—¡No tenías por qué arreglarte tanto! —se quejó Yoongi, mientras cruzaba los brazos y los ponía sobre su pecho al estar sentado en una de las camionetas de su madre, con ella de conductora—. Ahora seguro llegamos tarde.
Chaerin retuvo la sonrisa divertida que la desesperación de su hijo le causaba naturalmente, con su mirada enfocada en la autopista.
—¿Me parece o me estás levantando la voz, jovencito?
Yoongi refunfuñó entre dientes antes de retomar su protesta, pero con más calma.
—Es que quiero estar presente para cuando llegue el señor Park. —En el instante que se escuchó hablar, una enorme vergüenza lo invadió—. Pa-para ayudar... ya sabes.
Esta vez, la mujer no pudo contener su sonrisa.
—Ow —dijo llena de ternura—. Mi hombrecito quiere impresionar a su suegro eh.~
—¡M-mamá!
Estando totalmente avergonzado y a punto de sonrojarse, bajó la atención a sus manos puestas en su regazo como si fueran lo más interesante del mundo.
Chaerin lo miró por el rabillo del ojo, sonriendo enseguida por su actitud.
—Me encanta verte así.
—Porque te encanta burlarte de mí.
Yoongi frunció sus labios en señal de disgusto.
—También. —Ella se rio brevemente por el chasquido que hizo su hijo—. Pero lo principal es por la enorme sonrisa que sacas cada vez que menciono al pequeño Jimin.
—N-no es cierto. —Este jugueteó con sus dedos, sonriendo de manera inconsciente por la sola mención del pelirosa.
Chaerin se balanceaba en su asiento con gracia, estando dichosa por lo resplandeciente que su hijo lucía ante ella.
—Mamá está muy feliz por ti, Yoonie.
Yoongi alzó su mirada para contemplar cómo su madre, pese a los años, conservaba la misma dulzura que cuando él era un niño entusiasmado por haberse aprendido las notas básicas del viejo piano que ella mantenía en el sótano, como el único recuerdo vigente que tenía de su fallecido padre.
El abuelo Lee.
Jamás llegó a conocerlo, pero su madre le aseguró que el talento lo debió haber sacado de su abuelo, ya que el hombre en vida aspiró a ser un famoso músico. Por ello, Chaerin lloró como nunca cuando su hijo le dijo que tenía el mismo sueño, esforzándose el doble para que él sí pudiera conseguirlo.
Y era por esa razón que, a pesar de lo mucho que la necesitó cuando estaba creciendo, no podía guardarle ningún tipo de rencor. En él, solo podía haber amor para su madre.
Yoongi le regaló una de esas sonrisas que encogía la punta de su nariz para que sus rosadas encías se mostraran a plenitud. Chaerin logró corresponderle igualando la forma de sus ojos al estacionarse frente a la casa Park.
—¡Voy a ver las cosas!
El pelinegro casi saltó al salir de la camioneta para ir rápido hacia la maletera donde estaban las bandejas con algunos aperitivos que había preparado con su madre durante el almuerzo.
Estaba tan concentrado en eso, que estuvo por caerse de la impresión al fijarse que en la puerta estaba el padre de Jimin, abrazándolo con un cariño que se lograba reflejar en la mirada brillante que él transmitía desde su lugar.
Yoongi tomó una bocanada de aire, dándose el valor necesario para seguir caminando hacia ellos. Trató de no flaquear cuando ellos lo reconocieron por su cercanía, sacándole una pequeña sonrisa a Jimin.
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Enamorado del mejor amigo de mi hermano [EMAH] | yoonmin
FanfictionA simple vista, este fanfic empieza con la típica trama de "noviazgo falso" que se vuelve real con el tiempo porque nuestros protagonistas se terminan enamorando perdidamente. Y no lo niego, gracias a esa propuesta es que esta historia tiene los cim...