Nos bajamos del auto, Alan rápidamente se acercó a mí, para entrelazar nuestras manos.
Habíamos llegado al cumpleaños de la hija de Roberto Alvarado, "la mejor amiga" de Alan.
-Felicidades Emily hermosa.- abrace a la niña en los brazos de Dayana.- Que hermoso todo...
-Valió la pena y gracias por apoyarme amiga.- me abrazo Dayana.
Después de saludar a todos, compañeros del equipo y algunos conocidos, Alan y yo nos sentamos junto al Nene, Simon, entre otros, prácticamente los que no teníamos hijos.
Alan miraba muy entretenido a los niños, se me estrujaba el corazón cada que lo veía con ilusiones de tener un hijo.
Después de la comida y que Emily cortará el pastel, Alan había querido ir a caminar, con el pretexto de que quería tomarme fotos.
Así era el, amaba ese tipo de detalles.
-Te ves hermosa.- beso mi mejilla, asentí agachando la mirada.- ¿Qué tienes?
Suspire.
-Se lo mucho que quieres tener un hijo y yo...
-Para ahí amor.- el sonrío.- Ya lo hemos hablado, será cuando Dios quiera.- beso mi frente.- Te amo y disfruto mucho esta etapa contigo.
-¿Qué hice para merecerte?.- lo abracé.- Te amo.
El sonrío y beso cortamente mis labios.
-Por mientras, disfrutemos la parte donde hacen los bebés.- el sonrío.
-Me gusta esa idea.- bese su mejilla.
(...)
-Emily recibió unos zapatitos talla 3 años, están hermosos, tengo ropa para los siguientes 10 años.- sonrío Dayana.
-Alessandra y Antonella ya están del mismo tamaño, pueden compartir ropa perfectamente.- dijo Alethia, la esposa de Pollo Briseño.
-¿Qué piensas Karen?.- salí de mi trance cuando me hablaron.
-¿Todo bien?.- preguntó Dayana.
-Tengo días sintiéndome mal y...- suspire.- No me ha bajado...
-Estás embarazada.- dijo Mariel, la esposa de Pocho.
Me quedé callada.
-¿Estás embarazada?.- preguntó Dayana.
-No lo sé, no me he hecho la prueba...
-¿Ya le dijiste a Alan?.- preguntó Alethia.
Negué.
-No quiero ilusionarlo nuevamente, ya hemos pasado varias veces por esto...
-Pues hazte una prueba tú sola y ya te quitarás de dudas...- dijo Dayana.
Asentí.
-Eso haré...
(...)
Suspire fuertemente.
Tenía las pruebas en mis manos.
Cinco minutos tenía que esperar, los más eternos.
Dejé las pruebas ya hechas a unos metros de mi, me dispuse a lavarme mi rostro y lavarme los dientes, tenía que hacer algo, si no me iba a morir en esos cinco minutos de espera.
Sonó el cronómetro, solté el cepillo rápidamente.
Me acerqué con lentitud a ver las pruebas.
+ 3 semanas de embarazado.
Positivo
II las dos líneas rojas.
No había duda, estaba embarazada.
(..)
-Ya llegué.- gritó Alan desde el primer piso de la casa.
-Sube.- dije desde nuestra habitación.
Alan no tardo ni 1 minuto en llegar, llevaba su uniforme de entrenamiento.
-¿Dónde estás amor?.- entró a la habitación.
-Aquí.- salí del baño.- ¿Ya viste?
Señale la cama.
-¿Qué es eso?...
Alan se acercó a la cama y vio la cajita.
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-Me estás mintiendo...- dijo viendo la caja.- ¿Es una broma?
-No amor, vamos a ser papás.- sonreí.
-No me chingues...- dijo con la voz quebrandose.- No lo puedo creer...
-Ni yo...- sonreí emocionada.- Vamos a tener un hijo Alan.
-Vamos a ser papás.- se acercó con los ojos rojos conmigo y me abrazó.- Te amo, te amo, te amo...
-Y yo a ti guapo.- bese su mejilla.- Vas a ser papi...
-No lo puedo creer de verdad.- me tomó de la cintura.- ¿Desde cuando lo sabías?
-Una semana.- sonreí.- Me moría por decírtelo, pero tenía que asegurarme.
-Te amo.- beso cortamente mis labios.- Vas a ser una mami muy sexy.- sonrío.
-Te amo Alan, ya vamos a comenzar nuestra familia...- él asintió.
