Enamorado del mejor amigo de mi hermano [EMAH] | yoonmin

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Yoongi pasaba, con sumo cuidado y dedicación, una de sus manos por la extensión de la espalda baja de Jimin, quien suspiraba de rato en rato sobre la curvatura de su cuello, sintiéndose arrullado y mimado por su hyung.

Así permanecieron desde que el beso terminó, siendo reemplazado por un silencio que les estaba sirviendo de falso soporte. Porque realmente ninguno quería arruinar el tiempo que estaban pasando juntos.

Ya que la realidad era otra. Y Yoongi se encargó de traerla, deteniendo sus suaves caricias para enderezar su postura, con dificultad por el peso adicional en él, y tomar una sutil, pero consistente bocanada de aire, dándose la voluntad necesaria de hablar.

—¿Qué te dijo el médico?

Tensó los labios cuando hizo la pregunta. Pese a que sí quería saberlo, no fue su intención sonar tan brusco.

Jimin pestañeó de manera confusa desde su posición, rompiendo así la burbuja que había creado en su mente en el instante que se acomodó sobre su regazo para poder recuperar un poco de la calidez que su lejanía le había quitado.

Ya no sentía tanto frío...

—Me-me siento mejor ahora. —Sus brazos se ajustaron a los extremos de su hyung, perdiéndose de nuevo en aquella sensación.

—Claramente, esa no fue mi pregunta.

El tono que empleó Yoongi al decirlo, no iba acorde con su cuerpo removiéndose de la íntima cercanía que el menor impuso.

—Hyung... —Los labios de Jimin formaron un puchero que estuvo a punto de alcanzar la sensible piel del pelinegro si este no hubiese alejado su cabeza para confrontarlo con su profunda mirada felina al mismo tiempo—. N-no es nada.

—Mocoso —le advirtió él esta vez con su voz grave, lo que únicamente generó que los ojos marrones que contemplaba, destellaran.

Había cierto cariño cuando lo dijo.

—E-es solo producto del estrés...

—¿Estrés? —Yoongi alzó una de sus cejas sin comprenderlo mucho.

—Extrañé mucho a hyung... —El tintineo de la voz del pelirosa y las palabras que había escogido usar, delataban que todavía no estaba del todo consciente.

Y más lo fue cuando, moviéndose lento hacia él, logró conectar su mirada con la otra, mordiendo luego su labio inferior al reparar en su boca. Se concentró tanto en esos labios rosados que tuvo el impulso de volver a rozarlos ligeramente contra los suyos.

Jimin suspiró encantado cuando los sintió cerca de nuevo.

Sin embargo, la abrupta separación que ejerció Yoongi lo sacó de su ensoñación, y más cuando este soltó un vacilante:

—S-seamos amigos.

Sus ojos marrones, los cuales se mantuvieron entrecerrados en todo ese momento, se abrieron de golpe.

—¿Eh?

Yoongi resopló.

—Alejarnos... no parece ser una opción para ninguno de los dos, como tampoco está bien presionarnos... —Pensó por unos breves segundos—. Presionarte... no quiero obligarte a nada.

«Quiero hacer las cosas bien», se repitió en su cabeza lo que tiempo atrás le confesó a Namjoon. Porque, realmente, estaba cansándose de siempre perder ante los sentimientos.

—N-no me siento presionado...

Yoongi sonrió de lado mientras tomaba una de las mejillas del pelirosa con su mano, regalándole un suave toque.