Preparábamos la maleta para que se fuera a Estados Unidos para empezar concentración de la Copa Oro.
-¿Nervioso?.- abrace por la espalda a Santi.
-Mucho, tenemos que regresarle la fe a la Selección.- se froto la cara.- ¿Puedes venir en la maleta?
-Que más quisiera amor, pero tengo trabajo.- sonreí.- Pero hay algo que si te puedes llevar a la maleta.
El me miró extrañado, camine hacia mi closet y saqué la cajita.
Mis manos temblaban y aún no estaba segura si era el día adecuado para decírselo, pero sabía que con eso rendiría más en sus entrenamientos, se sentiría motivado.
-Aquí tienes.- le extendí la caja y me acerqué a darle un beso.
-Mmmm ¿Algo para recordarte?.- dijo en forma de ¿coqueteo?.
-Noooo, o sea si me recordaras, pero no en esa forma.- empezamos a reír y él empezó a abrir la caja.
-"Dentro de mami ahora laten dos corazones...."- comenzó a leer y se quedó callado.- ¿Es en serio?
Asentí.
-¿Vamos a ser papás?.- dijo impresionado.
Tomó la prueba y vio el "positivo" al igual que otras cinco, tomó los tennis miniatura que estaban en la cajita y me volteo a ver.
-Júramelo.- veía cómo sus ojos se llenaron de lagrimas, yo ya estaba llorando.
-Si Santi, estoy embarazada.- el abrió la boca y corrió a abrazarme.
-¡Vamos a ser papás!.- gritó emocionado, me tomo de mis muslos y me cargo, yo envolví mis piernas alrededor de su torso.- ¡Voy a ser papá!
Los dos nos besamos, abrazamos, el no me soltaba por ningún motivo.
-¿Hace cuánto lo sabías?.- comenzó a bajarme y a limpiarse las lágrimas.
-Hace una semana, fue muy difícil ocultártelo.- lo abrace.- Seremos papis Santi.
-Amor, amor, amor.- me besó la frente.- Voy a ser papá.
Yo asentía contenta.
-¿Cuánto tienes?.- me soltó para ver los tennis chiquitos.
-Seis semanas.- sonreí.- Eso si te lo puedes llevar en la maleta.
-Ahora con más ganas quiero llevarte.- me volvió a abrazar.- Los chicos se emocionarán.- me dio un beso de piquito.- Te amo, te amo, los amo.
-Te amo Santi, trae la copa oro a casa.- lo abrace y le di otro beso.
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(...)
Estábamos en la final de la copa oro, los nervios a flor de piel. El calor de Las Vegas no ayudaba en nada.
Vi cuando metieron a Santi, todo el estadio se volvió loco, le tenían mucha fe.
No sé ni cuando paso, pero de repente Santi llevaba el balón solo desde media cancha, solo... tiro y ¡anotó gol!
-ESOOOOOOO.- grite emocionada.
Mis amigas me abrazaron, las esposas y novias de los demás jugadores.
-TE AMOOOO.- grite.
Santi comenzó a correr y todos detrás de él para felicitarlo.
Tomó un balón y lo colocó debajo de su playera, simulando la panza de una embarazada, metió su pulgar en la boca simulando un chupón, todo el estadio comenzó a gritar de la emoción.
-¿Estás embarazada?.- me preguntaron las chicas.
Yo asentí llorando.
Santi comenzó a llorar y agradecer cómo el lo hace, Santi si llevaría la copa oro a casa.
(...)
Baje de las gradas y corrí a felicitar a Santi.
-¡Santi!.- grite emocionada.
Nos abrazamos y el comenzó a llorar.
-Les prometí llevar la copa a casa.- me dio un beso en la frente.
De repente llegaron todos los del equipo y nos hicieron "bolita", gracias a Santi, se marcó que éramos los ganadores.
Nosotros reíamos, era de los momentos más felices de mi vida.
-Felicidades a los papis.- dijo Orbelin.
-Gracias hermano.- agradeció Santi.
Seguimos recibiendo felicitaciones.
Era su momento, que hermoso mes lleno de sorpresas.
Y todas las que me esperaban a lado de ese gran hombre.
