Ｍｅｍｏｒｉａｓ ｄｅ ｕｎ ｉｄｉｏｔａ 2 «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»

236

Pasé toda la mañana dormido, no tuve sueños, pero creo que eso fue porque tenía el sueño muy profundo.
Cerca de las dos de la tarde JiMin volvió a casa de sus clases de baile, oliendo a sudor a pesar de la fría temperatura de noviembre en Seúl.

Sacó a Holly de paseo y pasó por su casa supuestamente para dar de comer a Suga y recoger algo de ropa para cambiarse.

Al volver a mi hogar no subió directamente a mi dormitorio, en realidad no sabía lo que tramaba, lo único que sabía era que olía maravillosamente.

Pasaron cerca de dos horas, por lo que la hora de comer ya había pasado hace bastante tiempo...pero, al perecer, ese no era su plan. Al rato subió los escalones casi corriendo y entró en mi dormitorio, lugar donde seguía durmiendo, totalmente insconciente de lo que pasaba a mi alrededor.

-YoonGi. -ugh...desde tan cerca realmente apestaba- Min YoonGi, hoy si que no he voy a dejar aquí sin hacer nada.

Suspiré, aún entre sueños y di media vuelta sobre mi eje, dándole la espalda a JiMin, que pareció molestarse por eso.

Yo...sinceramente, no tenía la intención de despertarme pronto y eso era algo que él sabía. De hecho, creo que por eso me cogió con algo de esfuerzo y me llevó hasta el baño al que tantas veces habíamos ido.

¿Por qué tenía que ser tan molesto?

Al parecer había llenado la bañera-jacuzzi y, ¿cómo lo sé?

Fácil...me tiró al agua, incluso con la ropa y aún dormido.

Abrí mis ojos y respiré rápidamente al estar dentro del lugar, no pensaba que fuese a despertar así.
¿Donde quedaron los besos y los abrazos en la mañana?

-¿Cómo se te ocurre...? - la ropa se pegaba a mi cuerpo y no voy a mentir, era tan desagradable que quería salir de ese lugar y arrancármela para dejar de sentir tanta presión.-¿Eres idiota? - pregunté ahora más despierto que antes y con un tono muy molesto. En realidad diría que casi le grité, pero no me dió tiempo a enfadarme.-¿Qué ha.haces...?

Sus pasos eran lentos, tanto que daba miedo. De repente sacó su camisa, cosa que me avergonzó tanto que tuve que tapar mi rostro al completo, chocando a la vez con la pared que me hizo soltar un jadeo.

-El otro día literalmente te metiste en la ducha conmigo sin avisar, ¿por qué esto iba a ser diferente?

Dios...a este paso se me caerían las orejas de lo rojas que estaban. Sentía como mi corazón daba fuertes golpes con mis costillas en cada rápido latido.

Sabía que lo que había dicho era cierto, pero apenas estaba consciente, no me había despertado del todo, pero hoy...hoy se estaba pasando.

-O.oye, JiMin...no creo que... - mis palabras quedaron a medias cuando el agua del lugar, la cual me llegaba por los hombros al estar sentado, se movió por entrar el menor en el lugar.

-Tranquilo...sé que no eres el mismo que cuando estás tan cansado, pero no tengo esas intenciones...

Poco a poco destapé mi rostro, viendo al fin a mi rubio con una pequeña sonrisa en sus labios. Él levantó su brazo hacia mi y yo solo me encogí en mi lugar, totalmente aterrado con la idea de hacer esto.

-Ven aquí...si no te quitas eso te hará daño. - su voz sonó tan delicadamente que, como si viviésemos en un omegavers y él fuese un alfa utilizando su voz de mando, yo quedé completamente sumiso, estando totalmente a su merced.

Con cuidado comenzó a quitar la ropa pegada a mi cuerpo, escurriéndola antes de tirarla a alguna parte del baño. Claro que...cuando sus manos fueron a quitar la única ropa que me quedaba se lo impedí. JiMinme miró con cariño y me sonrió, tranquilizándome de nuevo, dándome esa confianza que creí que solo tenía cuando estaba adormilado.

-Media vuelta... - no pregunté, simplemente obedecí, dando media vuelta sobre mi base para quedar de espaldas a él. - Te puedes recostar si quieres, ¿si?

Asentí lentamente, moviéndome al mismo ritmo hacia atrás, al menos hasta que el pecho de JiMin chocó con mi espalda y conectó las tan conocidas burbujas que distinguen a los jacuzzis. Sus manos comenzaron a dar un masaje sobre mi cabello con lo que supuse que sería shampoo. Me relajé, simplemente comencé a destensarme hasta que todo mi cuerpo quedó descansando sobre el suyo.

-A ver si adivino...estás cansado, ¿cierto? - asentí lentamente, notando como mi nuca se restregaba con su pecho al hacerlo.- Pero no te quieres dormir...

Él sabía lo que provocaba en mi, eso estaba claro.

-Ahora confías más en mi, ¿no? - volví a asentir cuando sus manos pasaron de estar en mi cabello a mi vientre, lugar donde dieron suaves caricias que casi me hacen ronronear- Entonces supongo que ya no tienes tanto miedo de esto...

¿A qué se refería con esto?

La verdad es que no lo supe hasta bastante después, lo único que supe es que no dijo nada más, que aquello había sido un susurro más para si mismo que para mí. A pesar de que su boca estuviese tan cerca de mí odio..eso no me iba dirigido a mi, o al menos no del todo.

Salimos de allí y seguimos con la típica rutina post-baño, nos secamos, vestimos y demás... Yo volví al baño solo para hacer las necesidades que no había hecho por días y luego bajé hasta llegar a mi propio salón, donde mis ojos casi se salieron de su lugar.

Habían velas, con aquel delicioso aroma que tanto nos caracterizaba, habían cientos de ellas. La mesa estaba arreglada con un precioso mantel blanco que ni siquiera sabía que tenía, los platos contrastaban con un perfecto negro mate, al igual que los palillos.

JiMin...bueno, me confesó que llevaba tiempo queriendo invitarme a una cita, pero hasta ahora no lo había conseguido, así que, si no podíamos ir a la cita, la cita vendría a nosotros.

-Min YoonGi...gracias por aceptar ser mi hermoso novio otra vez. -sonreí tímidamente y bajé la mirada, mirando a nuestra manos unidas sobre la mesa.

-Me has enamorado dos veces de ti, Minnie...creo que no podría hacer otra cosa.

-'Capítulo 236.Confianza. '