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—Bien, ya estoy en casa. ¿De qué tanto quieres hablar?

Chaerin, quien había ingresado a la oficina en casa de Jiyong después de que llegó decidida de la empresa, se levantó del asiento con una seriedad inquebrantable, pese a que en realidad estaba muriendo por dentro.

—De Yoonie —soltó con firmeza.

Había repasado muchas veces lo que iba a decir como para ahora dar marcha atrás.

Sin embargo, apenas ese nombre fue mencionado, el hombre resopló, dejando su maletín en su escritorio mientras se aflojaba la corbata. Tocar ese tema siempre le terminaba estresando.

—¿Para esto haces que pierda una reunión?

—¿Esto? —Las filosas facciones de la mujer se acentuaron en él—. Es nuestro hijo, Jiyong.

—Lo sé. —Este se sentó al frente suyo, abriendo uno de los portafolios que estaban sobre la madera. Sin querer prestar atención a la conversación.

Y eso solo enojaba más a Chaerin; por lo que, apoyó ambas manos en los extremos del escritorio, encarándolo de una vez por todas.

—Pues no parece importarte. —Inclinó su rostro para que su dura mirada quedara fija en el otro—. Han pasado años y lo único que haces es alejarte más de él.

—Exageras —dijo el hombre a la ligera sin prever que los papeles que estaba leyendo fueran tirados por su esposa—. No estoy para dramas, Chaerin.

Dentro de sus ojos, se reflejó el dolor que tanto deseaba ocultar, y logró hacerlo con la amarga sonrisa que contuvo en sus labios.

—Descuida. Este será el último.

Donde antes estaba el portafolio, la mujer puso de golpe un conjunto de hojas. Sin comprender, Jiyong leyó las primeras palabras, quedándose helado al instante.

—¿Q-qué significa esto?

—Creo que un divorcio está muy claro de entender. —Ella permaneció con el brazo estirado y la mirada recta.

En el momento que el hombre intentó cogerle la mano, ella lo quitó.

—Amor... t-tú no me puedes hacer eso.

—¿Ah no? —Chaerin cruzó sus brazos, sin que se pudiera mostrar afectada—. Pero es lo que estoy haciendo justo ahora.

—D-debemos hablar con calma y-

—No, Jiyong, ya no seguiré esperando nada de ti. —Mordió su labio inferior luego de girarse y poder permitirse un respiro.

—Todo tiene arreglo... solo dime y-

Él no supo con qué más proseguir, un profundo miedo lo estaba invadiendo con el solo hecho de imaginar que la mujer que amaba se quería ir de su lado.

—También pensaba eso, ¿sabes? —Ella lo miró otra vez, pero esta vez sus ojos no estaban tan firmes como al inicio—. Que todo tenía arreglo. Por eso soporté años de indiferencia de tu parte hacia Yoongi con la tonta ilusión que volverías a ser el padre de siempre. Pero nada cambió —exhaló con dificultad—. Y hasta ahora no me perdono el que te haya preferido a ti que a él... que a mis hijos. Dios.

Chaerin se sentía la peor madre del mundo.

—No es así. —Jiyong estaba empezando a desesperarse—. Entiende que esto también ha sido difícil para mí. La... sexualidad de Yoongi es algo que todavía me importa. Y sobre lo otro, recuerda que es para darles... darnos una buena vida.

Enamorado del mejor amigo de mi hermano [EMAH] | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora