me lo esperé JiMin soltó un "ahora tendrás que darme de comer a mi" Y...bueno, de alguna forma me pregunté si realmente no podíamos intercambiar nuestro ADN después de aquellos besos.

Totalmente patético... Quizás por eso hice reír incluso a mi psicóloga.

-'Capítulo 275. No es el momento.'

Memorias de un idiota 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora