Enamorado del mejor amigo de mi hermano [EMAH] | yoonmin

Te quiero, Yoonie

Yoongi se estaba cansado de buscar el cargador de su celular, hasta había revuelto todo su estudio y nada que lo encontraba. Estaba por rendirse, si no hubiera reconocido unos ruidos saliendo de la habitación de Jungkook.

Resopló; detestaba que esos mocosos no lo obedecieran ni estando presente en casa, aunque eso le sirvió para concluir que su cargador lo debía de tener él, ya que el suyo había estado fallando y como el buen hermano mayor que era debía pagar las consecuencias. Nótese el sarcasmo.

Sin pensarlo más, se dirigió a su habitación con todo el malhumor contenido, empezando a abrir su puerta sin vergüenza alguna apenas llegó.

—Oye-

—¡Deben prometerme que serán totalmente sinceros conmigo! —Una voz aguda y melodiosa lo detuvo—. Mi número en el festival tiene que quedar perfecto.

O también estuvo la opción de que fueron las mallas ajustadas a un par de piernas endemoniadamente contorneadas, las cuales al estirarse hacían resaltar de manera asfixiante su atributo trasero junto a los ligeros, pero firmes músculos que sobresalían de sus brazos expuestos.

Al menos así lo sentía Yoongi, quien parecía estar paralizado en su lugar, maldiciendo por lo bajo el hecho de admirar el cuerpo de alguien que prácticamente era de la edad de su hermano. Casi un quinceañero.

—Sabes que se me da muy mal mentir, Jimin —dijo Taehyung a través de un puchero.

—Y yo soy brutalmente honesto. —Jungkook se encogió de hombros.

Jimin soltó una risa, pero esta más estaba siendo influenciada por sus nervios.

—Bien. Suban el volumen a la canción.

Taehyung aplaudió emocionado antes de manejar el control del estéreo en sus manos. El bailarín tomó un respiro hondo, desvaneciéndose en el instante que estuvo listo en posición. Estaba tapando su rostro con una curva que había hecho con su brazo doblado hacia arriba, mientras que el otro permanecía un poco arqueado a su costado.

Cuando la música empezó, sus brazos se elevaron con armonía, uno después de otro, acompañándolo con un elegante giro sobre sus pies descalzos. Los precisos saltos que manejó dejaron sin aire a Yoongi, solo volviendo en sí cuando el menor se desplazaba con suavidad sobre la superficie, formando círculos y cruces con sus piernas al moverlas.

Jimin cambiaba de dirección con gracia, dando giros de manera que alternaran entre sí, terminando en una vuelta completa de lado que causó que hasta los débiles huesos del aspirante a compositor crujieran por lo penetrante que había sido.

Y no fue capaz de reaccionar ni con su envolvente postura final, siendo adornada con su pecho agitado y tenues gotas que comenzaban a destellar en el contorno de su cuello.

—¡Precioso! —La sonrisa cuadrada de Taehyung fue instantánea.

—Fue realmente- —Jungkook paró de hablar cuando sus ojos se fijaron en su hermano—. ¿Yoongi hyung?

Este fue rápidamente notado por los otros dos adolescentes, lo que le obligó a carraspear de forma sutil para mostrarse normal ante ellos, pese a que su fiera mirada todavía siguiera permanente en Jimin.

Quien por su parte se sintió pequeño al tener la atención de una persona que a las justas y se dirigía a él, razón principal por la cual había decidido practicar su acto de baile en la privacidad de la habitación de su amigo.

—¿Tienes mi cargador?

La pregunta salió de golpe por el esfuerzo que le había llevado a Yoongi formularla.