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Me removí con cuidado entre los brazos de Jimin y suspiré de forma calmada, hacía algo de frío, pero el cuerpo de mi menor pegado al mío me era suficiente como para no tener quejas. Por no hablar de las sábanas sobre nosotros y las dos bolas de pelo.

-Minnie...¿Qué ahora es?

Con algo de dificultad abrí mis ojos levemente, contemplando directamente el rostro de mi menor, quien aún se encontraba encerrado en el mundo de los sueños.

Sonreí suavemente al ver su rostro tan relajado y negué suavemente con mi cabeza, sin poder creer la ternura de persona que había frente a mi.

Sus labios entreabiertos dejaban caer un pequeño rastro de saliva que, en mi opinión, le hacían adorable. Sus ojos estaban levemente inchados y su cabello era un completo desastre.

Hablando de su cabello...ahora era capaz de hacerse una coleta con todo, pero según tenía planeado iba a cortar toda la zona de color rubio e iba a dejar su tono natural al completo.

Por lo que había visto hasta ahora el negro le quedaba de maravilla, pero por alguna razón se me hacía raro...no parecía tan tierno e inocente como siempre, de hecho...diría que parecía de todo menos eso.

Mi estómago grugió con fuerza, haciéndome sonrojar por completo, incluso si sólo yo lo había escuchado.

-Jiminnie...-acaricié suavemente su mejilla para despertar le, pero para mí mala suerte solo se acomodó sobre esta y siguió durmiendo, esta vez disfrutando de mis caricias también.-Minnie...tengo hambre...despierta y vamos a desayunar, ¿por favor?

Suspiré pesadamente antes de escuchar un pequeño quejido salir de sus labios, uno que no me dejó tiempo suficiente para reaccionar, cuando menos me lo esperé él había despertado, yo me encontraba debajo, con mis mejillas y orejas rojas y el pulso a mil por la impresión.

Jimin apenas tenía fuerza para poder sostenerse por si mismo, pero incluso así parecía intentar terminar de despertar para recuperar al fin su fuerza y carácter por completo.

-Minnie...no luches contra el sueño-sonreí suavemente y acaricié su mejilla, momento en el que empezó a cerrar sus ojos de nuevo, dejándose llevar por el sueño. - Duerme un rato más...te esperaré hasta que despiertes.

Con todo el cuidado del mundo que le pude dedicar, besé su frente y acomodé sus brazos a mis costados, todo para dejar que cayese sobre mi con suavidad, con su mejilla izquierda contra mi mejilla derecha.

Acaricié con cuidado su nuca y espalda hasta que al fin pude notar como su respiración volvía a ser más calmada.

Eso me hizo sonreír, pero aún tenía hambre, así que pasada una hora decidí coger mi teléfono a unos de los lados de la cama y mandé un mensaje a Jin Hyung, quien sabía que hoy no trabajaría, como todos allí. ¿La diferencia? Jin Hyung no quemaría mi cocina...de eso estaba seguro.

Pasada una media hora más la puerta principal se abrió, dándome por entendido que mi Hyung había llegado.

A los pocos minutos le vi entrar por la puerta de nuestro dormitorio, pero al hacerlo no pude hacer más que susurrar un "Buenos días" que fue respondido con una pequeña sonrisa.

Sinceramente no quería despertar a mi menor, no quería hacerlo porque...porque estas eran de las pocas oportunidades en las que yo podía cuidar de él, y eso me gustaba.

-Te ha acorralado, Yoon- aquel susurro hizo que riera suavemente, aunque tan rápido como escuché una queja de Jimin por el movimiento en mi pecho dejé de hacerlo y comencé a acariciar su espalda para relajarle. - Oye... ¿acaso no sabéis lo que es la ropa?

Sonreí tímidamente y asentí, algo avergonzado.

-Sabes que no me gusta dormir con ropa...Kook duerme sin camisa y no le decís nada, ¿cierto? - ambos sonreímos ante los recuerdos del menor- Pues mi mocoso es parecido...solo que quizá es un poco más nudista.

Jin rió y tocó uno de mis hombros descubiertos, haciendo que frunciese mi ceño al estar él señalando de forma demasiado directa que yo tampoco llevaba esa prenda.

-No me juzgues, yo al menos llevo algo de ropa.-Kim levantó su ceja con diversión, como si realmente se lo estuviese cuestionando.- Llevó pantalón, pedazo de pervertido.

-Gatito...-de forma casi automática ignoré a mi mayor para prestar total atención al no tan pequeño sobre mi, el mismo que suspiró brevemente y restregó su pequeña nariz por mi cuello, oliendo mi aroma una vez más.

-Hyung...sé que has traído a Nam, ¿podríais hacer comida para cuatro? - mi mayor asintió lentamente y salió de la habitación, seguramente tratando de no darle importancia que ahora sabía que había sobre mi. - Hola, amor...¿Dormiste bien? - mi menor asintió suavemente y levantó su rostro, apoyándose en sus codos para poder reincorporarse lentamente.

-Yoonnie...¿Por qué Jin Hyung y Nam Hyung están en casa? - Dios, amaba su voz tan ronca de recién despertado.

-Te quedaste dormido sobre mi...así que le mandé un mensaje de rescate, ahora serán ellos los que hagan la comida...Ji.JiMin, ¿qué haces?

Por alguna razón ahora parecía mucho más despierto que antes, todo por haberse ocultado entre las sábanas, lugar donde se arrodilló y apoyó sus brazos a cada uno de los lados de mi cadera, dándome una ligera idea de lo que quería tratar de hacer.

-¿Puedo...? - sus dedos rozaron mi vientre bajo, pero yo no estaba seguro de poder hacer eso, no ahora, no cuando cualquiera de los Kim podría escucharnos o entrar de repente.

-Minnie, no~-suspiré de forma fuerte antes de poder hacer otra cosa, tan solo noté mi rostro sonrojarse y aquella llama de mi pecho volver a arder.-Mierda...

Para mi sorpresa nada más pasó, simplemente fue un suave y lento beso que terminó por ser una fuerte risa por los picotazos de los dedos de Park en mi costado.

¿Qué pasaba si juntaba todo aquello con el hecho de no haberme podido levantar antes? Fácil, tuve que ponerme en ridículo e ir al baño porque no pude aguantar la orina retenida tras aquellas sensaciones tan alteradas.

-Eres un imbécil...

-Así me amas, Gatito.

-'Capítulo 285. Dormir pegados.'

Memorias de un idiota 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora