Desesperado, Yoongi bajó la temperatura del agua esperando que con eso lograra enfriarse. Sin embargo, ni bien chocó contra su piel, cerró la llave. Había olvidado que no la soportaba y por ello, nunca utilizaba esa técnica.
Exhaló agotado, apoyando su frente en las paredes del baño. Esperando a que su cuerpo por fin entendiera que no habría ningún tipo de acción que incluyera a Jimin.
Pasados los minutos, se puso su albornoz blanco para después dirigirse a la puerta y buscar la ropa que se le había olvidado llevar al baño para ponérsela allí. Fijándose que aún no estuviera Jimin, fue a los cajones y empezó a coger cualquier prenda.
Al girarse para regresar, su mano vacía tomó la esquina superior de su albornoz y la sacudió de una lado a otro para poder conseguir un poco más de aire. Todavía su cuerpo estaba sufriendo los estragos de su mente.
Justo cuando estaba a punto de llegar al baño, la puerta de su habitación es abierta, dando a conocer a un sonriente pelirosa, el cual se congeló al enfocarse en Yoongi.
Específicamente, en lo blanca y reluciente que se veía la zona descubierta del pecho de su hyung.
Y no solo era su piel lo que le atrajo a modo de imán, también estaba el detalle que el cabello negro de su hyung estaba mojado y eso hacía que varias de sus hebras se apegaran a su rostro y que de estas cayeran diminutas gotas de agua que se perdían en donde estaba su centro de atención en ese momento, haciendo lucir su pecho como si estuviera perlado en todo el contorno visible.
No comprendía por qué se le empezaba a secar la boca por tal imagen.
Es decir, Jimin era capaz de reconocer cuando un hombre le parecía atractivo y Yoongi era uno de ellos por mucho, pero jamás se había sentido de esa manera con ninguno.
Como si...
—¿Jimin?
Yoongi volvió a decir su nombre al no recibir respuesta la primera vez.
—¡Hyung!
Jimin desvió su mirada a cualquier otro sitio de la habitación como si el solo curso de sus pensamientos fuera algo indebido.
Comenzó a morder su labio inferior.
—Creí que todavía estarías en la habitación de Jungkook —dijo el pelinegro como disculpa.
—Uh...
Jimin no supo qué decir, ahora mordiendo el interior de sus labios de forma compulsiva. «No debo mirarlo, no debo mirarlo, no debo...», se repetía una y otra vez.
Sin embargo, no contó con que su hyung se acercara a él, movido por la preocupación de notarlo al borde de una silenciosa crisis.
Sus pequeñas manos empezaron a temblar un poco pese a que las había juntado como siempre hacía cuando se encontraba nervioso.
Pero todo empeoró al fijarse en la cercanía del albornoz que estaba usando.
—¿Estás bien? —Yoongi nunca había visto sus mejillas así de encendidas y saturadas de rojo en él.
Cuando se dispuso a preguntarle de nuevo, aquellos ojos marrones chocaron con los suyos, revelando un destello que solo aparecía en momentos que Yoongi fácilmente podía recordar porque su inconsciente lo deseaba todo el endemoniado tiempo.
Jimin contrajo sus propios labios mientras su mano comenzaba a subir de forma lenta a la parte del albornoz que le permitía reflejar la blanca piel de su pecho. La tomó con fuerza, pasando instintivamente su lengua por su labio inferior, el cual hasta ese punto, ya estaba del mismo color llamativo que el resto de su cara.
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Enamorado del mejor amigo de mi hermano [EMAH] | yoonmin
FanfictionA simple vista, este fanfic empieza con la típica trama de "noviazgo falso" que se vuelve real con el tiempo porque nuestros protagonistas se terminan enamorando perdidamente. Y no lo niego, gracias a esa propuesta es que esta historia tiene los cim...