85.- Brian Rodriguez

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En esta historia no es jugador del America, ambos personajes son alumnos de universidad.

Cerré mi casillero fuertemente, había sido un día muy estresante, quería ya llegar a mi casa y dormir, pero aún faltaban un par de clases y mi turno en mi trabajo.

-¿Que te pasa cariño? ¿De malas? Tengo la forma perfecta para quitarte ese humor.- dijo Brian recargado en su casillero.

Sus amigos detrás de él rieron, Kevin e Igor.

-¿Todo el día están detrás de ti estos lame huevos?.- señale a los dos chicos.

Brian soltó una risita.

-Eres muy aburrida Lizeth.- se incorporó.- Ó a lo mejor solamente eres lesbiana.

-No Brian, es que no me quiero contagiar de alguna enfermedad de transmisión sexual ¿a ti cómo te va con eso?.- dije sarcástica.

-Adiós Lizeth.- dijo Brian sonriendo y dirigiéndose a la cafetería de la escuela.

Este chico era un completo idiota.

Camine también hacia la cafetería, me dirigí a tomar mi almuerzo y fui directo con mis amigos de la universidad.

-Este fin de semana hay una fiesta, en casa de Kevin.- dijo Aldo antes de comer de su sándwich.

-Me tengo que volver a besar al Kevin.- dijo Vane.

-Yo quiero ver si sucede algo con los chicos nuevos.- dijo Ana.-¿y tú Lizeth?

-No lo sé, creo que no iré.- dije revolviendo mi ensalada.

-Wey tienes que ir, te hablan un montón de chicos.- dijo Vane.

-¡Para que se los presente! Siempre me hablan para ayudarles con ustedes.- suspire.- Aparte no tengo ganas de ver a los mismos idiotas que veo aquí.

-Pues uno de esos idiota, anda muy caliente.- dijo Ana señalando con la cabeza a unas mesas de nosotros.

Era Brian, con una castaña en sus piernas, no se estaban besando, se estaban comiendo.

No escuché la platica de mis amigas.

-Entonces ya quedamos.- dijo Aldo.

-Eh, si.- dije saliendo de mi shock.- Tengo que irme.

Ellos miraron mi plato de ensalada casi lleno, le puse su tapa y la guardé en mi mochila.

-Los veo luego.- sonreí y me puse de pie.

-¿A donde vas?.- preguntó Aldo.

-Iré a prepararme para las próximas clases.- me coloqué la mochila en la espalda.

-¿Estás bien?.- preguntó Ana.

Asentí, no se quedaron conformes, pero me dejaron ir sin preguntarme más.

Salí de la cafetería y me fui a tomar un poco de aire, no soportaba estar tan cerca de tanto estupido como Brian y sus perros guardianes, no eran personas que me quitaran el sueño, pero me ponían aveces muy de malas.

(...)

-Es un café americano, un baguette de pepperoni y para ti.- señalé a la señora.- Café descafeinado y una rebanada de pastel, lo tengo.

-Gracias.- dijo el señor mayor sonriente.

-En un momento se los traigo.- tomé los menús y me dirigí a la barra a dejar el pedido colgado en la barra de metal, para que José, el chef estrella lo cocinara.

Comencé a limpiar otras mesas, afortunadamente ya casi cerrábamos.

Comencé a trabajar en esa cafetería cuando entre a la universidad, para ayudarme en gastos, quedaba cerca de mi casa y me iba bien con las propinas.

Imaginas- One Shots SELECCIÓN MEXICANA.®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora