Jamás imaginé que terminaría amándote tanto, Yoonie

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Los dedos de Jimin jugueteaban de manera cariñosa con los de Yoongi al estar entrelazados sobre las piernas de ambos, mientras iban de camino al consultorio en casa de una renombrada psicóloga.

Esta vez, la única que estaba en la parte delantera de la camioneta era Chaerin.

—Me encanta la forma de tu mano —dijo Jimin con suavidad desde el hombro de su hyung tras estar contemplando su unión por varios minutos—. Es tan grande y venosa.

Yoongi dirigió su atención a él, sonriendo ligeramente al instante.

—¿Seguro que te refieres a mi mano?

Los ojos marrones de Jimin se agrandaron estando escandalizado y cerciorándose luego de que la señora Lee siguiera hablando a través de su auricular inalámbrico para que su vergüenza pueda ser menor.

—¡Deja de hacer eso! —Este palmeó sin mucha fuerza su antebrazo.

—¿Qué cosa? —Yoongi se hizo el desentendido.

—Molestarme así delante de tu mamá.

Jimin le mostró su puchero y su ceño fruncido al confrontarlo, lo cual terminó derritiendo completamente al otro, por lo que decidió alargarlo más.

—¿Prefieres que lo haga cuando no esté? —le preguntó Yoongi por encima de su oreja con la típica voz ronca que provocaba escalofríos a cualquiera.

Y en especial a un adolescente con las hormonas desenfrenadas como él, alejándose con las mejillas hirviendo.

—¡Hyung!

—¿Qué le estás haciendo a Jimin-ah, Min Yoongi? —intervino Chaerin ante el grito que recién fue capaz de escuchar.

—¿Por qué piensas a la primera que yo soy el que lo causa? —se quejó Yoongi a modo de broma—. Tal vez es Jiminie quien empieza. —El puchero del mencionado se acentuó más.

—Porque te conozco —respondió ella con simpleza.

—Gracias por siempre demostrar esa clase de confianza con tu hijo, mamá —dijo Yoongi con ironía, mientras atraía el cuerpo del pelirosa otra vez.

—De nada, Yoonie~ —Chaerin se giró brevemente y les sonrió, para luego continuar con la llamada a su secretario Mike por los pendientes que tenía con la empresa.

—Sí, esa es mi madre.

Yoongi comenzó a esparcir caricias en la cintura contraria al ya no tener sus manos juntas.

Jimin soltó una adorable risa.

—Pues es encantadora. —Volvió a apoyarse en él—. Definitivamente, no te pareces a ella.

Yoongi ladeó su cabeza para mirarlo con fingida indignación.

—¿Esto es lo que me gano con ser cariñoso?

De nuevo, Jimin alzó sus ojos marrones hacia él.

—Me has estado molestando todo el camino, hyung.

Yoongi sonríe con gracia.

—No me puedes culpar por querer verte sonrojado todo el tiempo. —Se acercó a su pequeña nariz para besarla con suavidad.

Jimin agradecía que su hyung luciera mejor desde que había accedido a ser atendido por un especialista; sin embargo, momentos así se estaban volviendo comunes entre ellos lo que dejaba a su débil corazón al borde de un ataque por lo rápido que latía.

Si alguien en el pasado le hubiese dicho que acabaría tan perdido por el hermano de Jungkook, se hubiese reído en su cara por lo absurdo que sonaba, en vez de estarse sonrojando hasta las orejas justo como ahora.

Enamorado del mejor amigo de mi hermano [EMAH] | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora