Enamorado del mejor amigo de mi hermano [EMAH] | yoonmin

bum bum bum

El olor a café y otros ingredientes mezclándose entre sí, lograron despertar a Jimin.

Al sentarse, bostezó de inmediato a la vez que estiraba sus brazos, pasando luego ambas manos por su rostro aún somnoliento.

Luego de unos segundos, notó que la puerta de la habitación estaba abierta, comprendiendo por qué el olor podía llegar hasta allí.

Se quedó un rato en esa posición, preguntándose en dónde estaba su hyung, hasta que un estridente sonido a su costado lo sobresaltó. Aquello provenía de su celular, específicamente de su alarma.

Ya era hora de alistarse para la escuela.

Tomó su uniforme, que había planchado en la noche anterior, para ingresar al baño del cuarto y darse una relajante ducha. Vestirse no le llevó mucho tiempo, por lo que bajó rápido hacia la cocina. Disminuyendo sus pasos al ver que tanto Yoongi como Jungkook ya estaban sentados en la mesa.

—Buen día —saludaron al unísono los hermanos.

Jimin sonrió nervioso mientras caminaba hacia ellos.

—Buenos días. Hyung. Jungkookie.

—¿Quieres café o algo más para tomar? —le ofreció Yoongi al señalar la cafetera, leche, té y jugos que habían sobre la mesa.

Tras escucharlo, Jimin recién notó lo llena que esta se veía. En pocas oportunidades había visto tantos platillos allí.

El menor de los Min también opinó lo mismo apenas vio cómo su hermano terminaba de preparar todo eso. Es cierto que desayunaban juntos regularmente, pero hace mucho que no eran comidas tan elaboradas.

—Yoongi hyung no suele cocinar, así que debió ser por ti. Disfrútalo —dijo Jungkook con expresión neutral.

—Ese dato no era necesario. —El músico lo reprendió con la mirada.

—Todo se ve delicioso, hyung —comentó Jimin con una sonrisa avergonzada, la cual se amplió cuando dio el primer bocado al plato más cercano a él—. ¡Y lo está!

La previa seriedad que había en Yoongi se perdió tras el cumplido que recibió del pelirosa, sintiendo un cosquilleo en sus mejillas lo que le obligó a bajar ligeramente su cabeza para ocultar su naciente y pequeña sonrisa de encías.

Cuando estaba así, sus palabras parecían morir en su garganta porque no podía emitir ninguna respuesta.

—Mi hermano siempre se va a lucir en todo lo que haga —aseguró Jungkook mientras comía.

No solía halagar a Yoongi en su presencia porque se ponía tímido, pero estaba seguro que él ni lo estaba escuchando por estar en su mundo de colores y florecitas que debían estar las personas enamoradas. O al menos eso creía.

El amor vuelve más idiotas a las personas. Qué desagradable.

Lo único que rogaba cada vez que veía a su hermano así, era que no sufriera y que... aunque fuera algo egoísta de su parte, no se terminara yendo de su lado como su mamá lo había hecho al siempre acompañar a su padre en todos los viajes que tenía.

La ligera risa de Jimin lo trajo a la realidad, una donde su hyung trataba de mostrarse imperturbable mientras lo miraba de vez en cuando.

—Tus profesores sí que son unos monstruos. —El pelirosa tapó su boca con su mano por la acción que hacía al oír las quejas de las exigentes clases del músico.

—Lo sé, pero lo agradezco en parte, es mi penúltimo año de la carrera, tengo que estar preparado para todo.

—Sé que lo harás excelente, hyung.