Imaginas- One Shots SELECCIÓN MEXICANA.®

45-Santiago Gimenez

Inspo song: A thousand years- James Arthur (se recomienda escuchar mientras se lee este capítulo)

Narra Santiago

Mis manos sudaban, sentía un calor impresionante, volteé a ver de reojo a Luis (Chávez), vestía un smoking, lo adornaba un pequeño corsage color turquesa, lo veía tan normal, entonces no estaba haciendo calor.

Soñé este momento desde que conocí a mi chica, la mujer de mis sueños y por fin había llegado.
Esperaba en el altar, con vista al bosque, a Valentina, la chica que robó mi aliento cuando la vi.

Comenzó a sonar "A thousand years", desde que vimos Crepúsculo, supimos que esa sería la canción de nuestra boda.

Levante mi mirada y ahí estaba, en el inicio del camino hacia el altar, se veía más hermosa, más que nunca, tenía del brazo a su padre, cómo ella soñó.

Mis ojos no evitaron llenarse de lagrimas, me iba a casar con el amor de mi vida.

-Se ve hermosa hermano.- susurró Luis a mi lado.

Asentí, se veía como una princesa. Comenzó a caminar hacia donde yo estaba, pensaba en lo mucho que habíamos hecho para llegar hasta aquí ahora, todo había valido la maldita pena.

Siempre me causaba gracia aquellos hombres que lloraban en sus bodas, pero no entendía eso, hasta que la vi con ese vestido blanco, sentía las lagrimas en mis mejillas y lo peor, es que era inevitable, Luis me extendió un pañuelo, me causó gracia que él venía preparado.

Cada paso que daba, me causaba millones de sentimientos, hasta que llegó a mi lado.

Su padre extendió su mano hacia mi, yo la tomé.

-Así como yo recibí a mi hija en mis brazos el día que nació, te la entrego a ti Santiago, mi tesoro más preciado, procura cuidarlo, con tu vida.- dejó su mano en la mía y se acercó a darle un beso en la mejilla a su hija.

Se acercó a mi y me abrazo.

-Gracias.- articule.- Prometo nunca soltar a su hija.

El señor tenía los ojos llorosos, no imaginaba lo que sería este momento para el.

Por fin estábamos de frente al altar, nos colocamos mirando hacia enfrente, donde estaba el que oficiaba la boda.

-Te ves hermosa.- susurré mirando de reojo a Valentina.

-Tu eres el hombre más guapo del mundo, me encanta cómo te ves.- susurro.

-Te amo...- alcancé a decir antes de que comenzara a decir algunas palabras el señor.

Comenzó la ceremonia, hicimos toda la parte del ritual, hasta que llegaron los votos, estaba nervioso por lo que diría, pero estaba seguro, que ese era el momento.

Luis extendió una hoja hacia mi, yo la tomé y me pasaron un micrófono.

Inhale y exhale varias veces.

-Espero no llorar en el intento.- hablé con el micrófono, escuché risas de fondo.- Valentina, cuando te vi, no supe si enamorarme de la Licenciada en psicología, de la risueña, de la inalcanzable, cuando te conocí mejor, no supe si enamorarme de la bailarina, de la niña extrovertida, de la jugadora de futbolito, cuando pasaron los meses,no supe si enamorarme de la simpática, de la mujer que nunca se rinde, así que decidí enamorarme de todas, me enamore de la que se ríe de los peores chistes, me enamore de la que se apasiona con su trabajo, que lo abraza y no lo suelta, me enamore de la mujer que se detiene a acariciar a cada perrito de la calle y les ofrece comida y agua, y sobre todo que les pregunta de su día.- todos rieron.- Me enamoré de la que baila, sin ningún motivo, que cada que se emociona es razón para hacer una rutina de baile, me enamoré de la mujer competitiva, que no soporta que le ganen en los juegos de mesa, me enamore de la que me cambiaría por unos cheetos flammin hot con chamoy.- volvieron a reír.- Me enamore de todas y a cada una de ellas, prometo amarlas y cuidarlas por siempre, prometo amarte en primavera, verano, otoño e invierno, prometo regresar a ti, siempre. Todos los que están presentes aquí, saben las millones de dudas que he tenido en mi vida, pero no hay nada de lo que he estado más seguro que tú. No entiendo cómo una persona, puede provocar que la quiera seguir conociendo más y mas todos los días, por el resto de mi vida y esa eres tú mi Valentina, de aprender más y más, de ti y junto a ti, hasta que la muerte nos separe, Te amo.

