Enamorado del mejor amigo de mi hermano [EMAH] | yoonmin

Que me beses, me gusta

Hoseok realmente no había planeado ir a la casa de Yoongi, pese a que siempre quisiera verlo, porque aún no era el momento de escuchar sus constantes rechazos. Tanto por el último encuentro que tuvieron como por lo ocupado que lo tenía la universidad.

Sin embargo, un inesperado mensaje que recibió en la mañana de su... bueno, realmente no sabía cómo catalogar al hecho de hablar, algunas veces, con Taehyung.

No eran conocidos, menos amigos; solo eran personas con un interés en común, pero con objetivos opuestos. ¿Se entendía? Porque ni él mismo lo hacía sinceramente.

El primer acercamiento que mantuvieron, sin discusiones de por medio, fue extraño, pero no era el momento para recordarlo, menos cuando Yoongi lo miraba de esa forma que lograba romperle el corazón.

—¿Qué mierda haces aquí, Hoseok?

El tono despectivo que usó, todavía podía dejarlo un poco desconcertado porque no se acostumbraba a ese comportamiento distante en él. Cuando recién se habían conocido, solo hubo risas y burlas de por medio, pero no esa frialdad.

Esa era peor que cualquier otra cosa.

—Yoongi hyung. —Hoseok alzó ambas comisuras de su boca, formando unos pequeños hoyuelos por encima de estas—. Sé que no me quieres aquí, pero necesito-

—No me digas —este otro lo interrumpió con un gesto mordaz, aún apoyándose en la puerta entreabierta—, necesitas hablar conmigo.

—Sí, pero esta vez es... diferente.

Hoseok reunió todo el valor necesario para seguirle haciendo frente sin que el dolor se apoderara de sí.

—Igual pierdes tu tiempo.

Aquella firmeza al decirlo fue similar al intento que Yoongi hizo al cerrar la puerta, pero el brazo del contrario se lo impidió.

—E-es importante.

Ambos pudieron percibir lo suplicante que se estaba escuchando...

—Nada que tenga que ver contigo lo es.

... pero eso no lo detuvo en soltar tales palabras. Si eso hacía que él al fin lo dejara en paz, no dudaría en ser cruel.

Más que tristeza, ahora solo sentía como su interior hervía de enojo.

Mientras que la angustia que Hoseok había tenido desde temprano, creció a niveles desorbitantes.

Palabras como: «Deja de decir que su relación es extraña, hoy los vi besándose delante de la escuela, ¿qué más quieres para que des un paso al costado?», comenzaban a recobrar sentido para él.

—¿D-de verdad? —Su voz parecía rota, pese a la resistencia que estaba buscando mostrar—. ¿Y-ya no te importo?

A Yoongi le empezó a pesar el cuerpo, desapareciendo la presión que había puesto en sus manos. Aunque su habla permanecía en un estado de seriedad inquebrantable.

—¿Aún dudas de ello?

—Eso es porque... ahora me odias, ¿verdad? —Hoseok preguntó con dificultad, siendo su cabeza reposando en la puerta lo único que la mantenía abierta.

—Vete, Hoseok —ordenó el otro con dureza, pero con un nudo en la garganta—. ¡Vete!

Yoongi podía solo hacer el mínimo esfuerzo y ya con eso la puerta se cerraría, pero se sentía exhausto, además de contar con una profunda carga en su espalda.

El malestar emocional regresó y no se fue ni con la partida de un rubio que había iniciado un llanto silencioso, pero desgarrador.

💀💀