Enamorado del mejor amigo de mi hermano [EMAH] | yoonmin

¿Ah sí? ¿Cómo?

Namjoon no dejaba de verse una y otra vez en el enorme espejo rectangular de su habitación. Al mismo tiempo que dirigía una mirada insegura a las dos prendas sobre su cama.

¿Chaqueta negra de cuero o de jean?

Dudaba si iba a lucir como un gótico con la primera opción al tener puesto un pantalón negro ajustado y una camiseta de rayas rojas y negras o, en contraste con el otro, un desfasado en la moda.

Eso último no le hubiese importado si no supiera de antemano que Jin siempre usaba lo que estaba en tendencia. Y él quería estar cool, al menos parecerlo en todas las veces que se juntaran. Ya había sido suficiente de quedar en ridículo.

Suspiró intranquilo mientras se dejaba caer en su cama.

«Soy un desastre», concluyó Namjoon con pesimismo.

Hasta ahora no comprendía cómo alguien tan cercano a la perfección lo consideraba buen material para una cita. No es que no tuviera autoestima, pero Seokjin es, por mucho y en comparación de los pocos chicos con que ha salido, el que posee una belleza sin igual.

No quería arruinar tal milagrosa fijación en su ordinaria persona.

La opción obvia de apoyo sería Yoongi, pero ni bien volvió a considerarlo, lo descartó. Los mejores amigos estaban para ese tipo de situaciones, pero él era el menos idóneo.

La razón era simple.

Yoongi decía que todos los nervios previos a la primera cita eran patéticos. Si lo llamara para que fuese y lo ayudara a escoger su ropa, solo iría para burlarse. Además, la moda jamás había sido su fuerte, que él y su armario únicamente conocieran el color negro lo probaba.

Movió su cabeza hacia la dirección de las prendas e hizo un gesto pensativo.

«Yoongi elegiría la chaqueta de cuero si estuviera en mi lugar, pero no sabe de moda. Por lo que la opción correcta sería la de Jean. ¡Gracias, hermano!».

La cogió con una sonrisa en su rostro, dándose un último vistazo para después ir a la salida de su habitación con una falsa seguridad, pero necesaria.

Nada podía salir mal.

—¿A dónde vas tan guapo, cielo?

Namjoon se detuvo al escuchar la pregunta de su madre. Recién se había percatado de su presencia en la sala de su casa.

—Te comenté sobre la cita, má... —Trató de ocultar la vergüenza en sus palabras, pero fue en vano. Podía sentir los latidos desenfrenados de su corazón con la sola mención de ésta.

La bella mujer de cabello corto y ojos profundos, formó un gran signo de sorpresa en su rostro.

—¡Lo he olvidado por completo!

El moreno negó con la cabeza, estando más divertido que molesto.

—Gracias por demostrarme lo importante que soy en tu vida, má.

—Hasta lo tendría anotado si tu cita fuera con Yoongi.

La señora Kim era consciente de la amistad de ambos chicos, pero alguien tan centrado y directo le agradaba como yerno, ya que su hijo podría llegar a ser algo torpe y despistado en la vida.

Namjoon rodó los ojos mientras tomaba las llaves del auto de su padre. Se lo había pedido prestado el día anterior porque quería lucirse en su primera cita con Jin.

—Un día de estos Yoongi dejará de venir tanto que lo juntas conmigo. —Se acercó a ella para darle un beso en su mejilla—. Créeme que si esto funciona, te lo presentaré y terminarás encantada con Seokjin... Él es perfecto.