Enamorado del mejor amigo de mi hermano [EMAH] | yoonmin

Me gusta estar contigo

—¿Estás enojado?

Aquello fue tan inesperado como absurdo. Al menos así lo tomó Yoongi, quien detuvo sus pasos para dedicarle una breve mirada.

—¿Por qué lo preguntas?

No planeaba hablarlo porque no le parecía necesario. Sin embargo, para Jimin fue un modo de evadirlo.

—Puede que tu rostro siempre parezca tener la misma expresión, pero cuando algo en serio te molesta todo su rostro se pone rígido, dándote un aspecto un poco espeluznante. —No había un solo indicio de broma en el tono de su voz.

El mayor curvó una de sus cejas, pero sus ojos gatunos seguían transmitiendo la misma seriedad.

—Y según tú, ¿por qué estaría molesto?

Realmente, sabía la respuesta de ello. Aunque, siendo sincero, le sorprendió que el pelirosa captara su mal humor si estuvo dándole la espalda en todo el camino.

—Eso es lo que no sé con exactitud. —Jimin llevó ambas manos a su propia cintura para después acercar la parte superior de su cuerpo, pudiendo así examinar mejor los gestos del otro—. ¿Es por ese chico? ¿o por el tal Jiho?

—No tengo tiempo para tus juegos de detective, mocoso. —Decidió que la mejor manera de no alterarse era ignorar cualquier pequeña investigación que estuviera haciendo el menor, por lo que giró y continuó su camino.

—¡Hyung! ¡No me deje! —Este avanzó con rapidez, deteniéndose cuando ya estuvo a la par. Lo cual no era difícil al tomar en cuenta que Yoongi no era bueno con alguna actividad física—. En realidad, sí sé por qué estas así.

—No estoy molesto, Jimin.

El estudiante de música prefirió mentir. No quería tener una conversación incómoda con él.

—Hyung, estamos yendo hacia mi casa cuando es claro que fui a verte a la universidad para la canción. —El pelirosa logró detenerlo al coger su brazo.

Yoongi le da un simple vistazo a la unión, para luego pasar a los ojos marrones del menor.

—¿Y eso qué se supone que significa?

Jimin bufó. Lo que haría a continuación no sobrepasaba los límites físicos entre ellos, pero los nervios sí parecían crecer cada vez que se acercaban.

—Hyung, no me asquea cogerte de las manos. —Mordiendo levemente su labio inferior, bajó con suavidad su diestra hasta dar con la mano contraria. Las entrelazó sin alargar más tiempo—. Solo dije que era raro porque no se siente como cuando lo hago con mis hermanitos o Taehyung.

Otra vez el choque de ese contacto entre ellos, lo desorientó un poco. «¿Es que siempre la piel de Jimin estaría así de cálida?», pensó Yoongi sin poder evitarlo.

—Somos prácticamente desconocidos. Es obvio que esto... —levantó ambas manos a una altura en donde los dos pudieran verlas— es extraño, pero no de la forma que te imaginas.

—¿Y qué crees que estoy imaginando?

Yoongi quería que él siguiera profundizando en una explicación que no estaba muy lejos de ser cierta. Para nada lejos, de hecho.

—Es verdad que los chicos no me gustan y que nunca creí que fingiría ser novio de uno.

Jimin se calló por un momento. Debía pensar qué era lo que iba a decir ya que no se consideraba muy bueno con las palabras en ese tipo de situaciones, porque sentía que no le podía dar ese equilibrio necesario entre el raciocinio y lo emocional.

Se manejaba siempre por extremos, pensando demasiado las cosas o actuando por impulso.

—¿El punto es...?