Escuché de fondo como todos aplaudieron, incluso escuchaba cómo algunos estaban llorando.

Valentina se acercó a mi y me dio un beso pequeño.

-Mi turno.- susurró después del beso.

Una de sus amigas le extendió una hoja y le pase el micrófono.

-Santi, no creo poder superarte después de eso.- reímos.- Y aquí está una prueba de que si soy competitiva.- inhaló una poco.- Santi, nunca fui una mujer que pensara en el matrimonio como un sueño, como una meta, pero aún así, desde pequeña idealicé a mi príncipe azul, que fuera caballeroso, que fuera detallista, que fuera generoso, que fuera valiente, mientras fui creciendo, quitaba y agregaba cosas a mi lista imaginaria de lo que quería en una persona, mientras más iba creciendo, yo lo veía más y más complicado, y cuando llegaste a mi vida, completaste todo lo que yo soñé, un hombre que lucha por sus sueños, que es perseverante, que es valiente, tanto que tu eres el encargado estrella de matar las cucarachas cuando estamos juntos, un hombre detallista, que se encarga de llevarme mis cheetos y mi té helado muy seguido, un hombre generoso, que se dedica a ayudarme en mis tareas y los test mentales que tengo que hacer de prueba en mí trabajo, así me enteré que no tienes una enfermedad mental y tienes un buen coeficiente.- todos volvimos a reír.- Soñaba con alguien que me hiciera sentir protegida y amada y lo sentí contigo, cuando enseñaste a amarme hasta mi dedo pequeño del pie y el lunar que tanto odio, te convertiste en mi novio, mi amigo, mi amante y mi compañero, quien imaginaría que el chico que jugaba fútbol en las canchas de mi vecindario, fuese la persona con la que estaría frente al altar, me conquistaste siendo tan tú y solamente tú logras que sea yo, llegaste a agregarle cosas que no sabía que requería a mi lista imaginaria, llegaste y me cambiaste la vida, me enseñaste tanto, deseo conocer el mundo de tu mano, seguir conociéndote y ¿porque no? Tener unos hijos con tus bellos ojos, con tu sonrisa que alegra a todos los que estén a su alrededor, con tu perseverancia, con tu simpatía y tú buen corazón, sobre todo, con el gran amor que te tengo. Prometo amarte y amarme cada día, prometo cuidarnos, prometo ser la mujer que mereces, por el resto de nuestras vidas, Te amo Santiago, es un placer inicial el resto de nuestras vidas de tu mano.

Limpie mis lagrimas con el mismo pañuelo que me había dado Luís.

Me estaba casando con la mujer de mi vida y para mi vida.

Me acerqué a ella y nuevamente la bese.

Después de un rato, escuché el "Por el poder que me confiere, los declaró marido y mujer"

Por fin, estaba unido por todas las leyes, a mi Valentina.

Volteamos a ver a nuestros invitados, muchos llorando y otros sonriendo de orilla a orilla.

-Aquí inicia una nueva etapa amor.- volteó conmigo Valentina.

-Y será un gran honor, iniciarla junto a ti, te amo .- me acerque a ella y la tomé de la cintura.- Te amo señora Giménez.

-Te amo señor mío.- y así... nos besamos, nuestro primer beso de nuestro matrimonio.

Ame, no hay otra palabra.
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