78.- Álvaro Fidalgo

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Había viajado a Los Cabos con mi familia, tenía tantos meses sin verlos.

Mi novio, Álvaro, no había podido acompañarme, ya que tenía que quedarse a entrenar.

Me había arreglado decente, bueno, mejor que otros días, mi mamá me regaló un vestido blanco precioso, me dijo que lo utilizara esa noche, ya que quería tomarse unas fotos conmigo y mis hermanos.

-¡Ya Alberto!.- regañe a mi hermano.

-Fidalgo si es buena onda, lo prefiero a él como hermano.- dijo mi hermano, muy maduro, un hombre de 25 años.

-Ya basta niños .- nos regañó mi papá, lo notaba muy serio, algo cabizbajo.

-¿Estás bien papi?.- le pregunté.

El asintió.

-¿Como te sientes hija? .- preguntó mi mamá, acomodándome el vestido de atrás.

-Bien mami ¿y tú?.- pregunté sonriente.- Los extrañe mucho.

-Nosotros a ti hija.- dijo mi mamá melancólica.- ¿Como te sientes con tu novio? ¿Cómo es contigo?

-Es lo que siempre soñé mami, aún mejor, soporta todo mi genio.- dije riendo.

Antes de regresarme a casa, tenía que hablar con ellos.

-¡Ya es hora!.- gritó Emanuel, mi otro hermano.

Nos salimos de la habitación y comenzamos a caminar hacia el primer piso.

Llegamos al lobby y saldríamos hacia la playa.

-¿Que es Álvaro para ti hija?.- pregunto mi papá apartándome de los demás.

-Lo amo papi ¿porque preguntas?.- dije extrañada.

-¿lo quieres para un futuro?¿te ves con el?.- asentí dudosa, no de mi futuro con Álvaro, de la actitud de mi papá.

Bajamos unos escalones para caminar el camino de piedras que nos llevaba hacia la playa.

Comenzó a soñar algo más fuerte una canción, la reconocía perfectamente, siempre me acordaba de mi novio con esa.

Caminamos hasta llegar a la arena, la canción sonaba cada vez más fuerte.

Al llegar a la arena, comenzaba un camino de pétalos, volteé a mi alrededor, posiblemente me estaba arruinado la sorpresa a alguien.

Pero al voltear, no vi a mis papás, mi a mis hermanos.

Vi al final del camino, Álvaro salió de un corazón iluminado con un ramo de rosas.

Todo eso era para mi.

-¡Ve!.- gritaron a lo lejos.

Comencé a caminar ese pasillo de pétalos, había rosas blancas y rojas colocadas en las orillas.

Mis piernas comenzaron a flaquear y mis ojos se llenaron de lágrimas, no podía creer que Álvaro estuviera aquí.

Así al llegar, veo el letrero luminoso, mi labio inferior comenzó a temblar.

-Mi vida, mi niña...- comenzó a decir Álvaro.- Cuando te conocí, estaba emocionado por tener una amiga como tú en Mexico, hiciste que todo fuera más fácil, pasaron los años y ahora tengo muchos motivos por vivir en Mexico, fútbol, tacos y el amor de mi vida .- sonrío.- Quiero pasar el resto de mi vida con la niña que se emociona cuando ve perritos, con la adolescente que baila sin ritmo, quiero quedarme con la mujer que se apasiona con su trabajo, quiero despertar y solamente verte a ti y que seas mi más grande motivo para levantarme.- Álvaro se hincó en una rodilla y extendió una cajita roja.- Paulina, quiero hacerme viejo a tu lado y reírnos de nuestras arrugas, quiero conocer el mundo de tu mano, eres y serás el amor de mi vida es por eso...- suspiro.- ¿Quieres casarte conmigo?

Sentí mis mejillas húmedas, estaba llorando bastante.

-Acepto mi amor, acepto.- dije rápidamente.- ¡Acepto!

Álvaro me entrego el ramo de rosas y pudo sacar el anillo mejor para ponérmelo.

-Te amo.- susurró.

-Te amo.- respondí.

Álvaro se acercó conmigo y me besó.

-¡Me voy a casar!.- grité emocionada, después de separarnos de nuestro beso.

Mis hermanos comenzaron a gritar emocionados, vi a mis papás llorando de felicidad.

No podía pedir más... lo tenía todo.

(...)

-¿Cómo organizaste esto con mis papás?.- pregunté mientras caminaba de la mano de Álvaro por la playa.

-En uno de mis viajes, fui a su casa y le pedí tu mano a tu papá.- dijo haciendo una mueca.- No le parecía la idea.

Reí.

-Soy su niñita.- respondí

-Su niñita duerme conmigo.- dijo sarcástico.

-Te amo.- me puse enfrente de el y lo rodeé con mis brazos.- Te amo, te amo.

-Te amo amor, espero que este sea el inicio de muchas cosas.- dijo sosteniéndome de la cintura.

-Y se viene lo mejor.- susurre.

-Los preparativos, ver tu vestido...- comenzó a decir riendo y rodando los ojos.

-No lo digo por eso.- dije dejando un beso me su mejilla.

-¿No? ¿A Que te refieres?.- preguntó extrañado.

Tomé una de sus manos de mi cintura y la coloqué en mi vientre.

-Esta familia comienza a crecer.- susurre.

Álvaro pareció no captar, pero a los segundos se separó completamente de mi.

-¿Que? ¿Estás...?

Asentí.

-Vamos a ser papás mi amor.- dije muy sonriente, Álvaro tenía años diciéndome que quería tener un hijo.

-No es una broma...- negué.

-Estoy embarazada Álvaro.- el me soltó y se frotó el rostro.

-¡Voy a ser papá!.- dijo emocionado, vi cómo se le escaparon unas lagrimas.-¡Voy a ser papá!

-Y serás el mejor.- respondí.

-¡No lo puedo creer amor!¡Vamos a ser papás!.- gritó emocionado, camino hacia conmigo y me levanto de mis muslos, para enredar mis piernas en su cadera.

-Seremos papis.- dije dándole un beso de pico.

-Gracias, Gracias amor, la sorpresa de hoy fue para mi.- dijo muy feliz.- Prometo ofrecerles mi vida entera, si es necesario.

-Aquí empieza una nueva etapa para nosotros.- dije antes de besar a Álvaro.

-La mejor de nuestras vidas.- respondió Álvaro antes de besarme.

Comenzábamos una familia, nuestra familia.

Imaginas- One Shots SELECCIÓN MEXICANA.®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora