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Taehyung masajeaba sus adoloridos hombros con leves movimientos circulares en cada uno de ellos, mientras retornaba a su casa con un poco de cansancio a cuestas.

«A la próxima sí te dejo ahí tirado, Hoseok», pensó con una molestia que no era común en él, pero que fue inevitable de sentir al recordar lo que le había costado convencerlo de que le diera la ubicación de donde estaba, luego de insistir con tantas llamadas a su celular.

La verdad, se hubiera rendido al tercer intento si las súplicas de Seokjin no le hubieran llegado al corazón.

Él fue quien lo recibió cuando, llevado por una inexplicable curiosidad, fue al departamento donde aparentemente vivía Hoseok, cayéndole bien enseguida. Seokjin es hijo único, por lo que siempre le emocionaba conocer nuevas personas. Además, terminaba contando unos chistes que alegraban los días de Taehyung.

Y estuvo satisfecho consigo mismo cuando Seokjin sonrió en grande ni bien vio a su primo sano y salvo en la puerta de su departamento. Tal vez Hoseok todavía no le agradaba del todo, pero la frase de su mamá sucumbió desde lo más profundo de su ser, al darse cuenta de su estado en aquel acantilado.

"No importa qué, si su arrepentimiento es sincero, merece un perdón".

Él también creía firmemente en esas palabras, aunque Hoseok debería empezar con él mismo. Cargar con tantas culpas, nunca resultaba bien.

—Taehyung.

La voz de su mejor amigo lo detuvo de forma abrupta justo en la entrada de su casa. Jungkook estaba levantándose de las pequeñas escaleras que había allí, con una expresión que no pudo descifrar.

—Vine a verte, pero tu mamá me dijo que no estabas —continuó él.

—Uh... —El castaño se rascó la nuca con nerviosismo—. Sí, fui a la casa de un amigo.

El otro asintió lentamente, bajando de la superficie con igual semblante.

—No sabía que eras amigo de un tal... Seokjin.

El rostro de Jungkook comenzó a tornarse perspicaz, a la vez que Taehyung sentía como todo se le salía de las manos en un santiamén.

«¡¿Por qué las mentiras nunca me duran?!», se recriminó enseguida.

—Uhm... sí. Seokjin hyung es un nuevo amigo.

Apenas terminó de decirlo, Taehyung cerró los ojos. Fue un tonto al soltar ese honorífico después de su nombre, haciendo más evidente lo que quería seguir ocultando ya en vano.

Jungkook enarcó una ceja, quedándose quieto en su lugar.

—Así que es mayor... —Este lo estudió de pies a cabeza, notando que su ropa estaba desaliñada y un poco empolvada—. Supongo que no es de la escuela, ¿verdad?

Cuando la señora Kim le dijo que su hijo había ido a ver a su amigo Seokjin, lo primero que se le vino a la mente fue el tipo que interceptó en su casa esa tarde, quien conocía a Hoseok.

El mundo no puede ser tan pequeño...

—No, no lo es. —Taehyung bajó la cabeza al instante.

Y con ese simple mensaje, Jungkook dedujo muchas cosas, ensombreciendo más su mirada hacia él.

—¿Dónde estabas?

—Jungkookie...

—Contéstame, Taehyung. —Tuvo que reprimir gran parte de su enojo. Si empezaba a alzar la voz, solo lo asustaría.

No había vuelta atrás para el castaño, así tenía que darse la valentía suficiente para hablar. Hasta ese punto y conociendo lo desconfiado que era su mejor amigo, ya habría sacado sus propias conclusiones.

Enamorado del mejor amigo de mi hermano [EMAH] | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora