Imaginas- One Shots SELECCIÓN MEXICANA.®

41- André-Pierre Gignac (LIGA BBVA MX)

Nota: como los cálculos no saldrían, vamos a suponer que Gignac entró a Tigres en el 2019 y tiene 30 años.

2018- Paris, Francia. 📍

Había soñado toda mi vida conocer Paris, así que me mantuve firme en ahorrar desde que cumplí los 18 hasta que saliera de la universidad, ahora recién graduada de Psicología, con trabajos aquí y allá y apoyo de mis padres, logre completar para mi viaje soñado a Paris.

Mis grupo de amigas, Lola, Camila, Sofía, Agustina y yo, habíamos organizado todo el viaje.

Todo había salido de maravilla, hasta que mi en la tercera noche empezó a llover, pero parecía que todos los dioses estaban llorando, así que optamos por ir a un bar a unos 10 minutos de la Torre Eiffel.

Había sido una gran elección, ya que había personas de todas las nacionalidades, latinos, gringos, canadienses, africanos y obviamente europeos.

Pasamos el rato bebiendo, bailando, conociendo personas.

-¿Ya viste el güero de la barra?.- dijo Agustina a mi costado.- Desde hace rato te esta comiendo con la mirada.

Volteé discretamente y era cierto, ya lo había visto y no iba a negar, también me llamaba la atención.

-Esta algo mayor ¿no?.- respondí.

-¿Y? Es Paris hermana, no quiere decir que te vayas a casar con el, ten una aventura y ya, de seguramente es francés o italiano.- me animaba a apostar que sería hasta gringo.

El chico y yo intercambiamos un par de miradas, pero ninguno de los dos se atrevió a hablar.

A los minutos sonó "La gasolina" todos los latinos nos dimos a notar, era como nuestro himno, cantamos y la bailamos.

Siguió "Danza kuduro" y graciosamente, los europeos ya tenían una coreografía, que por cierto con nada de ritmo, a los latinos nos pareció gracioso.

-Una cerveza por favor.- le dije al bartender, que estaba muy apresurado por los pedidos.

-Y otra para mi, cárgalo a mi cuenta por favor.- dijeron a mi costado, volteé y era el mismo chico que había visto hace un rato.

-¿Eres cliente frecuente?.- sonreí.

-Ehh, cliente VIP.- respondió sonriente.- Andre- Pierre, mucho gusto.

-Diana Córdova.- me presente.- Así que cliente VIP, ¿artista o mafioso?

El se empezó a reír, mostrando una de las sonrisas más hermosas que pudiera haber conocido.

-Solamente que es mi lugar favorito y ya me conocen.- tomo las cervezas que nos acababa de traer el hombre atrás de la barra.- "Merci"

-Así que eres francés.- tomé la otra cerveza.- Gracias.

-Así es, lo notaste ¿por mi acento o por qué soy muy guapo?

-Definitivamente tu acento y tú poca humildad.- reímos.

Después de un rato, bebiendo y platicando, decidimos salir a caminar, nos tocó suerte que la lluvia ya había cesado.

Pasamos horas hablando de tantos temas, deportes, farándula, historia, incluso consejos de la vida, jamás encontraré una persona con la cual sintiera que la conociera de años, pero habían pasado tres horas.

Veía desde el "Champ de Mars" el amanecer, Andre me mencionó que era de sus lugares favoritos desde que su papá lo llevó a conocer Paris.

Sentía que todo el mundo desaparecía, que solamente éramos él y yo, nunca me había dolido tanto el estómago por tantas risas y tampoco me había sentido tan despreocupada de mi aspecto, que sabía que posiblemente ya tendría el maquillaje regado y mi cabello hecho un asco por la humedad, aún así, Andre se dedicaba a decirme lo linda que era.

Hasta que llegó la luz del día y lo bese, jamás olvidaría sus labios, el sabor del licor revuelto con menta, sentir su rasposa barba, la delicadeza del beso y lo bien que encajaban nuestros labios.

Pero era como el cuento de la cenicienta, se terminó el hechizo y no volví a saber más del príncipe, solamente que practicaba futbol.
Pero había logrado algo en mi, que no muchos chicos lograrían, enseñarme tanto de la vida en una noche, en disfrutar el momento.
Después de ese amanecer, me regrese a mi hotel con mis amigas, ilusionada, incluso ellas decían que me había enamorado.

(...)

2023- Monterrey, Nuevo León. 📍

El equipo de mi hermano era campeón ¡Había ganado el campeonato de este año! Mi familia y yo no podíamos estar más orgullosos y felices por el.

El equipo técnico, junto con el club de Tigres, habían organizado una cena en honor al campeonato, para los jugadores y sus respectivas familias.

-Expulsado del partido, pero ganador.- decía Sebastian, mi hermano, con cinismo tomando de su bebida, obviamente con alcohol.

-Después te regañaré por eso.- lo señalo mi padre.- Pero estamos muy felices por ti, lo lograste hijo.

-Sip, el más feo tenía que hacer algo.- Sebastian me miró con ojos de querer matarme.- Pero aún así te amo hermano, estamos muy orgullosos de ti.- lo rodee con un brazo y le di un beso en la mejilla.

Después de un rato, habían llevado mariachi, los jugadores algunos ya estaban ebrios y es que había sido una temporada bastante complicada.

Me dirigí a la barra, tenía bastante sed (y no se la buena)

-¡Hola!.- saludé bastante animada.- ¿Me podrías dar una cerveza? Por favor.

Había un par de chicos en la barra, jugadores, lo reconocí por el uniforme.

-¿Diana?.- hablaron a mi costado.

Reconocería ese acento donde fuese y aún así pasarán mil años, no lo olvidaría.

-¡Andre!.- le hable sorprendida, el chico que atendía la barra trajo mi cerveza.- Que sea otra por favor.

-¿Eres cliente VIP?.- se acercó a mi.

-Solamente que es mi lugar favorito y ya me conocen.- respondí, imitando las mismas palabras que me había dicho hace años.

Reímos.

-Que coincidencia volverte a encontrar.- se acercó a mi.

-Demasiada.- suspire.- ¿Que haces aquí? No me digas...

-Soy jugador de Tigres.- bebió de su cerveza.- ¿Tú eres pareja de....?

-De nadie, mi hermano es Sebastian.- ahora yo bebí de mi cerveza.

-Entonces esta vez, tendré la oportunidad de conquistarte como se debe.- me miro fijamente a los ojos.

-Siempre tendrás esa oportunidad Andre.- sonreí.

Y por primera vez en mi vida, creía en el hilo rojo que conectaba a las almas gemelas, porque Andre era la mía, los años pasaron y cuando nos reencontramos, sentir como si solo hubiese pasado un día, como si estuviéramos hechos el uno para el otro.

Después de esa celebración por el campeonato, mi francés hizo todo lo posible por conquistarme y es que bueno... ya lo había hecho, pero ahora sería diferente, logramos la relación que siempre imaginé con el, desde que lo conocí.

¿Con quienes otros les gustaría leer?

Creo que es de los shot más cursis que he escrito, lo ame.🤍
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