Enamorado del mejor amigo de mi hermano [EMAH] | yoonmin

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Seokjin se removía con lentitud debajo de su frazada afelpada, sintiendo cómo su cuerpo completamente desnudo se estremecía al rozar sus piernas contras las de su novio, quien estaba en igualdad de condiciones con la diferencia que aún seguía durmiendo a su lado.

Sonrió ligeramente sobre el hombro del moreno, dejándole luego un beso en aquella zona bastante acentuada que poseía por arriba de su pecho. Seokjin se quedó contemplando su rostro mientras el sueño iba desapareciendo; no se lo decía a menudo, pero su atractivo rompía todos los esquemas.

Y que Namjoon no supiera el efecto que causaba en los demás, con su porte varonil mezclado con la ternura que desprendían sus hoyuelos y lo inteligente que sonaba al hablar, lo volvía incluso más cautivador.

Su encanto era tan natural en cualquier cosa que hacía que no le sorprendió quedar atrapado en él con solo esa vez que ambos chocaron en los pasillos.

«¿Te habrá pasado lo mismo que a mí?»

Sí, el guapo Seokjin de inmediato enterró su vergüenza ante ese repentino pensamiento.

Sabía lo que causaba en quien lo mirara, pero el imaginar que Namjoon también se sintió así al verlo, lo dejaba fantaseando. Como si su relación se hubiese formado por el singular amor a primera vista.

Jin negó a sí mismo, controlando las ganas que tenía de sonreír.

—Tan cursi me ibas a poner, Joonie —dijo en una voz baja y suave.

Namjoon empezó a parpadear, luciendo aturdido por el susurro que viajó directo hacia él, y algo sonrojado pese a que aún no estaba despierto del todo.

—Jinie...

Seokjin se deleitó de su timidez, pero a la vez agradeció que él ya no actuara de esa forma en sus largas horas de placer en la cama, justo como anoche y la anterior a esa... y las que la siguieron, consecutivamente.

Ahora entendía por qué Hoseok le había dicho que estaba considerando mudarse pronto ni bien pasó un día entero en su departamento después que lo fuera a recoger del aeropuerto.

Lejos de apenarse más, Jin mordió su labio interno, aguantando, esta vez, reírse.

—Buenos días~ —Ladeó su cabeza con una sonrisa amplia y juguetona en él.

La mirada adormilada del moreno se estiró al sonreírle también, pero este gesto estaba cargado de dulzura, llevando sus brazos a la cintura contraria para afianzarse en su cuerpo, en una acción que carecía de toda intención que no fuera la calidez del abrazo en el que estaba siendo envuelto.

Seokjin suspiró estando sobre su torso, hundiéndose en el calor que su piel le transmitía. El aire que salía de sus labios se alargó cuando fueron tomados con ternura en un pequeño beso.

—¿Dormiste bien? —preguntó Namjoon con suavidad sobre su boca.

Aunque el rubor de sus mejillas se había intensificado pese a que rápidamente había desviado su mirada, haciendo que el corazón del otro explotara aún más de cariño.

—Siempre duermo de maravilla contigo... en especial cuando tenemos mucha acción el día anterior.

El coqueteo de Seokjin fue más evidente cuando aprovechó en robarle otro beso.

Mientras que para Namjoon fue imposible poder decir algo cuando su vergüenza era mayor, así que solo se dejó abrazar nuevamente por su príncipe hasta que alguno tuviera la suficiente hambre como para levantarse a preparar el desayuno. Aunque el sonido que comenzaba a emitir su estómago, le hacía sospechar que eso sería pronto.