-¿Ya viste quien viene?.- dijo Vanessa a mi lado.
Volteé hacia la entrada, maldita sea, otra vez ese rico antipático.
-Que lo atienda Ivan.- seguí haciendo los cuentas.
Ella asintió y fue hacía con Ivan a decirle que fuera a la mesa del chico.
No pasaron ni cinco minutos, cuando Ivan viene hacia mi.
-Quiere que lo atiendas tú.- dijo asustado.- Por favor Fernanda.
-Esta loco, no lo atenderé, estoy haciendo el corte...
-Fernanda, le tengo miedo...- dijo susurrando.
-Quítatelo, ve con el y atiéndelo.- lo mandé.
Suspiro y comenzó a caminar hacia la mesa que le indiqué.
-¿Que quiere?.- volteé enojada, Ivan ya estaba a mi lado por segunda vez.
-Que tú lo atiendas.- solté los papeles enojada y camine hacia la mesa del chico.
-¿Que quiere?.- le pregunté enojada.
-Así no debe de tratar una mesera a un cliente.- dijo con cinismo.- Qué aceptes una salida y... un clericot con una pasta a la boloñesa.
-Gerardo, ya te dije que no, deja de molestarme.- lo mire fijamente.
-No dejaré de insistir entonces.- siguió viendo la carta.
-Escúchame, evidentemente eres el cliente preferido de mis jefes, ¿te intereso? Hazme un favor y ya no vuelvas, si no quieres que me corran por haber golpeado a un cliente.
El empezó a reírse.
-¿A que se debe que seas así?.- sonrío con cinismo.- Por favor, salgamos, solo eso te pido y dejo de venir.
-¿Te recuerdo por que? No eres el Gerardo de hace años, cambiaste por completo, no quiero esta versión, ni de amigo.- comencé a apuntar su pedido.- En un momento le llega su pedido señor.
Gerardo se quedó en silencio.
Le llevaron su cena, pago y se retiró, una parte de mi hacía que me sintiera muy mal, pero otra, eran las cosas que siempre quise decirle.
Gerardo había sido mi novio antes de su gran éxito en el fútbol, estuve con el cuando todo comenzó, empezó a tener más oportunidades y era un orgullo para mi, me encantaba que le fuera bien, sin embargo, el cambió, el dinero lo cambió.
(...)
-Buenas noches, descansen.- me despedi de mis compañeros al salir del restaurante, para encontrarme con Gerardo recargado en un lujoso auto.
-¿Todo bien?.- pregunto Vanessa.
Asentí.
-Si, nos vemos mañana.- me despedí nuevamente, me dirigí hacia donde estaba Gerardo.- Te dije que no quería hablar contigo.
-Sabes como soy de terco, me conoces.- se cruzo de brazos.
-¿Te conozco?.- reí con cinismo.- Gerardo, eres otro, desde que tienes fama, dejaste de tener los pies en la tierra.
-No se porque dicen eso.- se mordió el labio.- Alguien sale del barrio y ya es un presumido.
-No Gerardo, saliste de aquí y se te olvidó de donde venías, se te olvidó la gente que nunca te dejo, dime cuando haz venido a visitarlos, ellos están muy orgullosos de ti y tú no te acuerdas de ellos.
Gerardo se recargó en su coche y cruzó sus brazos, vi sus ojos, aunque pasen los años noté que le dolían mis palabras, reconocí su mirada.
-No es así Fer, ustedes siempre serán mi familia y tú siempre serás mi primer amor y el mas grande de todos.- se mordió el labio, noté como su voz se quebraba al final.- Nunca me olvidare de ti, te conozco, apuesto que más que nadie...
-He cambiado mucho...
Gerardo comenzó a acercarse a mi poco a poco.
-Tu color natural de cabello es negro, pero nunca te ha gustado, lo tiñes de Borgoña, necesitas lentes casi todo el tiempo, tienes una cicatriz aquí.- puso una mano en mi cintura.- Te caíste en unas piedras, tu lugar favorito es el bosque, tienes ocho tatuajes, el primero te lo hiciste en honor a tu perrita y aquí.- toco abajo de mi pecho izquierdo.- tienes tatuado "you are my home".- se levantó su playera y señaló la parte izquierda de su torso.- Igual que yo, no niegues nuestra historia Fer...
-No la niego Gerardo, te hartaste de los lujos y vienes de regreso, me dejaste, como si yo no fuera suficiente para ese nivel de vida.
-Jamás digas eso, eres de lo más valioso para mi.- me tomo de la cintura y me atrajo hacia el, mi cerebro me decía que me alejara, pero mi corazón y mi cuerpo querían volver a estar tan cerca de él.-Dime que ya no habrá un nosotros, que ya no significo nada para ti.
-Yo...
-Dímelo.- nos estábamos viendo fijamente, lo significaba todo, Gerardo me ponía vulnerable, siempre sería mi más grande amor.
No pude contestar.
-Déjame conquistarte y demostrarte que sigo siendo yo, sigo siendo el muchacho al que ibas a gritarle en las canchas, diciendo que era el mejor, para después irnos por unos tacos y que tu papá me regañara por llevarte 10 minutos tarde.- sonreímos.- Y si no, juro que será la última vez que me ves tan cerca de ti.
Varios momentos juntos venían a mi memoria, con el conocí tanto, aprendí tanto de él y aprendí a conocerme a mi. No podía salir con otro chico sin ponerlo como mi mayor estándar a el.
-Fer...- y lo bese, tomé la iniciativa y decidí besarlo, recordar lo que sentía de adolescente cuando lo besaba y las mariposas que volaban en mi estómago.
El no rechazó el beso, sus olor tan delicioso, mezclado con el sabor de menta de sus besos, era otro mundo.
Nos separamos por falta de aire, pero Gerardo aún no me soltaba de la cintura.
-Te volveré a conquistar y prometo, que nos casaremos, tendremos hijos....
-Alto ahí vaquero, vas muy rápido.- puse mis manos en su pecho.
-Te lo prometo Fer, tendremos una larga historia.- dio un beso en mi frente.
Y así esperaba que fuera.
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Imaginas- One Shots SELECCIÓN MEXICANA.®
FanfictionHistorias cortas con futbolistas de la Selección Mexicana. 🇲🇽 Chat abierto para pedidos. ¡Disfrutennn! 🩶