Cada final de estación era tradición celebrar un gran evento. Y William había invitado a Vanessa Higgins a la fiesta que se hacía para despedir el verano en la Mansión de Lakewood. La joven venia ataviada con un hermoso vestido de noche negro, bordado con flores de pedrería que refulgían a la luz de las lámparas de araña del vestíbulo. El pronunciado escote en uve realzaba su figura curvilínea. Su cintura iba ceñida con un hermoso cinturón de pedrería negra y el vestido acababa en cola. Caminaba con elegancia y distinción y se la veía radiante y hermosa.
Cuando apareció, todo el mundo se quedó mirándola. Iba del brazo del mismísimo William quien vestía un elegante esmoquin para la ocasión. La pareja levantaba murmullos a su paso, miradas de deseo entre los hombres y de envidia y suspicacia entre las mujeres. Pues Vanessa llevaba en su anular un impresionante anillo de brillantes. Parecían irradiar felicidad. Charlaban y reían relajados, ajenos a todos.
—Por fin...por fin se ha dejado ver la prometida del nuevo jefe del clan Ardlay. Qué callado se lo tenía el viejo zorro — dijo uno de los invitados con una mal disimulada envidia.
—No está nada mal...— Dijo otro, que no le quitaba los ojos de encima.
La joven se había quitado el abrigo y se lo había entregado a uno de los ayudantes de cámara.
—Lleva uno de los últimos modelos de Jeanne Paquin ... — Dijo una de las damas suspirando de admiración.
Archie tampoco disimulaba. El vestido que llevaba la joven era realmente espectacular y se imaginaba a Annie llevándolo. Annie después de que la tía Elroy la hubiese despreciado y la hubiese acusado de querer atraparlo para mejorar su condición social había declinado venir. Archie estaba bastante incómodo y no sabía cómo manejar la situación. Sus padres también se habían mantenido firmes en cuanto a la seriedad del compromiso con la joven. Pero el joven Archie estaba seguro de sus sentimientos. El amor loco que había sentido por Candy había desaparecido de su corazón. La fidelidad y constancia en su afecto de Annie habían acabado por conquistarlo. Ella no le pedía nada...simplemente estaba allí. Siempre lo había estado. Siempre paciente, aun sabiendo que sus sentimientos por Candy no habían cambiado después de la muerte de Anthony, ni incluso después de que Candy hubiese ingresado en el Saint Paul en Inglaterra.
Había detestado a aquel noble de pacotilla desde el primer momento y sin embargo, no pudo vencerlo. Él se había ganado el amor de Candy, condenando a Archie a silenciar su corazón. Sólo su hermano supo de su tortura, de su dolor...Pero no podía obligar a la muchacha a amarlo así que acabó por enterrar sus sentimientos.
A hacer que el tiempo los borrara.
La dulzura de Annie, su espíritu tímido y tranquilo había conseguido conquistar su inquieto corazón.
Ahora estaba seguro de que ella era su compañera ideal de vida. No podía tolerar que su familia se interpusiera. Todavía estudiaba en la Universidad, pero estaba seguro de que muy pronto podría unir su vida a la de ella. Quizá William podría ayudarlos. Y con este pensamiento, bebió la copa de champán que había cogido de una de las bandejas.
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Más allá del hilo rojo [Libro 1]
FanfictionCandice White Ardlay está viviendo un sueño: luego de ser adoptada y descubrir la identidad secreta de su príncipe de la colina está trabajando de enfermera en la clínica que Albert construyó para ella y el Doctor Martin. También ayuda a la Srta. P...