Enamorado del mejor amigo de mi hermano [EMAH] | yoonmin

"árboles en pie"

—No debiste ser tan duro con Jin hyung.

Hoseok sabía que no era el más adecuado para reprocharle algo, pero no había soportado ver lo roto que estuvo su primo después de que los separara de golpe, sintiendo él un inesperado miedo a la reacción de su novio; por lo que no dudó en sacarlo de la habitación.

No quería seguir exponiéndolo de ese modo.

—Él no tiene nada que ver en esto. —Su propio rostro se mostró inexpresivo—. Solo le pedí que me contactara con su papá porque quería orientación legal.

Namjoon le dirigió una mirada seria.

—¿Ya irás directo al punto?

De pronto, los ojos de Hoseok decayeron un poco.

—Yo... no soy quien debería contártelo. —Tensó sus labios—. Lo único que puedo hacer es... —Hasta la saliva bajando por su garganta resultaba dolorosa al hablar—. Confirmarte que sí... es verdad lo que leíste en esos papeles.

Las manos de Namjoon se movieron con ansiedad, siendo imposibles controlarlas cuando lo empujó de golpe.

—¡¿Cómo lo pudiste permitir?!

Lo tomó del cuello de la camisa otra vez, mientras lo hacía chocar contra la pared.

—¡¿Crees que si me hubiese enterado antes no lo hubiera permitido?! —lo confrontó Hoseok con una fuerza interna que desconocía—. ¡¿Crees que siquiera hubiese tenido el valor de... dejarlo? —suspiró de manera entrecortado—. Hu-hubiese hecho hasta lo imposible por salvarlo.

El agarre de Namjoon se aflojó lentamente de él, pero la mirada seguía siendo siendo la misma.

—Pero igual lo dejaste. —Él arrojó aquellas palabras como lo hizo con su ropa—. Y dejaste... que tu familia lo dañara cuando eras consciente de que él... hubiera dado hasta su vida por ti.

El cuerpo de Hoseok se tambaleó hacia atrás, sin ninguna intención de estabilizarse para no caer.

—Y eso es algo de lo que nunca me voy a perdonar. —Su lengua se retorció para continuar aguantando las lágrimas que también quería soltar.

Sin embargo, Namjoon no tolera estar ni un minuto más en esa habitación, por lo que sale disparado hacia la puerta del departamento, no deteniéndose ni por el llamado lastimero de Seokjin, quien lo había estado esperando en uno de los sillones con miles de pensamientos y lágrimas atropellándose entre sí.

Namjoon estaba enojado, casi rayando a la locura, mientras caminaba sin un rumbo fijo por las calles despejadas de un domingo por la tarde, o al menos eso creyó hasta que fue capaz de distinguir la casa que él tanto conocía, la cual siempre consideró como su segundo hogar porque allí empezó a componer sus primeras canciones junto a su hermano de la vida.

Y solo eso bastó para que la tristeza volviera a dominar, reflejándose en sus ojos en cada paso que daba.

Namjoon estuvo indeciso de tocar el timbre cuando llegó al frente de la puerta, quedándose con la mano alzada por varios segundos. Esta decayó al minuto, no estaba seguro de lo que le preguntaría porque nada sonaba adecuado en su cabeza.

—¿Nam? —Aquella voz que tanto conocía lo sobresaltó enseguida—. Me hubieses avisado que vendrías para así llegar antes aquí. —Yoongi se puso a su lado porque había estado detrás suyo—. ¿Me esperaste mucho?

Esas simples palabras lo descompusieron totalmente, impulsándolo a sostenerse en el cuerpo de su mejor amigo.

—L-lo siento —murmuró Namjoon de forma inestable.